sábado, 10 de octubre de 2020

El faro de Luarca, el vigia de la villa blanca.

 Situado en la punta Focicón, en la Atalaya, cierra el puerto por su lado oriental.

Luarca es la capital del occidental concejo asturiano de Valdés, parroquia y localidad que cuenta con un censo poblacional de 4937 personas –censo de 2019- ha sido a lo largo de la historia el puerto más importante del occidente asturiano y uno de los más importantes del Principado de Asturias. La villa, llamada también “La villa blanca de la costa verde”, ha crecido urbanísticamente entorno a su puerto y está vertebrada por el río Negro, que desemboca en una de sus tres playas.

La relación intrínseca de la villa con la mar, sufrió un importante impulso con la concesión de su Carta Puebla por Alfonso X el Sabio el 29 de mayo de 1270, monarca a cuya flota se le sumo un navío valdesano en la conquista de Sevilla. Convirtiéndose en los siglos siguientes en un importante núcleo comercial y referente marinero y pesquero en Asturias y en el norte español. 

Guía de marineros, su faro se ubica en la bocanada del puerto, en la punta Focicón, cerrando el mismo por su parte oriental, en la zona alta de la localidad conocidaza como la Atalaya, que da continuación al antaño barrio de pescadores, denominado Cambaral, pudiendo afirmarse que forma parte del núcleo urbano de la villa.




Se encuentra dentro del conjunto formado por la capilla de la Atalaya, el cementero y los restos de la muralla defensiva de los siglos XVI y XVII, que tenía la labor de defensa del puerto y villa, muy codiciados y que sufrían permanentes ataques de piratas, de franceses e ingleses.






Su ubicación siempre fue la referencia de los hombres de la mar, estando datadas ya en el siglo X las reuniones del gremio de mareantes, encendiendo fuegos para orientar las embarcaciones. 



Gremio que igualmente abonaban una luz que se encendía en el campanario de la anexa capilla de la Atalaya, al menos desde el siglo XIV y que hacia las veces de faro hasta que en 1850 se construyo uno de aceite en una torre circular.




Gremio que cuenta desde el siglo XVI con la cercana “Mesa de los mareantes y navegantes”, un rincón entregado a perpetuar el pasado de la villa, habilitado en memoria de los marineros y navegantes que hicieron de la localidad y su puerto un referente, fundamento de la historia local.




La torre de 1850 fue sustituida por el conjunto del actual faro, inaugurado el 15 de noviembre de 1862, cuya gestión la realiza la autoridad portuaria. El conjunto lo forma la torre del faro, por el lado oeste y la vivienda del farero, añadiéndose posteriormente otra edificación por el lateral este.



La vivienda, de una sola planta y buhardilla, es de base cuadrada y cuenta con una cubierta a cuatro aguas de pizarra. La torre, de sección cuadrada, tiene una altura de 10 metros sobre el suelo y 54 sobre el nivel del mar, se asienta sobre una base prismática y está articulada en tres fachadas con una vidriera en cada una de ellas en forma de arcos de medio punto enmarcados en piedra que dan luz al interior.



El faro en sí consta de un aparato catadrióptico fijo circular y una lámpara de 500 watios, con reserva de un grupo electrógeno diesel. Su alcance lumínico es de 14 millas náuticas, equivalente a 26 kilómetros, su ritmo de luz es de tres ocultaciones cada quince segundos, su sirena es de la marca Pintsch que emite con la letra L y puede ser escuchada hasta 10 millas.

Actualmente el faro no es visitable, y al igual que todos los faros del occidente del Principado de Asturias está gestionado por la Autoridad Portuaria de Avilés, siendo la de Gijón la encargada de la gestión de los del oriente astur.

 



MÁS INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA. Pinchar en enlaces.

Un Principado para descubrir.

 CERTAMEN DE CAMELIAS.

Certamen de camelias Villa de Luarca. IV edición. 2019. Pregón de Luis Javier Del Valle.

DESCENSO ECOLÓGIO DEL RÍO ESVA.


FIESTAS Y SIMILARES.


JARDINES DE LA FONTE BAIXA.


MUSEOS, PLAYAS y OTROS DE INTERÉS.
Capilla de la Virgen Blanca, en la Atalaya, Luarca.

Cementerio de Luarca.
Museo rural etnográfico de Luarca.

 

“En el año 842 los normandos desembarcaron a los pies del barrio de los Cambarales y fueron rechazados por los hombres de Valdés que acaudillaba el señor de la tierra, don Teudorico Villademoros, que dio muerte con su maza al capitán en jefe de los vikingos”. Texto de uno de los catorce mosaicos que lucen en los restos de la muralla defensiva, al lado del faro, que narran los episodios de la tradición marinera y hechos históricos de los hombres de Luarca.

 

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