miércoles, 20 de mayo de 2020

Gondar, historia viva de Etiopía.

Capital imperial durante más de dos siglos, referencia turística, varios de sus monumentos son Patrimonio de la Humanidad.


Amara es uno de los ocho Estados en los que junto con tres Ciudades Autónomas, está dividida la actual República Democrática Federal de Etiopia, su capital es Bahar Dar, cuenta con una población de 28.000.000 habitantes, pertenecientes a la etnia amara, practicantes del cristianismo copto y su lengua oficial es la amariña.
A él pertenece Gondar, situada a una altitud de 2133 metros, a los píes de las montañas de Simien, y al norte del lago Tana, que cuenta con una población de 750.000 habitantes, distante 176 de la capital estatal y 730 de la nacional, Addis Abeba.
Su fundación no está exenta de la inevitable leyenda etíope. Está tiene dos versiones. La primera la relación con el Arcángel San Gabriel, que se acerco al emperador Lebna Dangal y le dijo”Busca y encuentra el lugar para la nueva capital, cuyo nombre debe de empezar por G”. El emperador y sus sucesores fundaron Guzara y Górgora, pero no fue hasta la fundación de Gondar, cuando el deseo fue cumplido. La otra está directamente relacionada con el fundador de la ciudad, Fasilidas, hijo del entonces emperador Susinios, quien llegó al lugar persiguiendo un búfalo. Estando perdido encontró a un ermitaño, que estaba al píe de una laguna, quien le sorprendió reconociéndolo y mandándole levantar dónde estaban un castillo, con los tesoros que se hallaban debajo de la laguna.





Sede imperial desde 1632 hasta 1855, su capitalidad se estableció después de que el imperio careciera de una capital estable durante un largo período de tiempo, exceptuando cuando estuvo en Axum y Lalibela, siendo por su permanencia, la segunda capital por detrás de Axum. Por ello la ciudad se convirtió en un centro político, administrativo, comercial, religioso y cultural muy importante durante cerca de 250 años.





El jesuita misionero español Pedro Páez, tuvo un papel muy destacado en la historia del siglo XVII en Etiopía. Convirtió al catolicismo a dos emperadores, consiguió que fuese la religión oficial nacional y construyó el palacio del emperador Susinios y varias iglesias.
Tras su muerte en 1622, los jesuitas establecidos en el país pecaron de su imprudencia y cometieron graves errores, que desencadenaron en una guerra civil entre cristianos católicos y ortodoxos. Susinios, que gobernó el país entre 1607 y 1632 y proclamo el estado católico lidero a los primeros, mientras que su hijo Fasiladas a los ortodoxos que salieron vencedores.




El cuarto hijo de Susinios fue proclamado emperador en 1630, pero no asumió el trono hasta la abdicación de su padre en 1632. Guiado por las historias que oyó a los jesuitas y a Páez sobre grandes ciudades, eligió Gondar como la nueva capital imperial, acabando con el largo período semi nómada de las cortes imperiales etíopes. La fundo y le dio el rango de capital imperial, bajo cuyo mandato se reinstauró la religión ortodoxa, y se expulso a los jesuitas y a los católicos del país, y se cerró el país a las influencias occidentales.





Gondar cuenta con un importante patrimonio arquitectónico civil y religioso merecedor de la declaración de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979, lo que a su vez la convierte en la principal oferta turística histórica cultural de Etiopía.






Los emperadores que gobernaron desde Gondar, pasaron a la historia por ser grandes impulsores de obras civiles, militares y religiosas, con un estilo de construcción propio que se ha denominado de Gondar o gondoriano. En él que sobre la base local axumita, se integraron las influencias de estilo barroco europeo introducido por los misioneros portugueses en los años anteriores y las técnicas arquitectónicas indias aportados por los maestros constructores llegados de Goa con los misioneros.





Su referente es el conjunto del “FASIL GEBBI”, el recinto real, que cuenta con una extensión de 70.000 metros cuadrados, rodeado por una muralla de 900 metros de longitud, con doce puertas y doce puentes. Toda una ciudad imperial, de arquitectura medieval europea, enclavada en África, lo que ha merecido ser calificada como “la Camelot africana”.
Gondar. Recinto real, el Fasil Gebbi.




Conjunto iniciado por el fundador de la ciudad, el emperador Fasilidas, en 1632, continuado por sus sucesores, afanados cada uno en dejar su sello, con las construcciones a pocos metros de distancia del mismo, del resto de fortalezas, iglesias y baños, que complementan un conjunto arquitectónico único en el país y en África.





Seis, son los castillos, los construidos por los emperadores Fasilidas (1632-67); Yohannes I (1667-82);  Iyasu I (1682-1706); Dawit III (1716-21); Bakafa (1721-30) y el de la emperatriz Mentewab, esposa de Bakafa y regente de su hijo Iyasu II (1730-55).   




    
Que complementan otras construcciones auxiliares levantadas en el siglo XVII destinadas a diferentes funciones, como archivo real, baños turcos, casa de los músicos, de las hilanderas, cuadra, iglesias, jaula de los leones, sala banquetes y edificios administrativos. Todos ellos conectados por túneles y pasillos.






Otro referente, son los BAÑOS DEL EMPERADOR FASILADES, es un recinto cerrado por un alto muro de piedra con seis torreones, que acoge un palacete de dos plantas, rodeado de una piscina rectangular de 2800 metros cuadrados, data de la época del fundador imperial, que utilizo el recinto en período estival como segunda residencia.

La enorme piscina que se llenaba con el agua de los ríos de los alrededores, fue creado para cumplir una doble función. La de la práctica de deportes y para acoger ceremonias religiosas. Aún ha día de hoy, se sigue utilizando en la fiesta del Timkat, de la Epifanía, la gran religiosa copta, que tiene lugar entre el 18 y 20 de enero, en la que se rememora el bautizo de Jesús en las aguas del río Jordan.





En Gondar se produjo un nuevo y destacado desarrollo de la historia del arte cristiano. Las pinturas religiosas que cubren las paredes y los techos de las iglesias, de los monasterios, las páginas de los libros sagrados, etc, han sido definidas como arte bizantino africano, que llegó desde Constantinopa siguiendo las huellas del cristianismo en el siglo VI. Basado en reflejar hechos de la historia sagrada y de la vida de santos y mártires. En Gondar se sumaron la aparición de las figuras de los reyes con sus coronas imperiales, reinas con sus collares, caballos con sus sillas y estribos, y soldados con lanzas y escudos, todos con sus elementos etíopes diferenciadores. Hasta un total de 44 iglesias, se estiman las construidas en los dos siglos y medio en el que la corte estuvo allí asentada.





La guerra manhdista (1881-99) entre Egipto y Sudán, afecto directamente a Etiopía, ya que las tropas musulmanes sudaneses atacaron sucesivamente Gondar, al estar en la ruta comercial creada a través del río Nilo. Guerra que supuso, entre otras, graves consecuencias la muerte del emperador Negusa Nagast (Juan IV) y la destrucción de casi la totalidad de las iglesias cristianas en la entonces capital imperial.





El monasterio e iglesia de DEBRE BRIAHN SELASSIE, es la única iglesia de la capital y su entorno que se libró de los ataques musulmanes. Construida en el año 1690 por el emperador Iyasu I, su estética rompe con la tradición de las iglesias cristianas coptas, que en su práctica totalidad son de planta circular, con un cubo interior.
Gondar. Debre Birhan Selassie, la iglesia de los querubines.






Rectangular, con paredes de piedra y puertas arqueadas repartidas por todas sus caras, que complementa un elevado número de ventanas. Su techumbre, de paja y dos niveles, está coronada con la clásica estructura copta con los siete huevos de codorniz.





Todo su interior está cubierto con pinturas, muy realistas, auténtico universo de colores y símbolos religiosos que lo envuelven todo. Siendo lo más llamativo, diferencial, destacable y célebre su techumbre, que se ha convertido en uno de los símbolos del país y una de sus imágenes más reproducidas.  Simboliza un cielo de querubines,  compuesta por ochenta cabezas de ángeles alados, querubines de grandes ojos que miran hacia todas las direcciones, y que representan la omnipresencia de Dios.






El monasterio de Mariam Ghemb, también llamado Socinios; la iglesia de Kuddus Yohannes; el palacio de Guzara y el complejo palaciego de la emperatriz Mentewab y el cenobio de Kuskuam, conforman el resto del patrimonio protegido por la Unesco.





En la época de esplendor en Gondar, llegaron a vivir más de 65.000 personas, considerándose la segunda ciudad del mundo con más población, y su fama y opulencia traspasaron fronteras.
Su decadencia fue producto de las intrigas y las luchas dinásticas, agravándose con el traslado del gobierno imperial, por el entonces emperador Tewodros II, primero a Debre Tabor y a Magdala después. Posteriormente fue saqueada por los mahdistas sudaneses, y por último ocupada por las tropas italianas.





En la actualidad, la ciudad es uno de los referentes turísticos y comerciales del país. Perfectamente comunicada, su red de carreteras es de lo más digno del país y cuenta con el aeropuerto de Azezo, a unos 10 kilómetros del centro urbano.





A los monumentos civiles y religiosos declarados como Patrimonio de la Humanidad, se suman otros, como el puente de Fasilidas, el palacio Ras Mikael Suhal, el mercado o sus aldeas judías. Además de los encantos de su entorno, como la antigua capital Gorgora, o las aldeas de Guzara y Kosoyé.
En ella se dan cita muchos etíopes en las cuatro grandes fiestas religiosas anuales. El 7 de enero, celebración de la Genna (Navidad); el 19 de enero, del Timket (Epifanía); el 27 de abril, Fasika (la Pascua) y 27 de septiembre, Meskel (hallazgo de la verdadera cruz). Fiestas, en los que los gondorianos, lucen sus mejores galas y sus peculiares vestidos autóctonos.





La urbe está asentada a las faldas de las montañas Simien, su otro gran foco de atención. Declaradas Parque Natural en 1978, en ellas la erosión secular masiva ha creado un maravilloso espectáculo de picos, valles hondos y precipicios escarpados, que sirven de refugio a especies de animales extremadamente raros, que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo.




Urbanísticamente, en su parte baja, aún se mantienen construcciones de finales de los años 30 del siglo pasado cuando estuvo ocupada por los italianos, quienes dejaron su huella con las mismas, dando a la zona un estilo italiano que aún pervive.






A pesar de su importancia, la región y la ciudad no están exentas de la endémica pobreza y miseria asentada en Etiopía. Se calcula que el 84 %  de la población etíope vive en zonas rurales y su acceso a instalaciones sanitarias es casi inexiste, lo que le coloca en el puesto 169 de los 177 en el índice de Desarrollo Humano elaborado por la ONU.
Esta situación, en general, y la experiencia vivida por ella con familiares directos, ha motivado que un gondoriana asentada en Madrid desde hace más de tres décadas, Yeshi Beyene Haos, fundara en el año 2011 la ONG: “AYUDAMOS A MAMÁ EN ETÍOPIA” (AYME). 





Nombre, que es una toda una declaración de intenciones y objetivos, que no es otro que “Reducir la mortalidad infantil  mediante formación previa al parto, asistencia durante el mismo y mejorar los cuidados neonatales”. Tras años de trabajo recabando apoyos, el 25 de septiembre de 2018, la ONG inauguró a las afueras de Gondar: “MULU, MATERNIDAD INFANTIL”.
Mulu Maternidad Infantil, en Gondar. Un poco de Asturias ayuda a la vida en Etiopía.





Proyecto en fase de expansión, que fue posible gracias a las donaciones de los terrenos por la región de Gondar, y las económicas y materiales del Gobierno del Principado de Asturias, los Ayuntamientos de Gijón, Coslada y Fuenlabrada, la Fundación Alimerka y de Mensajeros de la Paz.






Con motivo del viaje turístico-humanitario que hemos realizado a Etiopía, organizado por la ONG y mi compañero en la FEPET –Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo- Diego Caballo, vicepresidente a su vez de AYME, pude conocer el día 18 de febrero de 2020, la ciudad y las instalaciones de la Maternidad.




La visita a Mulu, ha sido toda una sensacional experiencia, con las emociones a flor de piel en todos nosotros, y con la satisfacción de que las modestas aportaciones económicas y materiales que realizamos a la ONG tenían el mejor destino posible.





Yeshi está orgullosa, y con razón, de lo que de momento ha conseguido la ONG. Como también agradecida por el viaje realizado, por lo que realizo las gestiones oportunas para que los viajeros fuesen recibidos por las máximas autoridades locales y de la Universidad.





El Ayuntamiento tuvo a bien recibir a los viajeros en un almuerzo de trabajo, en el que estuvo representado por el teniente de alcalde y el concejal de turismo. En el que pudimos intercambiar impresiones sobre el turismo en la ciudad, sus inquietudes, las posibilidades de desarrollo y los programas que piensan emprender. El desarrollo turístico en Gondar a un le falta mucho, son conscientes y están abiertos a todo tipo de sugerencias. Sin duda, buen planteamiento. Ojala tengan suerte.





El acuerdo con la Universidad de Gondar, permite el funcionamiento de la ONG, ya que es la facultad de Medicina quien facilita la presencia y trabajo de todo el personal sanitario en la misma. El acuerdo es muy satisfactorio como nos manifestaron su rector y el decano de la Facultad, en la visita que cursamos al recinto universitario, dónde pudimos conocer de primera mano el alto número de estudiantes que vive y estudia en el inmenso recinto universitario, así como los diferentes acuerdos que tienen con otras universidades de diferentes países del mundo.





Buena sensación por lo que significa para un país con un índice de analfabetos muy alto, y con alta necesidad de profesionales de diferentes especialidades para alcanzar un nivel de vida digno. Pero reflexionando con los compañeros y en el poco tiempo que llevábamos en el país, uno no llega a entender esa apuesta tan importante por la enseñanza universitaria, y que la profesional prácticamente ni exista ni se le espere. Algo falla, como en realidad falla en España también.





Sobre la ciudad y sus monumentos, una vez visitado solo una pequeña parte de su rico patrimonio, en concreto el Fasil Gebbi, los baños del emperador Fasilades y la iglesia de Debre Briahn Selassie, uno no puede estar más de acuerdo con la decisión de la Unesco de declararlos Patrimonio de la Humanidad.





El recinto real, es sencillamente impresionante, pese a que una amplia parte este semiderruido y su nivel de conservación sea manifiestamente mejorable. Es fácil viendo los peculiares castillos y sus edificios complementos, como sería la vida y el movimiento que tendría en sus tiempos más florecientes. Pocas cortes mundiales han dispuesto de lo que disponían los emperadores etíopes. No me gustan los tópicos, pero su calificativo de Camelot africano, es muy afortunado, con la diferencia de que esta es fehaciente y se puede visitar.





Los baños del emperador, siendo una regia construcción en un entorno natural muy acogedor, no me han transmitido las mismas sensaciones que el recinto real. Posiblemente si la visita coincidiese con los días de celebración de la Epifanía, mi opinión fue distinta, aunque sería religiosa y social, no arquitectónica.





Sobre el cenobio de los querubines, sobran las palabras, el calificativo que le pongo es de espectacular. Un conjunto único, en un entorno de recogimiento, en el que su peculiar planta rectangular –la única que vimos en todo el país- se relanza con su contenido interior.
Posiblemente, no sólo haya sido el interior más decorado que haya visto en una iglesia, sino que también el de mayor calidad artística. Su techumbre totalmente cubierta con caras de querubines que lo observan y fijan su mirada en todas direcciones, es sobrecogedora. Es una obra única digna de visitar. Caras que luego recordé a diario, ya que una de las cervezas más populares, la Habesha, luce la cara en etiqueta y chapa.







Gondar tiene mucho que visitar, pero la premura de tiempo permitió lo que permitió. En la mochila quedaron las ganas de visitar el resto de su patrimonio, y sobre todo “patear” por las montañas de Simien, paraíso natural que espero poder visitar alguna vez.









MÁS INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA. ARTÍCULOS SOBRE ETIOPÍA.


WEB ONG: AYME (AYUDAMOS A MAMA EN ETIOPÍA:  www.aymeong.es
** Dirección: C / Barcelona, 6, 5º D. 28940 Fuenlabrada. Madrid.
     Presidenta: Yeshi Beyene Hagos. Teléfono: 669-750-383.
     Vicepresidente: Diego Caballo Ardila. Teléfono: 616-470-139.
     Correo electrónico: ayme.ongd@gmail.com            
** Enlace vídeo de la creación de AYME:

** Guía en Etiopía: Eshetu Fanta. Email: salvavidas.fanta@gmail.com Teléfono: +251 911603107
** Fotos no firmadas, de compañeros del viaje.





“A lo largo de nuestra historia, la corte imperial no fue sino un campamento nómada que se desplazaba de un lugar a otro, de una provincia a otra, según iban llegando los informes de los servicios secretos imperiales, cuyo contenido consistía en investigar en qué provincia se esperaba una buena cosecha y dónde se había observado un importante incremento de rebaños”. Ryszard Kapuscinki (1932- ) escritor polaco, en su obra El Emperador.



No hay comentarios:

Publicar un comentario