Fundada por el español Modesto Santander en 1892, seis generaciones de alfareros dan prestigio a uno de los oficios tradicionales de Trinidad.
En 1514 el adelantado Diego Velázquez de Cuéllar fundo la villa de la Santísima Trinidad en la costa meridional de Cuba, la actual Trinidad capital de la provincia de Sancti Spiritus, siendo el tercer asentamiento creado por la Corona española en la isla tras Baracoa y Bayamo. La que pasa por ser la ciudad colonial mejor conservada de toda la isla, por su peculiar y rico patrimonio fue declarada por la Unesco en 1988 Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Siendo merecedora
también, en julio de 2019, del título de “Ciudad Artesanal del Mundo” concedida
por el Consejo Mundial de Artesanías, en base al rescate y conservación de las
actividades de manualidades de antaño, que se mantienen vivas. Entre ellas
figuran los trabajos en cerámica y alfarería, cestería, los bordados, el tejido
del yarey, sombreros de jipijapa, instrumentos musicales, el deshilado y su
apuesta por los diseños en vestuario y mobiliario.
La también
reconocida, en el mismo año, por la Unesco con el título de “Ciudad Creativa”
en la categoría de Artesanía y Artes Populares, es una de las mecas de la
artesanía en el Caribe. Ciudad que celebra periódicamente ferias y
exposiciones, y aúna una rica tradición artesanal que ha sido transmitida de
generación en generación.
A mediados del
siglo XIX el censo de alfareros en Trinidad superaba las 25 familias. Actividad
artesanal en el que la familia Santander es la más poderosa de esa tradición, dando
continuidad a un legado iniciado en el año 1892 por un inmigrante español de la
actual provincia de Cantabria - Modesto Santander- , que aprendió el oficio de
un compatriota alfarero.
Desde sus inicios
el taller –denominado “El Alfarero”- suministro ladrillos, cal y otros útiles
para las construcciones de la ciudad y de la región, siendo la referencia de
uno de los barrios periféricos trinitarios que tomo el nombre de “Los hornos de
Cal”, en el que convivían artesanos de la cerámica.
A Modesto lo
relevó su hijo Rogelio que le dio un gran impulso, lo desarrollo y lo convirtió
en un negocio próspero, con la ampliación productiva a piezas domésticas como
jarrones, macetas, cazuelas, tinajas, porrones y otros, con un gran calado en
una población que le demandaba las mismas.
Un punto de
inflexión fue el triunfo de la Revolución, haciéndose cargo del mismo el nuevo
régimen cubano, aunque en el taller siguieron trabajando los miembros de la
familia, creando una escuela propia que ha llegado hasta nuestros días.
En la actualidad
–noviembre de 2024- cuatro son los talleres que gestionan en la ciudad. El
ubicado en el primigenio taller en la calle Andrés Barrios Macías, denominado
“Casa del Alfarero”, que gerencia el patriarca de la familia Daniel Santander
Alcántara “Chichi”. Que complementan los de Asariel Santander, Oscar Santander
y Neidis Mesa Santander con su “Casita de Barro”. Seis generaciones que han
referenciado el apellido familiar no sólo en Cuba sino también en todo el
Caribe, con obras diversas por muchos sitios inimaginables.
Una saga con un
apego especial a la alfarería, lealtad a la creatividad y trabajo en base a una
tradición, que conforman su más preciado patrimonio. Lo que les ha
reportado premios tan significativos
como el de “Maestría Industrial” por la Unesco, el de la “Maestría Artesanal”
en 2006 del por el Fondo Cubano de Bienes Culturales o el otorgo a Chichi por
el Ministerio de Turismo de Cuba “por su compromiso, dedicación y labor en aras
de la preservación de las tradiciones y sus aportes al sector turismo en la
provincia”.
Con motivo del XXV
Congreso Internacional de Fepet, he tenido la posibilidad de visitar el 14 de
noviembre de 2024 el taller-tienda “La Casa del Alfarero” y departir con
Chichi. Miembro de la cuarta generación que a sus 93 años es el referente
familiar, atendiendo a los múltiples visitantes que se acercan a visitar el
icónico establecimiento cargado de historia.
Humildes piezas de
barro cocido que conviven con otras más lujosas, con moldes propios, que en él
se pueden adquirir al igual que en otras tiendas trinitarias al ser su mayor
proveedor. Torneadas a mano, con el toque exclusivo singular del sello
familiar, representado en su bruñido y pulido antes de su cocción.
Únicas en la que
es destacable, y posiblemente la más popular, la taza de arcilla diseñada en
1991 por Chichi, en la que se sirve el tradicional y autóctono trinitario
denominado “Canchanchara”.
Canchánchara, el coctel trinitario mambí.
Instalaciones en
el que se demuestra en vivo el trabajo alfarero realizado por Abel, sobrino de
Chichi, donde es posible visionar hornos de diferentes tiempos y usos, de los
que salen una gran parte de las piezas expuestas para su comercialización.
Y en el que su
patio trasero resguarda uno de los coches más viejos de los muchos existentes
en la isla caribeña, un Ford modelo T del año 1914. Uno de los icónicos en la
historia de la automoción creado por Henry Ford en 1908, el primero utilizando
la cadena de montaje y que utilizaba como carburante gasolina, que cuenta con
un motor de cuatro cilindros y una potencia de 20 caballos con capacidad para
transportar cinco pasajeros. Cuya rehabilitación y puesta en funcionamiento de
nuevo es el gran sueño e Chichi.
OBSERVACIONES. Enlace al vídeo realizado en el taller:
Cerámica Santander, la saga familiar de origen española, referente en Trinidad. - YouTube
MÁS
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA. Pinchar en enlaces.
Otra
información sobre Cuba.
Capitolio
Nacional, símbolo de La Habana.
Catedral
de La Habana, joya del arte sacro americano.
Catedral
de Nuestra Señora de la Purísima Concepción de Cienfuegos.
Cueva
del Indio, una de las maravillas del valle de Viñales.
El
Mural de la Prehistoria, en Viñales.
Floridita,
el bicentenario bar cubano referente mundial.
Iglesia
Mayor de Santísima Trinidad, en Trinidad.
La
plaza de la Revolución en La Habana.
Museo Romántico, palacio y lujoso museo colonial trinitario.
Palacio
de Valle, el legado asturiano en la cubana Cienfuegos.
Plaza de la Revolución en La Habana, el tributo a los revolucionarios.
Plaza
José Martí, el kilómetro cero de Cienfuegos en Cuba.
Otra
información sobre Cuba y su gastronomía.
Ajiaco,
el mestizaje en la mesa cubana.
Canchánchara,
el coctel trinitario mambí.
Cubalibre
versus Cubata. Los cócteles de la libertad.
Daiquiri,
el coctel cubano de referencia mundial.
La
gastronomía cubana, amalgama cultural.
Mojito, el cóctel heredero del bebedizo
que salvaba a los piratas.
Ropa
Vieja, el emblema gastronómico cubano de herencia española.
Saoco,
el cóctel festivo que triunfa en las playas cubanas.
“Para
trabajar con las manos tienes que sentir mucho amor por lo que haces. Sólo el
amor convierte en milagro el barro”. Chichi Santander.
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