miércoles, 22 de julio de 2020

Capilla de la Virgen Blanca, en la Atalaya, Luarca.

Situada en la Atalaya, al final del barrio del Cambaral, bajo la advocación de la Virgen Blanca, sus orígenes la sitúan en el siglo XIII.

En el occidente del Principado de Asturias se encuentra el concejo de Valdés, cuya  extensión de 375 kilómetros cuadrados está vertebrara en 14 parroquias, 6 de ellas en el litoral costero cantábrico entre ellas su capital, Luarca. Con un censo poblacional de 4937 personas –censo de 2019-, ha sido a lo largo de la historia el puerto más importante del occidente asturiano y uno de los más importantes del Principado de Asturias, superado sólo por Gijón y Avilés. 

También llamada “La villa blanca de la costa verde”, obtuvo su carta puebla en el año 1270 otorgada por el monarca Alfonso X el Sabio, cuyos privilegios provoco su crecimiento de todo tipo basado en sus actividades marineras y pescadoras, estando vertebrada urbanísticamente por el río Negro, que desemboca en una de sus tres playas.

Uno de sus primigenios barrios es el de Cambaral, históricamente habitado por pescadores, considerado uno de los focos de inicio del asentamiento humano en la villa, en el que se encuentran sus construcciones más antiguas. De su nacimiento en la parte derecha del puerto, el barrio fue creciendo hacia el sur ladera arriba, con un trazado irregular de callejuelas y callejones estrechos de casas unifamiliares de dos pisos de altura máxima, desde las que se divisan las mejores vistas de la villa.

Su zona más alta es la punta del Focicón, que cierra por el oriente el puerto, conocida como la Atalaya, cuya ubicación y conjunto de ubicaciones la convierten en el principal reclamo turístico y de las más visitadas. La capilla de la Atalaya; el vistoso cementerio parroquial; el faro; los restos de la fortificación medieval y la Mesa de reunión del Nobilísimo Gremio de Mareantes y Navegantes, conforman un atípico conjunto que engloba lo más intrínseco y emblemático de la localidad.

Cementerio de Luarca,





De la capilla, una lápida en mármol existente en su interior recuerda su historia con el texto: “Esta capilla, santuario de la marinera Virgen de la Blanca y de Nuestro Padre el Buen Jesús del Nazareno, fue edificada  en el siglo XIII por el “Novilissimo Gremio de Mareantes y Navegantes Fijosdalgos de Luarca”, al píe de la antiquísima torre vigia de la atalaya, existente ya en el siglo IX. Con sus rentas se encendía una luz que guiaba a los Mareantes en las noches tormentosas y la “fumada” que avisaba la presencia de ballenas o de naves enemigas en la costa. Fue varias veces reedificada, la última en el siglo XVIII. Fue saqueada por los soldados de Napoleón durante la Guerra Civil y expoliada de rentas y tesoro por la desamortización. A su sombra moró, en vida de penitencia, el ermitaño Juan de la Cruz, fundador en 1695 de la Real Cofradía del Nazareno. En sus inmediaciones estuvieron la Mesa de los Mareantes y el castillo artillado que defendía la villa de los ataques por mar hasta principios del siglo XIX. Más tarde se construyo sobre él un faro. A este templo y lugar están ligadas las mejores tradiciones religiosas, gremiales y militares de la antigua Luarca. Puesta está lápida recordatoria en el año 1566 a expensas del doctor J.E. Casariego. Laus Deo -.Alabado sea Dios-”




Su estructura actual data de inicios del siglo XVIII, promovida por el obispo Rafael Tomás Menéndez de Luarca, nativo del concejo, habiéndose realizado una importante rehabilitación en 1961.




A ella se accede por el ancho camino lindante con el cementerio en su parte izquierda y con los acantilados y la pequeña cala de las Arreas, a través de un Vía Crucis con cruces de hormigón, emblema de la importante Semana Santa que se celebra en la localidad.




Externamente, su planta rectangular está pintada de gris, en su cuarto inferior, y en blanco el resto; cuenta con dos puertas de acceso, ubicadas en su fachada principal y su lateral derecho; en el lateral izquierdo en base semicircular  luce una torre coronada con una cruz, que sobresale sobre la cubierta de dos aguas, que está coronada con una espadaña de una sola campana, luciendo en su frontal por encima de su puerta principal un rosetón con un mosaico acristalado.




Bajo la advocación de la Virgen Blanca, cuya imagen no esta exenta de leyenda, remontándose su existencia a noviembre del año 1530. En ella se cuenta que fue hallada y recogida por pescadores en una cueva horadada por el mar,  que atraviesa la punta del Focicón, pasando por debajo de la capilla y terminando en la cala, como se refleja en uno de los catorce murales de cerámica de Talavera que lucen en la cercana muralla medieval.




Sobre su origen, unas versiones apuntan a que habría llegado flotando procedente de algún naufragio de alguna embarcación que la llevaba como culto. Mientras que otras sostienen que es una de las imágenes arrojadas al mar en Inglaterra por los iconoclastas protestantes en su separación del catolicismo. Sea una u otra, de las fiestas en su honor, hay constancia documental de su existencia en el siglo XVI.




El interior de la capilla está dividido en tres cuerpos. El primero acoge el retablo con la imagen de la Virgen Blanca, con varias tallas entre ellas la de la Verónica y San Juan.



El segundo el retablo del Nazareno, que es junto a la de la Virgen, su imagen más venerada. Talla barroca de finales del siglo XVII, que luce en el retablo del mismo siglo, insertada en una hornacina protegida con columnas salomónicas, coronado con la talla gótica del siglo XV de la Virgen Blanca. A cuyos píes lucen las tallas de la Dolorosa y del Cristo de la Victoria.



La talla del Nazareno es la protagonista principal en la Semana Santa luarquesa, cuando despierta el fervor en la noche del jueves Santo, cuando la procesión silenciosa devuelve la talla desde la iglesia parroquial de Santa Eulalia a su capilla, por la Cofradía de la Real Hermandad del Buen Jesús Nazareno, título otorgado en 1927 por el monarca Alfonso XII.



En el tercer cuerpo están expuestos cuadros con los carteles de diferentes ediciones de la Semana Santa en la villa, así como otros que hacen diferentes referencias a la Virgen.





MÁS INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA. Pinchar en enlaces.

Un Principado para descubrir.

 CERTAMEN DE CAMELIAS.

Certamen de camelias Villa de Luarca. IV edición. 2019. Pregón de Luis Javier Del Valle.

DESCENSO ECOLÓGIO DEL RÍO ESVA.

FIESTAS Y SIMILARES.

JARDINES DE LA FONTE BAIXA.

MUSEOS, PLAYAS y OTROS DE INTERÉS.
Capilla de la Virgen Blanca, en la Atalaya, Luarca.
Cementerio de Luarca.
Museo rural etnográfico de Luarca.

 

“Yo te diré, por más señas, que alberga la Virgen Blanca, que muy blanca es su capilla y la canción que se canta”. Estrofa de la canción a la Virgen Blanca de la Atalaya, obra de José María Jesús González.

 

 

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