Ubicada en la calle Milicias Nacionales, es obra del escultor asturiano Vicente Santarúa.
Oviedo, tercera capital del reino de Asturias, y por tanto en su momento de España, ostenta la capitalidad del Principado de Asturias, estando ubicado en el centro neurálgico del mismo.
Vertebrado en 30 parroquias, su
extensión es de 186,15 kilómetros cuadrados, se encuentra a una altitud de 227
metros sobre el nivel del mar, resguardado por el monte Naranco al norte, y la
sierra del Aramo al sur, y su censo poblacional es de 220.406 habitantes –censo
de 2020-.
Oviedo es una ciudad repleta de magia,
la vieja dama del norte de España renueva cada día su encanto. Si algo la
define es el exquisito cuidado de todos sus rincones. Visitarla y recorrerla es
una aventura apasionante, la alta peatonalización de sus calles –tanto del
centro como de barrios- permite al visitante el disfrute de parques, edificios,
plazas, esculturas, fuentes, rincones y sobre todo gentes, y todo ello
enmarcado en una máxima limpieza que le ha valido para ser galardonada en
diferentes ocasiones como la ciudad más limpia de España.
Moderna y vital, pero repleta de
historia, sus doce siglos de historia le permiten atesorar un patrimonio
artístico como pocas ciudades españolas. Sus íconos monumentos del arte
prerrománico, declarados Patrimonio de la Humanidad, se complementan con
múltiples edificios civiles y religiosos, como la Catedral, componiendo un
paisaje urbano al que complementan monumentos conmemorativos y esculturas.
Paisaje que se ha visto incrementado
notablemente en las dos últimas décadas, debido al auge de esculturas que
proliferan por todos sus rincones. Más de ciento cincuenta esculturas y
monumentos, muchas en tamaño natural a píe de calle, la convierten en un museo abierto e
interactivo las veinticuatro horas, símbolos inmortales y representativos de la
ciudad, susceptibles de ser tocadas, abrazadas y fotografiadas.
En la céntrica calle Milicias Naturales,
perpendicular a la calle Uría y al parque San Francisco, caminando hacia este
se encuentra desde el 1 de mayo de 2003 la escultura al famoso y polémico
actor, guionista y director de cine estadounidense Woody Allen.
En la línea marcada por el consistorio
carbayón la escultura fue encargada en octubre de 2012 a raíz de la visita que
el cineasta realizo a la ciudad con motivo de la entrega de los premios de la
por entonces Fundación Príncipe de Asturias, que tuvo a bien galardonarlo con
el premio “Príncipe de Asturias de las Artes 2012”, cuyo jurado tomo su
decisión en base a “su ejemplar
independencia y su agudo sentido crítico que le perfilan como un ciudadano del
mundo anclado en Nueva York. Toda su obra goza de un estilo propio y su
experimentación en todos los géneros, desde el cine negro al musical, pasando
por la tragedia griega y la reinvención de la comedia, ha contribuido al
desarrollo del séptimo arte”.
En el marco de la entrega de los
Premios, el polifacético artista definió en una conferencia a la ciudad como «Oviedo es una ciudad deliciosa, exótica, bella, limpia, agradable,
tranquila y peatonalizada; es como si no perteneciera a este mundo, como si no
existiera... Oviedo es como un cuento de hadas». Aquellas palabras figuran
ahora en una placa a los pies de la estatua de Allen, y según palabras de su
autor, el resultado muestra a una persona relajada y atónita al contemplar
Oviedo.
Escultura que se
encuentra a píe de calle, sin ningún tipo de pedestal, realizada en bronce en
estilo hiperrealista por el escultor asturiano nacido en Candas en 1936,
Vicente Martínez-Santarúa Prendes, fundida en los talleres de Bronces Artisticos, de Madrid, cuyas medidas superan en 10 centímetros a la
altura real de Woody.
Cofradía del Desarme, II Gran Capítulo, octubre 2014.
Cofradía Doña Gontrodo, III Gran Capítulo, 2010.
Cofradía Doña Gontrodo, IV Gran Capítulo, 2012.
Cofradía Doña Gontrodo, V Gran Capítulo, 2014.
Día de América en Asturias. Oviedo, LXIII edición, 19 de septiembre de 2013.
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