sábado, 4 de julio de 2020

Palacio de los Valdés, en Gijón.

Situado en el campo Valdés, al inicio de la península y barrio de Cimadevilla, en la actualidad acoge las instalaciones del colegio Santo Ángel.

Gijón es el municipio del Principado de Asturias con mayor censo poblacional, 271.780 habitantes en 2019, cuenta con una extensión de 181,70 kilómetros cuadrados, está vertebrada en 22 parroquias y tiene la consideración de villa, siendo considerada “la capital de la costa verde”.

Villa en su momento romanizada, cuyo núcleo histórico estuvo en la antigua denominada Gigia, la península en la que actualmente se ubica el barrio de Cimadevilla, que en el siglo XVII se expandió hasta el denominado barrio de Bajovilla.

Al comienzo del ensanche de expansión, en el llamado campo Valdés, en el extremo oeste de la playa de San Lorenzo, a la derecha de la iglesia de San Pedro y al inicio de la península y barrio de Cimadevilla, se encuentra el conjunto palaciego de los Valdés, cuya construcción está datada entre 1564 y 1625.




Construcción realizada por iniciativa de Pedro de Valdés y Menéndez de Lavandera y de su hijo, Fernando de Valdés, almirante de la flota de Indias y regidor de Gijón, respectivamente.

Conjunto declarado Monumento Histórico, formado por el palacio residencial y la capilla de Nuestra Señora de  Guadalupe, conocida inicialmente como de la Santa Cruz y consagrada actualmente al Santo Ángel.




Hito en su momento de la arquitectura renacentista asturiana y del barroco temprano, sirviendo de modelo para construcciones posteriores su esquema compositivo y sus recursos ornamentales. Su diseño y construcción fue iniciada por el arquitecto cántabro Juan de Cerecedo, el Viejo, siendo rediseñada su fachada posteriormente por el arquitecto italiano Juan Bautista Portigiani, que le dio un aire manierista.




Exteriormente responde a los cánones de la tipología clásica, bastante habitual en la arquitectura señorial asturiana, cuenta con un cuerpo central flanqueado por dos torres, con una capilla adosada a la izquierda, cuya planta está compuesta por cuatro corredores en torno a un patio central porticado de forma cuadrangular.




Su fachada, de gran sobriedad, presidida por dos voluminosas torres cuadradas simétricas almenadas, ligeramente adelantadas con respecto a su cuerpo central apaisado de dos plantas y un entresuelo. El primer piso está compuesto por amplios balcones, mientras que en el inferior destaca su gran puerta adintelada que da acceso al interior del patio. Las torres siguen la línea marcada del cuerpo central, con balcones y dos plantas más.




Su decoración consta de un abundante sillar almohadillado que rodea los vanos, divide la fachada y recubre todas las esquinas.




Pegada a la torre oeste, se encuentra la capilla mandada construir en 1625 por Fernando Valdés bajo la advocación de Nuestra Señora de Guadalupe, en base a los intereses que la familia tenía en el actual Méjico.




El conjunto palaciego, y su capilla, sufrió diferentes modificaciones y usos, desde su construcción con uso residencial. En 1822 acogió la primera fábrica de tabacos de la ciudad; posteriormente fue almacén de la Aduana y desde 1880 alberga el colegio de enseñanza del Santo Ángel, gestionado por la congregación de las Hermanas del Santo Ángel de la Guarda, fundada en Francia en 1852 por Luis Antonio Ormiéres, sacerdote de Carcasonne, quien vivió y falleció en el mismo el 16 de enero de 1890.

 


 

MÁS INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA. Pinchar en enlaces.

Edificio de la Pescadería, en Gijón.

Escultura Alegoría, en Gijón.
Escultura Cantu los dies fuxios, de Adolfo Manzano, en Gijón.
Escultura Castillo de Salas, De Joaquín Rubio Camín, en Gijón.
Escultura Galileo Galilei, de Amadeo Gabino, en Gijón.


 

“Para el hombre laborioso, el tiempo es elástico y da para todo”. Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811) estadista, político y escritor asturiano

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