La singladura que realiza la Cofradía
Buena Mesa de la Mar desde su fundación allá por el año 1986, continúa al ritmo
marcado en sus inicios manteniendo el alto número de actividades que marcan su
devenir anual. Sus galardones más emblemáticos, los “Cucharones del Buen Guiso
Marinero”, son la mejor muestra que la singladura diseñada fue la correcta,
añadiendo edición a edición a los más prestigiosos cocineros a su larga lista
de premiados.
Cofradía Buena Mesa de la Mar. Historia.
Cofradía Buena Mesa de la Mar. Historia.
El 8 de
noviembre de 2019 fue la fecha elegida para la celebración de la trigésima
cuarta edición de los mismos. Que comenzó, de acuerdo con su protocolo, con la
recepción de los premiados y la rueda de prensa en su sede social de la
Colonia, en Salinas.
Javier Loya, del
restaurante Mestura, de Oviedo; Jesús Sánchez, del restaurante Cenador de Amós,
en Villaverde de Pontones (Cantabria) y Alejandro Pérez, del restaurante Casa
Alejandro, de Panamá, fueron respectivamente en las categorías regional,
nacional e internacional, los galardonados de la edición.
Cucharón del Buen Guiso Marinero. Relación histórica de galardonados.
Cucharón del Buen Guiso Marinero. Relación histórica de galardonados.
Javier, Jesús y
Valeria y Anni, estas últimas en representación de su padre Alejandro, fueron
recibidas por el presidente anfitrión, Vicente Quintanilla, y sus compañeros de
la Mesa Mayor: José Antonio Villabrille, José Miguel Díaz, Ovidio Antuña,
Santiago Prieto, Tito Gómez y Tomás Badiola. Firmando todos ellos en el libro
de honor y atendiendo las preguntas de los medios de comunicación
representados.
La prevista
visita al cercano Museo de Anclas Philippe Cousteau, diseñado y creado por la
Cofradía, tuvo que suspenderse por las inclemencias metereológicas,
desplazándose por ello seguidamente a la localidad de Prendes, dónde la familia
Morán tiene su templo gastronómico.
Museo de Anclas Phiplippe Costeau.
Museo de Anclas Phiplippe Costeau.
El centenario
restaurante acoge desde la fundación de los galardones la comida de
confraternidad de los elegidos para la edición, con los cofrades miembros de la
Mesa Mayor y la crítica especializada. Ángel González, Juan Antonio Duyos, Eduardo Méndez Riestra, Eufrasio Sánchez, Iván de la Plata, Luis Alonso y Luis Javier Del Valle, fueron sus representantes, quienes compartieron mesa y mantel con los
galardonados y los cofrades directivos, en la distendida comida, en la que
Pedro Morán volvió a ejercer de eficiente anfitrión.
La zona de barra
acogió a los comensales, que disfrutaron del “aperitivo de píe”, compuesto por:
Jamón ibérico Joselito, Bocadillo crujiente de quesos asturianos, Buñuelo de salmonete,
Croqueta de compango y Croqueta de jamón ibérico Joselito.
Ya en mesa, siete fueron las propuestas culinarias de la velada, con
cuatro primeras propuestas innovadoras sobre productos locales y dónde el
binomio estrella de la casa “fabada-arroz con leche” puso el colofón. Producto,
innovación y tradición, trilogía que sustenta la exitosa trayectoria de los Morán,
puesta una vez más de manifiesto.
El plato “Puerro y algas” abrió el menú a degustar. Perfecta combinación
del bulbo tan especial perteneciente a la familia de las Liliáceas, en sus
versiones de confitado y en crema, con las algas trabajadas fritas y trituradas
en polvo, culminando el conjunto una salsa de levaduras.
Las dos siguientes propuestas presentadas fueron en base a dos productos
que han llegado hace unos años a la carta de los Morán para quedarse: los
cogollos de lechuga y la raya. Bajo el nombre de “Cogollo, pistacho y café”, se degustó un cogollo de
lechuga cocido a baja temperatura marcado a la plancha, enriquecido en su
interior con una salsa de pistacho y café.
Mientras que la cartilaginosa raya, englobada en el grupo de peces
rajiformes emparentados con los tiburones y que no forma parte habitual –salvo excepciones-
de la culinaria asturiana, recordó a las elaboraciones pescaderas más comunes
de nuestros vecinos los gallegos. “Raya y pimentón” es como han denominado al plato
en el que el aplanado pez es cocido a baja temperatura, y se presenta
acompañado de una crema de patatas, un consomé de pimentón y unas encurtidas
alcaparras y espinacas fritas.
Sorprendente fue la combinación elegida para uno de los reyes de los
mariscos asturianos, y que es conocido por diferentes nombres a lo largo de
nuestra costa. Bugre, bogavante, llocantaru, son algunos de ellos. “Bugre frito”
es una versión de unas formas habituales en que es preparado, pero con el
singular acompañamiento de patata frita y de huevo, cuya yema había sido
elaborada a baja temperatura y su clara frita.
Contrastes de innovadores sabores y texturas que dieron paso a la
estrella de la casa, la “Fabada de Prendes”. Pasan los años, pero no para el
plato que más satisfacciones ha dado a este establecimiento centenario. Los
comensales disfrutamos de nuestro plato más universal, con las consabidas fabes
verdes en su justo punto de cocción, exentas de grasa, resaltadas con el
potente compango de lacón, chorizó y morcilla, sin entran ninguno en la polémica
que apareció en los mass media hace unos meses en base a las declaraciones de
Marcos Morán, afirmando que uno de los secretos de su plato es el añadido que le
realiza de mantequilla.
Un cortante rompió el clásico binomio, bajo el nombre de “Kiwi asturiano”,
la baya de la Actinidia que se ha convertido en el oro fruticola asturiano, fue
presentado acompañado de un helado de té negro, con un toque que de menta,
migas de galleta y pimienta.
El refrescante postre dio paso a la “Crema de arroz con leche requemada”,
que nunca falta ni perdonan los comensales del primer restaurante asturiano en
ser reconocido por la Guía Michelín. Presentado en bandeja, rompiendo el
protocolo de servicio, su cremosidad resaltada con el justo punto de quemado,
puso el colofón goloso al largo y estrecho menú.
El blanco Pazo de San Mauro 2018, acogido a la DOP Rías Baixas; el tinto
Alidis Crianza 2015, de la DOC Ribera del Duero y la sidra Poma Aura Brut
Nature, de la DOP Sidra de Asturias, fueron las propuestas ofrecidas para la
armonización de las elaboraciones degutadas. No faltando el brindis con ellos por los galardonados y los galardones.
La sobremesa coincidente con el servicio del café, propició la ya
habitual tertulia gastronómica con los galardonados como protagonistas, bajo el
hilo conductor e inductor del cofrade presidente, Vicente Quintanilla.
Duyos explico como conoció allá
por la década de los noventa del siglo pasado a un joven cocinero recién
llegado de Madrid a dónde llegó a propuesta de Pedro Larumbe, para sustituir a
Saito y hacerse cargo de la cocina del restaurante el Molino de Puente Arce. Siguiendo
desde entonces su trayectoria, que le llevó a Villaverde de Pontones, lo que no
dejó de sorprenderle en su momento.
Al cofrade directivo José Miguel
se le demando información sobre el galardonado internacional y su cocina. El ex
bancario explicó que en los países latinoamericanos los negocios más
importantes se hacen en torno a las mesas de los mejores restaurantes,
circunstancia que aprovechó en su labor profesional para captar a futuros
clientes, siempre con el beneplácito y complicidad de sus propietarios, entre
ellos los del gallego Alejandro. Establecimiento que se acoge a los parámetros
de auténtico embajador de la culinaria española, con productos llegados de
España y con la carne, el pulpo y las almejas como platos estrellas, sin
olvidar el vino riojano que él distribuye bajo el nombre de “Con dos güevos”.
La hija mayor del empresario
gallego, Valeria, explicó su historia familiar. Se remontó al año 1980 cuando
sus abuelos emigraron de Orense a Caracas, optando por la hostelería, abriendo
el mesón Salmantino junto a un socio. En 1985, al fallecer el socio, quedan
como accionistas únicos. En el año 2006 se crea casa Alejandro, con su padre ya
al frente del negocio. Y ya en el año 2013 dadas la situación en la que se
encontraba Venezuela, vende el restaurante y se traslada a Panamá, donde abre
uno con el mismo nombre. Definió su comida como típicamente española y detalló
que el vino que comercializan lo elabora la bodega Marqués de Arviza.
La anchoa y su culinaria se
convirtió ya en protagonista, a partir de preguntar Luis Javier a Jesús, como y
en que formas estaba presente en su cocina. El navarro, que estaba acompañado
por su mujer y “complemento ideal” como algún crítico ha calificado a Marian Martínez, explicó
que las mismas se ofrecen absolutamente a todos los que visitan la casa, de la
manera más sencilla y más auténtica que conoce, previa soba que ellos realizan
y resaltada con aceite de oliva virgen. A su vez elaboran platos en los que la Colatura está presente, producto que le elaboran en una conservera santoñesa bajo sus directrices.
Elaboración que realiza también
el galardonado regional, Javier Loya, como explico tanto en su establecimiento como
en el matriz del Balneario. Un galardonado sobre el que se recordó que es el
tercero de la saga familiar en ser reconocido, siendo su abuelo Félix el
primero, no sólo de la saga sino también en la singladura de los galardones, en su primera
edición en 1987 y su padre Miguel Ángel, con el Real Balneario en el año 1991.
El engráulidos que sea convertido
en referencia de la gastronomía cántabra y su mayor embajador, se convirtió en
el tema de conversación de la mesa. Las múltiples prestaciones culinarias que
permiten el aprovechamiento de los restos de su elaboración, abren un abanico a
la cocina innovadora y evolucionada inexistentes hasta la fecha. El aprovechamiento de sus
espinas o la colatura, la salmuera resultante de su maceración, que en Italia
se comercializa desde hace unos años y que en España ya son cuatro las firmas
que lo hacen, son las dos principales. Colatura, que puede ser sinónimo del “garum
romano” como bien hacia ver Luis Alonso.
Ya bien entrada la tarde, y con
el acto oficial de entrega de los galardones en el restaurante Real Balneario
de Salinas a escasas horas, se dio por concluida la excelente velada.
OBSERVACIONES:
Fotos no firmadas gentileza de José Antonio Villabrille.
OBSERVACIONES:
Fotos no firmadas gentileza de José Antonio Villabrille.
MÁS INFORMACIÓN
COMPLEMENTARIA. Pinchar en enlaces.
Cucharón del Buen Guiso Marinero. XXV edición, 2010.
Cucharón del Buen Guiso Marinero. XXVI edición, 2011.
Cucharón del Buen Guiso Marinero. XXVIII edición, 2013.
Cucharón del Buen Guiso Marinero. XXIX edición, 2014.
Cucharón del Buen Guiso Marinero. XXIX edición, 2014.
Cucharón del Buen Guiso Marinero, XXX edición, 2015.
Cucharón del Buen Guiso Marinero, XXXI edición. 2016. Comida Casa Gerardo.
Cucharón del Buen Guiso Marinero. XXXI edición. 2016. Cena Real Balneario.
Cucharón del Buen Guiso Marinero. XXXI edición, 2016.
Cucharón del Buen Guiso Marinero. XXXII edición. 2017.Comida Casa Gerardo.
Cucharón del Buen Guiso Marinero. XXXII edición. 2017.
Cucharón del Buen Guiso Marinero. XXXIII edición, 2018. Comida Casa Gerardo.
Cucharón del Buen Guiso Marinero. XXXIII edición, 2018.
Cucharón del Buen Guiso Marinero. XXXIV edición, 2019.
Cucharón del Buen Guiso Marinero. Relación histórica de galardonados.
Museo de Anclas Phiplippe Costeau.
Cucharón del Buen Guiso Marinero, XXXI edición. 2016. Comida Casa Gerardo.
Cucharón del Buen Guiso Marinero. XXXI edición. 2016. Cena Real Balneario.
Cucharón del Buen Guiso Marinero. XXXI edición, 2016.
Cucharón del Buen Guiso Marinero. XXXII edición. 2017.Comida Casa Gerardo.
Cucharón del Buen Guiso Marinero. XXXII edición. 2017.
Cucharón del Buen Guiso Marinero. XXXIII edición, 2018. Comida Casa Gerardo.
Cucharón del Buen Guiso Marinero. XXXIII edición, 2018.
Cucharón del Buen Guiso Marinero. XXXIV edición, 2019.
Cucharón del Buen Guiso Marinero. Relación histórica de galardonados.
Museo de Anclas Phiplippe Costeau.
“La oferta del Cenador de Amós se basa en unos platos de una cocina que
su autor llama contemporánea, en base a los pescados del mar Cantábrico, las
verduras de la Navarra natal de Jesús Amós y de los productos del kilómetro
cero”. Eduardo Méndez Riestra, critico gastronómico asturiano.
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