Ubicadas en la plaza del Carbayón, en uno de los puntos de acceso de la ciudad.
Oviedo, tercera capital del reino de Asturias, y por tanto en su momento de España, ostenta la capitalidad del Principado de Asturias, estando ubicado en el centro neurálgico del mismo.
Vertebrado en 30 parroquias, su extensión es de
186,15 kilómetros cuadrados, se encuentra a una altitud de 227 metros sobre el
nivel del mar, resguardado por el monte Naranco al norte, y la sierra del Aramo
al sur, y su censo poblacional es de 220.406 habitantes –censo de 2020-.
Oviedo es una ciudad repleta de magia, la vieja
dama del norte de España renueva cada día su encanto. Si algo la define es el
exquisito cuidado de todos sus rincones. Visitarla y recorrerla es una aventura
apasionante, la alta peatonalización de sus calles –tanto del centro como de
barrios- permite al visitante el disfrute de parques, edificios, plazas,
esculturas, fuentes, rincones y sobre todo gentes, y todo ello enmarcado en una
máxima limpieza que le ha valido para ser galardonada en diferentes ocasiones como
la ciudad más limpia de España.
Moderna y vital, pero repleta de historia, sus
doce siglos de historia le permiten atesorar un patrimonio artístico como pocas
ciudades españolas. Sus íconos monumentos del arte prerrománico, declarados
Patrimonio de la Humanidad, se complementan con múltiples edificios civiles y
religiosos, como la Catedral, componiendo un paisaje urbano al que complementan
monumentos conmemorativos y esculturas.
Paisaje que se ha visto incrementado
notablemente en las dos últimas décadas, debido al auge de esculturas que
proliferan por todos sus rincones. Más de ciento cincuenta esculturas y
monumentos, muchas en tamaño natural a píe de calle, la convierten en un museo abierto e
interactivo las veinticuatro horas, símbolos inmortales y representativos de la
ciudad, susceptibles de ser tocadas, abrazadas y fotografiadas.
Oviedo, como otras ciudades españolas, se sumó a
la moda surgida en los últimos años de colocar en algún sitio estratégico las
letras que componen el nombre de la ciudad en forma de escultura, colocando la
misma en septiembre de 2015 en la céntrica plaza del Carbayón, en la vía de
penetración norte de la ciudad.
Allí comparte espacio con otras dos referencias
monumentales y escultóricas carbayonas. A su derecha está el edificio del
Instituto Nacional de Previsión que en su fachada cuenta con tres piezas
escultóricas realizadas por el escultor Francisco Goicoechea Aguirre en 1936
sobre temática laboral, conocidas como “Mural al trabajo” o “Relieves de
trabajo”.
Y detrás, una de las esculturas más voluminosas
y más trabajadas, llamada “Monumento a la Concordia”, obra de la escultora
madrileña Esperanza d´Ors (1949 -). También es conocido como “Monumento a la
Solidaridad” y “Cabeza de manifestación”, es un conjunto escultórico sin
pedestal realizado en bronce compuesto por siete figuras humanas a tamaño
natural desnudas -4 mujeres y 3 hombres-, colocados por parejas.
Icónicas letras colocadas en plenas fiestas
mayores de la ciudad, las de San Mateo, con la intención de colocarlas en
diferentes puntos de la misma en distintas festividades, pero que nunca se
movieron de su primera ubicación.
Estructura de hierro pintada de azul, que cuando
fue colocada formaba parte de una campaña de promoción del pequeño comercio y
de la hostelería bajo la marca “Oh¡viedo” puesta en marcha coincidiendo con las
celebraciones festivas.
Las intenciones y previsiones de uso se fueron
difuminando, pero las “Letronas de Oviedo” como fueron bautizadas por la
“sorna” carbayona, sigue luciendo en un lugar privilegiado e inmortalizando el
paso de visitantes y lugareños que no dejan pasar la ocasión de fotografiarse
con ellas.
Cofradía del Desarme, II Gran Capítulo, octubre 2014.
Cofradía Doña Gontrodo, III Gran Capítulo, 2010.
Cofradía Doña Gontrodo, IV Gran Capítulo, 2012.
Cofradía Doña Gontrodo, V Gran Capítulo, 2014.
Día de América en Asturias. Oviedo, LXIII edición, 19 de septiembre de 2013.
“Los
turistas no dónde han estado, los viajeros no saben hacia dónde están yendo”.
Paul Edward Theroux (1941 -) escritor estadounidense.
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