sábado, 30 de septiembre de 2017

Mayada de Brañagallones, en Caso, Principado de Asturias.

Ubicada en el corazón del Monte de Redes, es la más emblemática de las 123 mayaes censadas en el concejo de Caso.

Caso es el octavo concejo por extensión de los 78 existentes en el Principado de Asturias, ubicado en el centro suroeste del Principado de Asturias, limita al norte con el concejo de Piloña, al este con el de Ponga, al oeste con los de Aller y Sobrescobio y al sur con la provincia de León.
Concejo que junto a su vecino, el de Sobrescobio, conforman un conjunto de 378 kilómetros cuadrados, totalmente integrado en el Parque Nacional de Redes desde 1996 fecha de su declaración, declarado a su vez en el año 2001 Reserva de la Biosfera por la Unesco.

  
                           

Sobrecastiello es una de las diez parroquias en las que está vertebrado el concejo, a la que pertenece la localidad de Bezanes, situada a 654 metros de altitud y que cuenta con una población de 176 habitantes –censo de 2016-.





De Bezanes parte la pista y ruta, señalizada como PR-AS-66, hasta la Brañagallones, majada perteneciente a la misma y una de las 123 con las que cuenta el concejo, de la que dista poco menos de once kilómetros.






Pista que hasta 1965 sólo llegaba a la pradería del Andoviu, y que con la apertura del túnel en el punto conocido como del Crestón, en ese año, permite el acceso rodado a la misma desde entonces. Con anterioridad se accedía bien a través de la Colladiella, que permitía librar el denominado “argallu´l llobu” y el Crestón; o a través de la majada de Cuefoz, en la ribera del río Monasterio, que nace en las estribaciones de la majada.





La Vega, como es conocida por los lugareños, está ubicada a una altitud de 1225 metros, en pleno corazón del bosque de Redes, que cuenta con una extensión de 585 hectáreas, en su mayor parte formado por hayedos, con robles, fresnos y abedules, así como abundantes acebos, que sirven de base para alimentar –entre otros- a los urogallos, su animal más representativo y antaño más abundante.
Al igual que otras muchas brañas –llamadas mayaes en Caso- a ella subían, y suben, los casinos subían sus vacas a los pastos de verano.
Urogallos, llamados por los lugareños gallu monte o gallón, y braña, componen el dúo que da nombre a la misma, Brañagallones.






Vega  cuya extensión es de 33,5 hectáreas, de las que 12,46 son pastizales, es el resultado geológico del relleno y colmatación natural de un lago de origen glaciar. Hace miles de años, la lengua glaciar que descendía por el valle del río Monasterio depósito las morrenas que aún se reconocen como pequeñas crestas al oeste de la vega, espaciosa campera rodeada de hayedos y acebos, con un buen número de cabañas, que se encuentran principalmente en su parte sur, para un mayor aprovechamiento de las horas de sol.





Abierta en la cabecera del río Monasterio, rodeada de densos bosques y paredones rocosos de caliza, tiene  a la peña del Viento, con 2000 metros, y el pico Cantu´l Oso, con 1800 metros, como sus referencias montañeras.







El circo que la conforma está protegido en su parte trasera por la sierra de Pries, en la que destaca el porrón de la Cerrosa, las Planas y el Mosquillón; a la derecha la peña del Sellar, la sierra de Brañapuñueli, con el Cantu´l Osu. y el alto la Cabritera; y a la izquierda la sierra de Pintacanales con el pico los Forcaos.







Su aspecto actual es el de un paraje de esplendorosa belleza que, a lo largo de los siglos, la mano del hombre lo reconvirtió en una verde pradera para apacentar sus rebaños.








Antaño la Vega se convertía en un auténtico pueblo en época estival, estando habitadas sus treinta y tantas cabañas por ganaderos que subían de los pueblos, principalmente Bezanes, a pasar todo el verano con sus animales.








Pueblo con el que se comunicaban todos los días y bajaban la leche a través del “l´interiu”, una especie de transporte diario y correo, que le correspondía hacer a cada familia a la semana, por un sistema rotativo.








Actualmente conserva un total de  60 construcciones, entre cabañas y corripios, con un alto porcentaje  en un perfecto estado de conservación, teniendo una gran mayoría de ellas uso lúdico, aunque alguna aún mantiene su primigenia función.
La Vega cuenta con la fuente, conocida como Lando Quemado, ubicada en uno de sus extremos, en la última curva de la pista que le da acceso.






Y cuyo espacio, los lugareños dividen en varias partes:
** La Coyuga, su parte inicial, lindante con la fuente.





** Les Moñes, a la izquierda de la anterior.





** El Pelambre, a la derecha, hacia la cabecera del valle que forma el río Monasterio.







** Les Llombes, su parte más alta.






** El Pandiellu, lindante con les Llombes, y dónde está situado el refugio, y






** El Requesón, su zona central.






En Caso, desde tiempos remotos, la madera ha jugado un papel fundamental en la vida de sus pobladores. Su abundancia en montes y bosques, hizo que fuera la materia prima utilizada en la fabricación de aperos de labranza, muebles, cestas, instrumentos musicales, madreñas, carros y otros elementos de transporte, entre otros muchos usos. En la Vega, dónde los vaqueros disponían de variada y excelente madera, el trabajo de la misma y en especial la elaboración de madreñes, complementaban sus labores diarios y proporcionaban un sustento económico importante, sobre todo en los meses de invierno, cuando realizaban las ventas de las elaboraciones realizadas en el verano.
Este ha sido un lugar histórico de pastoreo de ganado vacuno y caballar, y de elaboraciones madereras, siendo también habitual el aprovechamiento cinegético por la variedad y gran cantidad de especies faunísticas.
Tanto que en la segunda mitad del siglo pasado, cuando pertenecía al Coto Nacional de Redes, se levantó una construcción de piedra como refugio de caza, utilizándose de continuo para cacerías al rececho con presencia de cazadores de todo el territorio nacional.







En la década de los ochenta, el refugio se reformó con una importante ampliación de espacios y dotación mobiliaria, inversión millonaria ya bajo la tutela del Principado de Asturias, quien con motivo de ser declarado de Redes como Parque Natural, lo reconvirtió en hotel de montaña de lujo, con el objeto de atracción al turismo verde. Siendo el inmueble privatizado y entregado a empresarios de hostelería.





En la primera de las concesiones, gestionada por hosteleros del valle del Nalón, el hotel no llegó a abrirse, estando muchos años cerrado, siendo finalmente abierto a principios de este siglo por la entidad Inversiones Lujas, de Piloña, después de otra inversión para su puesta a punto, que apenas lo tuvo en funcionamiento durante 4 años.






Tras años de cierre y abandono, en el verano de 2016 paso a formar parte de la red de refugios de montaña de la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo del Principado de Asturias. Cuenta con 39 plazas y un equipamiento de primera categoría, y la concesión de su gestión corre a cargo de José Manuel Pardo, de la localidad casina de Caleao.







Referencia cinegética que se demuestra también con el pedestal de piedras, ubicado en su zona central la del Requesón, debajo del refugio, culminado con el busto de Pepe Calvo, quien durante años fue el guarda mayor del coto de caza. Obra que allí luce desde el 30 de junio de 1985, por iniciativa de sus amigos, como se indica en la placa ubicada en el pedestal.








Brañagallones, la Vega, es considerada la más emblemática del centenar largo diseminadas por el concejo de Caso. Su exuberante belleza, su orografía, sus intrínsecos y únicos recursos naturales y cinegéticos, sus construcciones y etnografía, a lo que se suma un establecimiento que se encuentra a la cabeza de los existentes en territorio nacional, que ha recuperado su uso inicial, son reclamos que justifican la visita obligada.







Vídeo de la ruta: Bezanes - Brañagallones - Bezanes, PR-AS-66



MÁS INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA. Pinchar en enlaces.

Un Principado para descubrir.

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 CASO.



MAYAES DE CASO.












 “La Vega, donde se alinean numerosas cabañas y pastan rebaños de ganado, es una llanada de campera jugosa y verde de sorprendentes proporciones que se reguarda contra la pared de les Planes y los declives de la sierra de les Príes y Pintacalanes”. José Ramón Lueje (1903-81), montañero y divulgador de la Cordillera Cantábrica.




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