miércoles, 15 de junio de 2016

Hanoi. Mausoleo de Ho Chi Minh.

El popular tío Ho, el héroe vietnamita, es el padre del actual Vietnam y como tal le rinden culto.


Ho Chi Minh, “el que ilumina”, nació el 19 de mayo de 1890, en Hoang Tru, en la región de Annam, en el centro de Vietnam. Su verdadero nombre era Nguyên Sinh Cung,  pero su vida en la clandestinidad durante una larga temporada de su vida, le obligó a utilizar innumerables apodos para escapar de la persecución policial.
Tras cursar estudios en Hue, abandono su país en 1911 para recorrer el mundo. Emigró a Paris, recibiendo la influencia del ideario socialista, afiliándose primero al Partido Socialista Francés y siendo cofundador del Partido Comunista Francés en 1920. Posteriormente se trasladó a Moscú y a China, dónde organizó la Juventud Revolucionaria y fundo el Partido Comunista de Indochina en 1927. Condenado a muerte por las autoridades coloniales francesas, huyó primero a la Unión Soviética y China, regresando a Vietnam en 1941, para participar en la lucha contra Japón y Francia, durante la Segunda Guerra Mundial, fundando el Vietminh –Frente para la Independencia de Vietnam- y siendo apresado.
Liberado en 1943, toma el mando de la insurrección vietnamita contra los franceses, adoptando el nombre de guerra Ho Chi Minh, que ya no abandonaría nunca, obteniendo la victoria en 1945 y proclamando la independencia de la República Popular de Vietnam.
En 1946 Francia no reconoció al nuevo Estado y comenzó una larga y sangrienta guerra, que concluyó el 7 de mayo de 1954, reconociendo Francia la existencia de cuatro Estados independientes en la entonces Indochina: Laos, Camboya, Vietnam del Sur y Vietnam del Norte. Este último bajo el gobierno de Ho Chi Minh.




La cara de Ho Chi Ming, está presente en todos los billetes del país.




Bajo un régimen socialista, impulsó una profunda reforma agraria y se esforzó por impedir la corrupción el abuso de poder, manteniendo un liderazgo carismático basado en compartir las decisiones políticas y en mantener un estado de vida austero y popular. Prosiguió su lucha revolucionaria por la reunificación de Vietnam, prestando apoyo al movimiento guerrillero comunista de Vietnam del Sur, en poder de una dictadura capitalista sostenida por la ayuda de Estados Unidos, generándose una nueva guerra, en este caso civil desde 1957 hasta 1975.
Conocido popularmente como tío Hò, murió antes del fin de la guerra, el 2 de septiembre de 1969, sin llegar a ver la retirada estadounidense, el hundimiento militar de Vietnam del Sur y la reunificación del país bajo un régimen comunista.  A pesar de su fallecimiento, al carismático líder siempre lo tuvieron muy presente sus tropas, portando los carros de combate cuando tomaron Saigon –capital de Vietnam del Sur- pancartas con el lema “Tú siempre marchas con nosotros, tío Hô”. Capital que seguidamente fue renombrada con su nombre, en su honor.
Hombre sencillo, que huyó de las comodidades y el boato del poder, antes de morir en una cueva de Hanói, a la edad de 79 años, a causa de la tuberculosis que padecía, manifestó en su testamento político su voluntad de ser incinerado y que sus cenizas se repartieran por el norte, centro y sur del país, como símbolo de la unidad nacional a la que había dedicado su vida.
Sus últimas voluntades fueron desoídas por los dirigentes del politburó vietnamita, cuyo cuerpo fue embalsamado con ayuda de especialistas rusos e instalado y expuesto en un impresionante y gigantesco mausoleo, de inspiración soviética, similar al de otros líderes comunistas mundiales.








Mausoleo, que oficialmente se llama “Lang Chu tich Ho Chi Minh”, se encuentra en  Hanói, en la plaza Ba Dinh, sita en el distrito homónimo situado al oeste de la capital vietnamita. . Su lugar de construcción no es casual, al ser en el que Ho Chi Minh leyó la declaración de independencia de la República Democrática de Vietnam, el 2 de septiembre de 1945.









El gran edificio gris, se comenzó el 2 de septiembre de 1973 y fue inaugurado el 29 de agosto de 1975. El edificio tiene 20 metros de alto y 42 de ancho, rodeado de columnas, construido en claro estilo comunista, con mármol extraído de las montañas de Dan Nang, en el centro del país, granito y piedra en colores blanco, negro y rojo en su interior, no tiene nada que ver con el propósito de sus arquitectos, que pretendían representar una flor de loto.









Se encuentra situado en una gran plaza vacía, sin mobiliario ni adornos en un área construida de más de 12.000 metros cuadrados y una superficie total del recinto que supera los 20.000 metros cuadrados. En la que sólo está el mástil y la bandera de la República Socialista de Vietnam, con su color rojo de fondo –que simboliza la sangra derramada-  con una estrella amarilla en el centro –color que simboliza la victoria.







En ambos lados del edificio, sobre balustradas, se encuentran dos grandes carteles, cuya traducción es: “Viva la República Socialista de Vietnam” y “El presidente Ho Chi Ming vive para siempre en nuestra construcción de Vietnam”.









Si por fuera el aspecto es espectacular, su interior que alberga su cuerpo yaciente momificado es muy solemne, el ambiente interior resulta sombrío, respetuoso y un tanto abrumador. En una sala fría y con luz tenue, el héroe nacional se encuentra metido dentro de una reluciente urna de cristal,  vestido con el sencillo traje que utilizado por el líder nacionalista chino Sun Tat Sen, con las manos cruzadas, protegido por cuatro militares con bayonetas de la guardia nacional, de impoluto blanco y totalmente inmóviles.








Antiguamente el mausoleo permanecía cerrado durante los meses de octubre y noviembre, ya que el cadáver era trasladado a Rusia, dónde le realizaban los tratamientos necesarios para su conservación. Pero desde en los últimos años los mismos se hacen in situ,  lo que permite permanecer abierto durante prácticamente todos los días del año.








Para su visita, que es gratuita, es necesario seguir un riguroso protocolo, entrando los extranjeros por una cola especial, siguiendo los amplios espacios diseñados para soportar las grandes filas que se generan para su visita, vigiladas en todo momento por los soldados de la guardia nacional.









Está prohibido introducir cámaras fotográficas y teléfonos móviles; es obligatorio a la entrada hay que descubrirse la cabeza, llevar el resto del cuerpo cubierto hasta las rodillas, no meter las manos en el bolsillo y guardar silencio absoluto y mostrar siempre una actitud respetuosa. La entrada está custodiada permanentemente por dos soldados, con su uniforme blanco, mientras que otros vigilan en el exterior en pose marcial. Soldados que hacen un cambio de guardia muy ceremonial cada seis horas.







En el entorno del mausoleo, en su parte posterior, a orillas de un bonito lago artificial, se encuentran las dos casas que habitó el presidente durante su mandato, modestas como toda su vida, negándose a vivir en el palacio Presidencial, de cuyas instalaciones forma parte, en su momento dedicadas al servicio del mismo.







Y separada por un estanque artificial la segunda de ellas, mandada construir por él, casa de pequeñas dimensiones levantada sobre pilares, en línea con las construcciones de las etnias del norte del país, dónde vivió desde 1958 hasta su muerte.








También se encuentra los jardines y el mencionado palacio Presidencial del gobernador general de Indochina, construido en 1906, y que en la actualidad sólo se utiliza para recepciones oficiales y residencia de invitados especiales.








Enfrente del mausoleo, en el otro lado de la enorme explanada, se encuentra el actual edificio del Parlamento Nacional de Vietnam.








Y a su derecha el edificio que alberga las dependencias del gobierno del país, en mismo color y línea que el palacio Presidencial.









Y la pagoda de una columna o de pilar único, joya de la arquitectura vietnamita, aunque totalmente reconstruida.    http://www.dendecaguelu.com/2016/06/hanoi-pagoda-de-pilar-unico-o-de-la.html




                                          




El mausoleo es sin duda uno de los monumentos más importantes de la historia reciente de Vietnam. No sólo es una atracción turística para los extranjeros que visitan el país, es todo un símbolo para los miles de vietnamitas que día tras día, esperan pacientemente las largas colas para ver a su líder y héroe nacional.









El culto a la personalidad está muy presente en este país asiático, que ha elevado al estatus de semidios a su líder, a quién les guio hacia la libertad y consiguió un país libre, unificado e independiente.
La visita a su mausoleo es la mejor manera de observar la veneración que la sociedad vietnamita siente por él, al que consideran de su propia familia y es venerado en las casas. El tío Ho, que falleció soltero y sin hijos, esta omnipresente en la vida de los vietnamitas, a pesar de haber pasado casi cinco décadas de su muerte.








Es todo un foco de peregrinación, una mezcla entre secular y espiritual, es un anhelo que cumplen desde bien temprana edad. Es llamativo el ritual que se sigue en la entrega de ofrendas de coronas estandarizadas en el mismo, y especialmente en aquellas personas que han vivido y participado en las largas luchas contra los franceses primero y contra los estadounidenses posteriormente, que acuden con sus viejos uniformes y sus medallas.




Grupo de excombatientes en desfile para rendirle honores.




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HOI  AN.
HUÉ.
OTROS.





“Todos los hombres son creados iguales. Ellos son dotados por su Creador con ciertos derechos inalienables, entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”. Ho Chi Minh (1890-1969) revolucionario, político y presidente de la República Democrática de Vietnam.


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