sábado, 23 de mayo de 2020

Catedral de San Jorge, en Addis Abeba, el santuario de los rastafaris.

Construida para conmemorar la victoria sobre los italianos en 1896, es lugar habitual de peregrinación de los rastafaris.


Addis Abeba, la actual capital de la República Democrática Federal de Etiopía, es a su vez una de las tres Ciudades Autónomas del país, capital del Estado de Oromiya –uno de los ocho que conforman la República- y diplomática de la Unión Africana.
Fundada en 1886 por el entonces rey de Showa, y posteriormente emperador Menelik II, a petición de su esposa la emperatriz Taytu, su nombre en amárico significa “Flor nueva”, en honor a la mimosa, no vista en otros lugares de Etiopía.
Capital desde 1888, es la tercera ciudad más alta del mundo, situada a 2.500 metros de altitud, ocupa una extensión de 540 kilómetros cuadrados, y su población supera los seis millones de habitantes, en la que conviven hasta 82 etnias que practican religiones diferentes, de los que el 60 % son cristianos ortodoxos.
La iglesia ortodoxa etíope es independiente desde el año 1959, siendo su máximo exponente el Abune o Patriarca, que reside en Addis Abeba, dónde hay dos Catedrales: la de la Santísima Trinidad, sede oficial de la Archidiósis Ortodoxa, y dónde son entronizados su patriarcas y obispos, y la de San Jorge.
Addis Abeba. Catedral de la Santísima Trinidad, la referencia ortodoxa de Etiopía.






Ambas tienen un nexo común en su construcción, el de conmemorar victorias frentes a los italianos, únicos invasores que tuvo el país en su historia. La de la Trinidad lo fue en 1942, conmemorando la liberación de la ocupación italiana que padeció el país entre 1936 y 1941. La de San Jorge, por la victoria en la primera guerra con los italianos.






Situada en el centro de la ciudad, en el extremo norte de la calle Churchill, la arteria principal de la capital, y a escasos 300 metros de la Piazza, San Jorge fue construida para conmemorar la victoria etíope en la batalla de Adwa en 1896.





Orden del entonces emperador y fundador de la ciudad, Menelik II, su diseño es obra del arquitecto italiano Sebastiano Castagna, y fue construida por los prisiones de guerra italianos capturados en la batalla.






Situada en un recinto vallado ajardinado, la catedral se complementa con un museo, sito a la derecha de la entrada principal.





De estilo neoclásico, arquitectónicamente responde al modelo octogonal, clásico de las iglesias ortodoxas etíopes.





Su exterior está coronado por una cúpula, que a su vez lo está con una estructura circular compuesta por el ícono copto  de los “siete huevos de avestruz”, que simboliza los “siete cielos”, inspirado en esta ave que nunca deja el huevo sólo mientras lo incuba.




Su interior, responde igualmente al modelo ortodoxo, compuesto por un cubo, rodeado por un circulo de poco más de 3 metros de ancho, El llamado “maqda”, santuario interior al que sólo tiene acceso el sacerdote encargado de la custodia de al réplica del Arca de la Alianza, que guardan todas las iglesias.






Interior muy luminoso, al permitir las altas vidrieras existentes en todo el exterior octogonal, la entrada de la luz natural.




Las pinturas, unas con temática religiosa y otras civiles, con imágenes sobre la guerra y los posteriores acuerdos, son obra del artista etíope Afewerke Tekle, uno de los referentes a nivel nacional.







Dedicada al patrón de Etiopía, San Jorge, su imagen montado a caballo clavando la espada al dragón, aparece repetida varias veces.






Las ceremonias religiosas ortodoxas se realizan alrededor del maqda, utilizándose diversos útiles e instrumentos, entre ellos enormes tambores y bastones. Que se encuentran diseminados por el círculo exterior. Tambores, cuyos parches o membranas exteriores, simbolizan el Viejo y el Nuevo Testamento.





San Jorge es lugar habitual de peregrinación para los rastafaris, y en ella fueron coronados la emperatriz Zewditu en 1917 y el emperador Haile Selassie en 1930.





Durante la ocupación italiana, fue incendiada por estos en 1937, siendo restaurada después de la liberación a la vuelta del exilio en 1941 por el emperador Haile Selassie.





El museo de la Catedral acoge reliquias procedentes de otras iglesias. Cuadros de temática religiosa, cruces de diferentes diseños y tamaños, iconografía varia, libros antiguos, pergaminos, sombrillas ceremoniales, trajes de sacerdotes, e incluso rifles usados en la batalla de Adwa, forman parte de su contenido. Que se complementa con una sección dedicada al emperador que la reconstruyó y a su esposa, con ropaje y objetos personales de los mismos.





Catedral que hemos visitado en el viaje realizado al país africano en febrero de 2020, siendo la primera de las muchas visitadas. 






En la visita me llamo la atención la cantidad de gente que estaba por los jardines y alrededor de la misma, así como los que rezaban pegados a sus paredes.





Posteriormente supe que las mujeres tienen prohibido el acceso al interior cuando tienen el período menstrual, al igual que lo tienen prohibido todos los que hayan vulnerado alguno de los mandamientos.





Lo de rezar y besar la pared durante tres veces, es practica habitual de los más religiosos. Como es habitual que todos inclinen su cabeza al pasar por delante de una iglesia, y santiguarse al continuar su camino.







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“Los cristianos ortodoxos no veneran imágenes en relieve, estatuas o esculturas, solo lo hacen ante figuras pintadas en cuadros o frescos, que reproducen los símbolos eternos de la iglesia católica”. Joaquín Lorenzo Moreno, escritor español, en su obra de “Abisinia a Etiopía”.

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