El país es un auténtico puzzle de
pueblos, etnias y leyendas, dónde la realidad y las leyendas conviven desde la
noche de los tiempos.
Etiopía, antiguamente conocida
como Abisinia, es uno de los países más antiguos del mundo y una de las cunas
de la humanidad. Sus orígenes se remontan a más de 3.000 años, dónde los homínidos dieron sus primeros pasos y en cuyo territorio se ha encontrado al antecesor del hombre moderno, Lucy, cuyos restos
descansan en Addis Abeba, la actual capital de lo que es la República Federal
Democrática de Etiopía.
Addis Abeba. Lucy, nuestra antepasada más antigua, descansa en Addis Abeba.
Addis Abeba. Lucy, nuestra antepasada más antigua, descansa en Addis Abeba.
Su historia se entronca con la
del cristianismo y con la mitología bíblica. El que fuera uno de los mayores
reinos del mundo, el segundo más poblado de África y el único en no ser
colonizado, con la excepción de los cinco años de dominio italiano, cuenta con
una larga historia, un rico patrimonio cultural y una naturaleza exuberante.
A Etiopía se le puede definir
como un puzzle de pueblos, etnias y leyendas, a caballo entre la realidad de un
triste presente y la leyenda de un rico pasado, entre la mitología y la
pobreza, dónde la realidad y las leyendas conviven desde la noche de los
tiempos. Donde la historia y las leyendas están escritas, documentadas e
interrelacionadas con reinos mitológicos, invasiones y guerras internas y
externas.
En pocos lugares del mundo, la
mitografía está tan integrada en la sociedad y en la vida de sus de sus
habitantes como en Etiopía. Su historia, ciudades, lugares y hasta lo más
insignificante cuentan con su propia leyenda, tanto que los etíopes son
coleccionistas de mitos y leyendas.
Pero esto no sucede en todo el país, en el denominado gran Sur, el actual Estado de las Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur, dónde se encontraron los primeros restos humanos, carece no sólo de leyendas, sino de todo. Los vestigios del pasado no existen, la historia no se ha escrito, ni con ella las leyendas, bastante tienen con sobrevivir, no tienen pasado y un futuro dudoso, allí el mundo sigue anclado en el pasado.
Pero esto no sucede en todo el país, en el denominado gran Sur, el actual Estado de las Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur, dónde se encontraron los primeros restos humanos, carece no sólo de leyendas, sino de todo. Los vestigios del pasado no existen, la historia no se ha escrito, ni con ella las leyendas, bastante tienen con sobrevivir, no tienen pasado y un futuro dudoso, allí el mundo sigue anclado en el pasado.
Son muchas las existentes, empezando por la del
origen del pueblo etíope. Según el misionero español Ángel Olaren Esnal, que lleva
desde el año 1991 en Wukro (Tigray), su
origen nace enlazada con la tradición cristiana y la creación del mundo. Según
esa, en el Génesis 3,19, al hombre lo moldeó a partir del barro, cogió un poco
de arcilla y lo coció, pero en exceso y se le quemó, de allí viene el pueblo
africano. Al no quedar satisfecho, repitió la acción, pero esta vez la cocción
fue escasa y de allí nació el hombre blanco. Al tercer intento, el resultado
fue perfecto, dorado, de dónde nació el pueblo etíope.
Pero la referente, la que marcó toda su historia e identidad y el inicio de una dinastía de 225 emperadores que gobernó el país hasta el derrocamiento de Haile Selassie I en 1974, el último emperador, es la de la REINA DE SABA, venerada como madre de la nación.
Pero la referente, la que marcó toda su historia e identidad y el inicio de una dinastía de 225 emperadores que gobernó el país hasta el derrocamiento de Haile Selassie I en 1974, el último emperador, es la de la REINA DE SABA, venerada como madre de la nación.
La leyenda de la Reina de Saba.
En el Kebre Neguest, “Gloria de los Reyes”, el libro sagrado de la iglesia ortodoxo etíope, pretendida crónica histórica de sus reyes, se describe su historia; su visita al rey Salomón en Jerusalén; la admiración que sintió por él, por su sabiduría y sus creencias religiosas; la artimaña que este utilizo para yacer con ella el último día de su instancia en Israel y cómo de aquél encuentro nació Menelik -“hombre sabio”-, el iniciador de la saga de reyes abisinios de la dinastía salomónica, descendientes del rey Salomón y la reina de Saba, que gobernó hasta 1974.
En el Kebre Neguest, “Gloria de los Reyes”, el libro sagrado de la iglesia ortodoxo etíope, pretendida crónica histórica de sus reyes, se describe su historia; su visita al rey Salomón en Jerusalén; la admiración que sintió por él, por su sabiduría y sus creencias religiosas; la artimaña que este utilizo para yacer con ella el último día de su instancia en Israel y cómo de aquél encuentro nació Menelik -“hombre sabio”-, el iniciador de la saga de reyes abisinios de la dinastía salomónica, descendientes del rey Salomón y la reina de Saba, que gobernó hasta 1974.
Directamente relacionada con esta
historia/leyenda, está la que es el punto central del culto y la adoración
cristiana en Etiopía, la historia/leyenda del ARCA DE LA ALIANZA.
La leyenda del Arca de la Alianza.
La leyenda del Arca de la Alianza.
En el mismo libro se describe el viaje
que Menelik hizo a Jerusalén a visitar a su padre, y como después de desestimar
su oferta para ser rey en Israel, y antes de volver urdió el plan para llevarse
consigo el Arca que la Biblia fija su construcción por orden divina y que
cobijaba a las “Tablas de la Ley”, en las que Moisés escribió los Diez
Mandamientos.
También que una vez informado el rey del
robo, este tuvo un sueño, en el que el dios judío le hizo ver que la acción de
su hijo era fruto de los designios divinos para proteger el arca de los
desastres futuros que padecería Israel, dejando sin efecto la demanda que tenía
de sus sacerdotes de perseguir a su hijo. Desde entonces los etíopes se
consideran el pueblo elegido.
Después de estar escondido en un monasterio
de lago Tana durante más de 800 años, desde el año 355 d.C se encontraría en la
iglesia de Nuestra Señora de Santa María de Sion, en Axum. El Arca está
simbolizada en todas las iglesias cristianas ortodoxas existentes en el país,
se calcula que son más de veinte mil, por el Tablot, una réplica de las Tablas de la Ley, consistente en unas
tablas de madera o piedras decoradas con pinturas o grabados del santo a la que
está dedicada.
También en esa ciudad sagrada, se cuenta
la existencia de la tumba del rey Mago negro, Baltasar, en una pequeña capilla,
que los etíopes relacionan directamente con el rey Bazen.
Lalibela, la antigua Roha, fue la
segunda capital del antiguo imperio etíope de la dinastía Zagüe, después de
Axum. Gebra Maskal Lalibela, fue el
emperador que reino entre los años 1172 y 1212. Canonizado por la iglesia
etíope, ha sido uno de los máximos exponentes –sino el más- de la devoción
cristiana del país.
A él se debe la construcción de los
templos más peculiares, misteriosos e imponentes posiblemente del mundo: LAS
IGLESIAS DE LALIBELA, monolíticas construidas bajo el nivel del suelo, de
arriba abajo. Conjunto tan sumamente singular, cuya construcción sigue en
nuestros días siendo una incógnita, al no existir o encontrado, documentación alguna
sobre la misma. Cabalas, tesis y leyendas, si que ahí.
Lalibela, sus iglesias y la leyenda de su construcción.
Lalibela, sus iglesias y la leyenda de su construcción.
Sobre el
emperador y las construcciones, varias son las leyendas que se fueron
transmitiendo de generación en generación. Alguna parece ser recogida en el
libro de Actas de Lalibela, realizado en el siglo XV, que recoge la historia de
su reinado.
Está cuenta como
de recién nacido un enjambre de abejas lo rodeo sin hacer daño, lo que fue
interpretado por su madre como que de mayor sería rey. Como fue envenenado por
su hermano, y transportado al cielo por unos ángeles, dónde pudo contemplar
construcciones singulares. Como fue devuelto por Dios a la vida, con la
instrucción de edificar esas construcciones cuando fuese rey. Y como al ser
coronado mandó edificar las once iglesias monolíticas, que fueron construidas
en tan solo 24 años gracias a que los ángeles continuaban por la noche el
trabajo que los hombres realizaban en el día.
Pero si una leyenda envuelve la construcción general del conjunto, algunas de las edificaciones tienen la suya propia. Como la del “pilar de unidad de la fe” que hay en Bete Maryam, en el grupo de las iglesias de la Lalibela Terrenal, consagrado por ser dónde el rey vio a Jesucristo oficiar misa.
Pero si una leyenda envuelve la construcción general del conjunto, algunas de las edificaciones tienen la suya propia. Como la del “pilar de unidad de la fe” que hay en Bete Maryam, en el grupo de las iglesias de la Lalibela Terrenal, consagrado por ser dónde el rey vio a Jesucristo oficiar misa.
O la
construcción en el grupo de la Lalibela Celestial de la iglesia Bette Aba Líbanos,
atribuida a la esposa del rey, que junto con un grupo de ángeles realizó la
obra en una sola noche.
O como la última
en construirse, y que está separada del resto, fue debido a la visita que el
patrón etíope, San Jorge, hizo al rey mostrándole su enfado por no haberle
dedicado ninguna iglesia. Y como este le prometió dedicarle la mejor de todas
ellas.
Sobre iglesias y
monasterios hay muchas más leyendas, como la de DEBRE BRIAHN SELASSIE, la
iglesia de la “Trinidad en el monte de la Luz”, de Gondar.
Gondar. Debre Birhan Selassie, la iglesia de los querubines.
Gondar. Debre Birhan Selassie, la iglesia de los querubines.
Esta sufrió
importantes ataques musulmanes durante la guerra manhdista, que trajo consigo entre
otras, graves consecuencias la muerte del emperador y la destrucción de casi la
totalidad de las iglesias cristianas en la entonces capital imperial en 1888.
De todas ellas la sólo se libró
la iglesia de la Trinidad, que según la leyenda, fue gracias a que fue defendida
por las abejas que vivían en su entorno cuando el ataque musulmán.
En Etiopía, dónde todo es verdad y todo
mentira, pocos acontecimientos históricos no están relacionados con una
leyenda. Por ejemplo la elección de GONDAR como capital imperial en 1632, dónde
permaneció hasta 1855.
Gondar. Historia viva de Etiopía.
Gondar. Historia viva de Etiopía.
Está tiene dos versiones. La
primera la relación con el Arcángel San Gabriel, que se acerco al emperador
Lebna Dangal y le dijo ”Busca y encuentra
el lugar para la nueva capital, cuyo nombre debe de empezar por G”. El
emperador y sus sucesores fundaron Guzara y Górgora, pero no fue hasta la
fundación de Gondar, cuando el deseo fue cumplido.
La otra está directamente relacionada
con el fundador de la ciudad, Fasilidas, hijo del entonces emperador Susinios,
quien llegó al lugar persiguiendo un búfalo. Estando perdido encontró a un
ermitaño, que estaba al píe de una laguna, quien le sorprendió reconociéndolo y
mandándole levantar dónde estaban un castillo, con los tesoros que se hallaban
debajo de la laguna, que fuese la residencia real.
El lago Tana, su
entorno y sus monasterios, es rico en el apartado mitológico. En uno de sus
monasterios estuvo durante 800 años el Arca de la Alianza del rey Salomón, que
llego a esas tierras en el año 400 a.C. En él está la piedra donde descanso la
Virgen María de regreso de su viaje a Egipto. Sobre sus aguas volaron santos.
Estos mataban monstruos con solo tocarles con la cruz. O incluso los troncos
navegaban solos por el lago hasta los lugares donde se levantaron las iglesias.
Mil y un leyendas sobre una de las maravillas de la naturaleza y que guarda en
sus islas un impresionante patrimonio religioso que a llegado intacto hasta
nuestros días.
Lago Tana, el mar interior y espiritual de Etiopía.
Lago Tana, el mar interior y espiritual de Etiopía.
En Etiopía el CAFÉ es uno de sus
símbolos, siendo el sexto productor mundial y el primero africano, del que
dependen directamente o indirectamente más del 25 % de su población y es el
producto más exportado y que mayor riqueza genera. El arbusto de cuyos granos
secados, tostados y molidos se obtiene, es originario del país, y como tal está
documentado.
El café en Etiopía. Leyenda, rito, ceremonia y hospitalidad.
El café en Etiopía. Leyenda, rito, ceremonia y hospitalidad.
Y como todo en Etiopía, dónde la
leyenda es realidad y la realidad leyenda, su origen no iba a estar exento de
la consabida leyenda, o mejor dicho leyendas, ya que hay diferentes versiones
sobre el mismo.
A Kaldi, un humilde pastor en
algún lugar de la región de Kaffa, se le
atribuye el descubrimiento. Quien sorprendido por el extraño comportamiento de
sus cabras, observa sus movimientos y lo relaciona con el consumo de unos
pequeños frutos rojizos que florecen en unos arbustos, probándolos él también,
sintiendo anormales síntomas de vitalidad.
Recoge varios frutos, y a la
vuelta a su casa se lo cuenta a su mujer, quien probándolo le aconseja llevar
el que llamaron “producto del cielo” a los monjes de un monasterio cercano. La reacción no fue la que el matrimonio
esperaba, quienes se sorprendieron al ver que los religiosos calificándolo como
un “producto del diablo” lanzaban los granos al fuego. Al poco rato el aire se
lleno de un dulce aroma, por lo que algunos monjes rescataron los granos y los
metieron en agua para mantener el fresco aroma. Los más osados, probaron dicho
agua hervido y el resultado ya es bien conocido por todos.
Estos son algunos de los ejemplos
más importantes de la intrínseca relación entre la historia de Etiopía y sus
leyendas, solapadas una con otra, donde sus gentes se mueven entre las leyendas
y los mitos y la triste realidad de su día a día.
MÁS INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA. ARTÍCULOS SOBRE ETIOPÍA.
** Dirección: C / Barcelona, 6, 5º D. 28940 Fuenlabrada. Madrid.
Presidenta: Yeshi Beyene Hagos. Teléfono: 669-750-383.
Vicepresidente: Diego Caballo Ardila. Teléfono: 616-470-139.
Correo electrónico: ayme.ongd@gmail.com
** Enlace vídeo de la creación de AYME:
** Guía en Etiopía: Eshetu Fanta. Email: salvavidas.fanta@gmail.com Teléfono: +251 911603107
“Etiopía
es el país donde las leyendas más descabelladas podrían hacerse realidad, dónde
la leyenda cuenta que se encuentra el arca perdida de Indiana Jones”. Anónimo.
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