Pregón oficial leído en el Certamen,
celebrado el 26 de agosto de 2017, en el recinto ferial de Campo de Caso. Vídeo del III Certamen.
Buenos días, saludos a todos los
presentes en este ya tercer Certamen del queso Casín: vecinos de Caso,
autoridades presentes, amigos y visitantes. Me cabe el honor, en este caso por
segunda vez, de ser pregonero en un Certamen de quesos asturianos, la primera
vez fue en Benia de Onís, en el del Gamonedo. Sin embargo estoy orgulloso de
pregonar un queso nacido desde la humildad y que poco a poco, con perseverancia
y trabajo, se va introduciendo en el difícil y complicado mercado de los
productos artesanos asturianos y nacionales.
Digo que me cabe este honor de ser
pregonero en uno de los conceptos más bellos de toda la región. Y este honor,
no me cabe la más mínima duda, proviene de representar a todos los colectivos
montañeros de Asturias por lo que su nombre y en el mío propio os doy las más
efusivas gracias. Y aprovecho este evento para agradecer a los cabraliegos el
que mañana, domingo 27, el también veterano Certamen del queso Cabrales sea
leído por un prestigioso montañero, alpinista y escritor leonés, Isidoro
Rodríguez Cubillas.
De todos modos permitirme una especie de
presentación personal, pues en nada he sido ni soy famoso ni conocido, ni en
Asturias ni en ningún otro lugar, a causa de mis méritos o actividades.
A “groso modo” deciros que fui temporalmente
político al ostentar la alcaldía de un pequeño concejo Minero, Morcín, situado
entre Mieres y Oviedo, asistiendo obligatoriamente y durante 14 años a los
sucesivos pregones de otro queso, que también es humilde pero hoy bastante
apreciado, el queso d´Afuega´l Pitu. Más de media vida dedique a la música
dirigiendo coros, entre ellos el conocido “Ochote la Unión” de Mieres. Hablando
de deportes también me gusta lo blanco, como nuestro, y por eso soy del Madrid.
Amante de la montaña desde mi juventud,
conocí a los pastores de la montaña de Covadonga, viendo como elaboraban en sus
rústicas cabañas de piedra el hoy queso más caro del mercado: el Gamoneo de
montaña.
En la actualidad disfruto a ratos con la
estancia en una cabaña en la majada de la Caballar, de Sotres, en Cabrales, y
ayudo a Tino, el pastor, a elaborar el queso Cabrales con la leche de sus seis
vacas.
Ya veis que mi relación con los quesos a
través de mi afición a la montaña ha marcado parte de mi existencia. Y dicho
esto es obligado daros una especie de pregón que para eso me han designado
vuestros responsables políticos, a quienes de nuevo agradezco la distinción.
Y estando en un parque natural como
Redes, y metidos como estamos en situaciones sociopolíticas y medioambientales
complicadas, me vais a permitir algunas disquisiciones personales que pueden
ser críticas sobre el medio rural pero que asumo como personales. No me voy a
violentar, como hizo mi amigo el afamado pintor y escultor Manolo Linares en un
pregón del Certamen del queso d´Afuega´l Pitu, en La Foz de Morcín. Manolo
tanto se encendió y se calentó, que rompió los papeles del pregón y dio un
tremendo mitin político en defensa del mundo rural.
Ciertamente el mundo rural asturiano no
acaba de emerger de una larga y profunda crisis. Ciertamente de ella se
aprovechan los grandes centros urbanos que acaparan el total protagonismo,
asistiendo impotentes al despoblamiento de nuestras aldeas y pueblos de
montaña, a pesar de su relativa cercanía de los núcleos principales, llamémoslo
el triángulo asturiano Oviedo-Gijón-Avilés.
Este fenómeno se multiplica en otras
autonomías del país y por eso se constituyó en 2013 la Asociación de Concejos
de Montaña (“es.montaña”) manifestando uno de sus responsables Fernando Bollo
de la aldea más alta de los Pirineos leridanos, LES, la lucha inicial para dar
más protagonismo a los pueblos y localidades de montaña, estén o no estén en
parques naturales o nacionales. Las reivindicaciones fundamentales son en
primer lugar la recuperación de la capacidad de tomar decisiones a todos los
niveles en los temas que afectan a los habitantes que no tiene necesariamente
que confrontarse con las leyes generales del país o conservacionistas del
territorio.
Los habitantes de los pueblos de montaña
han mantenido y mantienen sus propias costumbres, tradiciones y formas de
conservar sus bosques, montañas, majadas (mayaes, que decís los casinos) y el
entorno que les circunda. No son extraños pues los amagos de rebeldía de las
gentes de montaña ante imposiciones, prohibiciones y toda clase de impedimentos
a las tradicionales actividades rurales que, por suerte o necesidad, aún
perduran en las aldeas y pueblos.
En Asturias se han dado y se están dando
estas situaciones. Se ha coartado evidentemente el protagonismo rural. Si no es
así alguien tendría que explicar el porqué de tantos informes negativos de
técnicos y políticos sobre asuntos o territorios que ni conocen o han pisado en
su vida. ¿Por qué, preguntamos muchos, en Caso, Sobrescobio u otros concejos de
montaña no se pueden plantear opciones y alternativas de trabajo a la gente
joven, hoy más preparada que nunca?. Que hay que conservar un medioambiental
excepcional como es REDES, por su puesto. Pero ello no puede impedir un
aprovechamiento de los recursos que la propia naturaleza y el entorno ofrecen.
¡ Ved, como sencillo ejemplo, lo que ha supuesto la apertura de un simple
inmueble como es Brañagallones o “la Vega”. Ha creado puestos de trabajo,
dinamizado la zona y difundido una información espectacular de REDES a todo el
país. Por qué no un camping, el uso reglado del embalse de Tanes para deportes
no contaminantes, la implantación de pequeñas empresas artesanas como marca
REDES, circuitos turísticos guiados, gastronomía propia dónde el queso Casín
sea el producto estrella, etc, etc.
La necesidad de flexibilizar opciones y
alternativas laborales es un tema de extrema necesidad y urgencia. Si no,
nuestra juventud se larga definitivamente
buscando otros destinos. Solo quedan gentes de edad, resignadas y
tristes.
Sin diálogo y compromiso general, con
buena disposición entre las instituciones políticas regionales y locales, con
la presencia de los mismos habitantes no hay salida. No puede ser que las leyes
las dicten desde fuera políticos y conservacionistas, sin contar con los
vecinos.
Un ejemplo de lo que digo: ¿Por qué los
montañeros no podemos transitar por la ancestral y bellísima senda de Bezanes a
Mericueria y Brañagallones por la margen izquierda del río Monasterio?. La
respuesta ha sido dictada desde un despacho de Oviedo: “Hay un águila –que yo
llamo Teresina y alguien sabe por qué- que anida a 300 metros sobre el camino y
es muy sensible”. La gracia de este asunto es que, según vecinos, este águila
ya ha desaparecido hace más de dos años de la sierra de Brañapiñueli.
Sin diálogo y compromiso, repito, no
vamos a ninguna parte. O si, vamos a las quemas incontroladas, a la caza
furtiva o al odio a esta rica fauna salvaje cuyos cadáveres se exponen de
manera dantesca en los caminos.
El concejo de Caso, a mi entender, no
tiene nada que envidiar. Únicamente
Somiedo podría ser una referencia de los que puede ser un proyecto de
desarrollo sostenible para que los vecinos no emigren y disfruten de una cierta
calidad de vida. Los somedanos han sabido conjugar la explotación de sus
recursos naturales con el desarrollo de un turismo respetuoso con la
naturaleza.
Caso tiene historia, no en vano desde
siglos, su territorio lo recorren dos vías históricas de relación con la meseta
y el mar. La ruta de Tarna a Villaviciosa, ruta de el Sellón, es transitada
continuamente por colectivos de montaña; lo mismo que los que salen de Caleao a
San Isidro. Ello significa su gran interrelación y dinamismos con los pueblos
del entorno.
Caso tiene montañas inigualables, una de
ellas, el Tiatordos, considerada por todos como la más bella. Les “mayaes”,
donde la vaca “casina” pasta durante todo el año, son tan fantásticas y
maravillosas como las de los Picos de Europa. Me remito al encantador libro del
fotógrafo Fernando Fernández que refleja todas y cada una de ellas. “Les mayaes
del concejo de Caso” se titula, editado en 2008 por el Ayuntamiento de Caso. En
él se describen y retratan más de doscientas mayaes del concejo, llevándose, a
mi juicio, las más alta calificación la majada de Cerreu, bajo el colosal mole
del Cantu´l Osu.
Con todo, y después de lo expuesto, hoy
tenemos que obligatoriamente referirnos a este pequeño, sabroso y artesanal
queso elaborado con la leche de estas vacas casinas que ¡hay que verlas! se
encaraman en lugares casi increíbles para degustar las mejores hierbas.
Hablando de ellas hay que decir que se pasan la primavera y el verano en las
altas y escondidas majadas, diseminadas por valles y laderas. Su leche, rica en
grasas y proteína, es ideal para la elaboración del queso. Todos conocemos la
glosa de que de ella hace el novelista Leopoldo Alas, “Clarín”, en el relato de
“Adiós Cordera”. Su queso, según la leyenda, fue llevado de Caso a Covadonga
para alimentar al ejército del rey Pelayo en su guerra contra los árabes; tanto
pesaba que el transporte corrió a cargo de una carreta de bueyes. Pelayo
agradeció esta ayuda concediendo el título de nobleza a los habitantes de Caso.
Tan montañeras y alpinistas son esas reses casinas que, el pasado verano tuvo
la ocasión, en la Vega, de ver a unos turistas entusiasmarse observando moverse
a los rebecos en las altas y hermosas laderas de les Pries, prácticamente
encima del refugio. Su asombro fue total cuando un vecino allí presente les
informó que no eran rebecos sino vacas de un ganadero de Bezanes. Si hablamos
de la leche, también diremos que su carne ha sido premiada como la mejor en
chuleta y solomillo alto, en el reciente Certamen de carne de Londres y entre
más de ciento veinte participantes.
Con tales antecedentes no hacer falta ser
un gran gastrónomo ni enamorado de los quesos para garantizar la calidad y el
sabor de este queso, favorecidos además por un potente aroma y textura.
Personalmente tuve la ocasión de
conocerlo y degustarlo gracias a la participación de vuestra “adelantada” y
encantadora persona que es Marigel Álvarez. Marigel se presentó hace años en el
Certamen de los Quesos Artesanos de Asturias en La Foz de Morcín, con ocasión
de las fiestas “Virgen de la Probe” de esta localidad minera. Recuerdo su
diminuto stand, compitiendo tranquilamente con más de treinta variedades de
quesos artesanales asturianos.
Se llama valor, tesón y amor a su pueblo
el mantener su producción, buscar mercado y sostener y ¡lo más importante1
lograr que otras personas desarrollaran el proyecto. Gracias al esfuerzo de
Marigel Álvarez, al alimón con las restantes queserías: La Corte, Ca Llechi y
El Viejo Mundo, ya con el certificado del DOP, el queso Casín está presente en
la amplia oferta quesera de Asturias y es un ejemplo claro y explícito de todo
lo pregonado. Es decir, el futuro de Caso, como el de otras zonas rurales, está
en producir y desarrollar sus propios recursos para darlos a conocer y así ser
un foco de atracción y conocimiento, en este caso, me atrevo a decir, de uno de
los Parques Naturales más bellos y atractivos del país.
REDES está aún por explotar debidamente.
Ningún territorio español dispone a la vez de tantos alicientes: montañas
espectaculares, bosques inmensos, flora y fauna excepcionales, ríos vírgenes
con impresionantes tabayones, embalses navegables, maderas laborables, sabrosa
leche, carne de primera, caza, pesca, riqueza etnográfica con museos de la
artesanía popular, aldeas y pueblos colgados de las laderas y por último un
paisanaje, noble, trabajador y acogedor, que hace gala de la nobleza otorgada
por Don Pelayo.
Y si este pregón que escucháis fuera una
especie de minitesis, las hipótesis podrían resumirse en que Caso dispone de un
territorio, el Alto Nalón, con recursos naturales ilimitados y gentes valientes
y capacitadas para explotarlos debidamente. En que hay que superar, vencer, la
tecnocracia paralizante y las doctrinas ecologistas paralizantes. En que la
implicación vecinal es definitiva para lograr las alternativas laborales y el
desarrollo sostenible que se necesita.
Que sean sus propios habitantes quienes
acierten a utilizar tantos y tantos recursos que, partiendo de un entorno de
privilegio, fuercen a logar un desarrollo sostenible y no solo fije sino que
aumente su población. Su queso es un claro ejemplo y paladín y embajador del
territorio.
Me atrevo a demandar al alcalde y
corporación a que sepa gestionar esta riqueza natural, demandar más ayudas y
mejores comunicaciones y a implicar definitivamente a sus vecinos en los
asuntos que competen a su desarrollo futuro. Que este humilde queso, hoy ya una
muestra de progreso local, sea estímulo y referencia en el camino a seguir.
¡ Gracias por vuestra paciencia y
comprensión ¡.
¡ De nuevo, gracias ¡
¡ Buen día a todos ¡
¡ Viva el queso Casín y las queserías
que lo producen ¿
Nos vemos el día 2 en Tanes.
OBSERVACIONES:
Juan Manuel Rionda Mier, es la
actualidad presidente de la Federación de deportes de montaña, escala y
senderismo del Principado de Asturias. Maestro y funcionario de profesión
jubilado. Ha sido alcalde de Morcín y presidente, entre otros, del Grupo de
Montaña Vetusta y del Orfeón de Mieres, así como director del Ochote de la
Unión y otros coros.
**** Pregón subido a esta web, por cortesía de su autor.
VÍDEO DEL III CERTAMEN DEL QUESO CASÍN CON DOP.
Enlace:
https://www.youtube.com/watch?v=aQ1x7U_ikKk
MÁS INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA. Pinchar en enlaces.
Un Principado para descubrir.
Certamen del queso Casín con DOP. III edición. 27 de agosto de 2017.
Certamen del queso Casín con DOP. II edición. 27 de agosto de 2016.
Certamen del queso Casín con DOP. I edición.29 de agosto de 2015.
Certamen del queso Casín en la Collada de Arniciu.
“El
queso Casín es pequeño, sabroso y artesanal, elaborado con la leche de estas
vacas casinas que ¡hay que verlas! se encaraman en lugares casi increíbles para
degustar las mejores hierbas”. Juan Manuel Rionda (1942 -).
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