Cataplana, el símbolo del Algarve portugués.

Plato que toma el nombre del recipiente donde se elabora.

Frixuelos, los festivos crepes asturianos.

Semejantes a los crepes franceses o las filloas gallegas, forman parte de los postres tradicionales astures.

La gastronomía asturiana del Antroxu.

El carnaval asturiano es la perfecta conjunción de las viandas porcinas y las dulcerías.

Chayote, la versátil hortaliza precolombina aliada de la salud.

Pariente de la calabaza y el calabacín, es uno de nuevos superalimentos, aunque su historia se remonta a los aztecas y mayas.

Bonito del Norte, el cerdo de mar.

Analogía basada en que al igual que el suido, de él se aprovecha todo.

Marañuela la galleta marinera asturiana.

Dulce tradicional de la comarca del cabo Peñas, la más septentrional de España, que los marineros llevaban consigo en sus viajes.

Panchón, lo sublime de lo humilde.

Reliquia gastronómica del concejo de Aller, en el Principado de Asturias, es un símil de las gachas en dulce.

Cebolles rellenes, el protagonismo de lo secundario.

 Referencia gastronómica de la asturiana cuenca del Nalón. 

Angulas y anguilas, el pez más enigmático altamente cotizado.

Vive en los ríos y desova en el mar de los Sargazos, cargado de incógnitas y un halo de leyenda, en vías de extinción en la actualidad.

La Camelia, la reina floral invernal.

Su belleza complementa los múltiples propiedades y aplicaciones, entre ellas las gastronómicas, de las que es su base.

Curadillo, emblema y estampa de Cudillero.

Escualo secado mediante oreo, sustento otrora de marineros y ahora reconocido como de alta cocina.

Vinagre el multiuso con veintiséis siglos de vida.

Datado en el siglo V a.C., los vinagres españoles pasan por ser los mejores del mundo, con tres DOP europeas.

Boronchu, la morcilla asturiana de maíz.

Su elemento diferencial es la harina de maíz, recibiendo diferentes nombres y existiendo mínimas variantes en función de su lugar de elaboración.

Percebes, la delicia marina cargada de singularidades.

Especie sublime, una de los que más intensamente transmite el sabor a mar.

Cachopo, el plato de carne asturiano de moda en España.

De orígenes inciertos, su término definitorio lo acaba de incorporar la RAE a su Diccionario de la Lengua Española electrónico.

Chosco, el manjar porcino del suroccidente asturiano.

Lengua y cabecera de lomo son los dos componentes de un producto protegido por Europa desde 2007 con la marca “IGP Chosco de Tineo”.

Casadiella, la dulcería tradicional asturiana.

Junto con el arroz con leche y los frixuelos, compone la trilogía de la dulcería popular.

Pastela marroquí, esencia gastronómica del reino aluita.

Su origen lo ubican en Al-Ándalus en el siglo once, destaca por su delicioso contraste dulce-salado.

Tequila, el aguardiente que desde Jalisco conquista el mundo.

Obtenido de la fermentación y destilado del Agave, cuenta con Denominación de Origen desde 1993, anclado en la historia de Méjico cuenta con varias leyendas.

Mangálica, el cerdo-oveja húngaro procesado en Segovia.

Raza recuperada gracias a la labor del grupo Monte Nevado, único que los cría y comercializa a nivel mundial.