lunes, 5 de junio de 2017

Túnez. Avenida Habib Bourguia.

Constituye la arteria principal de la Vile Nouvelle de la capital tunecina.

Túnez, es el país magrebí más próximo cultural y socialmente a Europa y a Occidente. Ubicado en el norte de África, su extensión es de 163.155 kilómetros, de los que 1.298 son de costa en el mar Mediterráneo, cuenta con una población muy próxima a los once millones de habitantes, en su 98 % practicantes de la religión islámica.
Su capital es Túnez de forma ininterrumpida desde que los almohades le dieran ese título en el año 1159, cargada de historia, es una ciudad moderna en plena expansión. Berebere en origen, atrajo a las élites de Al-Ándalus, y las influencias otomanas e italianas recibidas han dotado a sus barrios antiguos de un encanto especial. 

La capital y gobernación, es una de las veinticuatro existentes en el país. Creada en 1956, centro de actividades industriales, comerciales, culturales, políticas y administrativas del país. Ubicada en el norte del país, su superficie es de 346 kilómetros cuadrados y su censo poblacional, en el año 2015, es de 1.110.000 habitantes.



La avenida Habib Bourguiba, que lleva el nombre del primer presidente de la República de Túnez, es la arteria principal de la Ville Nouvelle y su corazón político y económico de la capital tunecina.
Arbolada avenida que, atravesando dos plazas, comunica el puerto y la estación del ferrocarril, con la Medina, en la que se encuentran los edificios más emblemáticos de la época del protectorado francés entre los años 1881 y 1956, y más representativos del “art nouveau” francés.

http://www.dendecaguelu.com/2017/06/la-medina-de-tunez.html







En ese período la población comenzó a instalarse a extramuros de la Medina, se erigieron muchos edificios y la clase acomodada cambió las laberínticas callejuelas de la ciudad vieja por las anchas avenidas, parques públicos y casas con trabajadas fachadas frontales, que configuraron la villa nueva.
Para ello fue necesario el drenado de buena parte de las tierras dónde se realizaron las edificaciones, dado que en el siglo XIX las aguas del lago de Túnez casi llegaban a las murallas de la medina.







Su desarrollo coincidió con el desarrollo del art nouveau en Francia e Italia, al que después siguió el art déco. El art Nouveau es probablemente el estilo europeo que mejor se ha fusionado con la arquitectura islámica. Los arabescos, motivo ornamental típico de esa arquitectura, combinaron perfectamente con las curvas y superficies onduladas del nuevo arte, como queda patente en varias de las edificaciones levantadas.







La puerta Bab el Bahr, que significa puerta del mar, es la frontera simbólica entre el casco antiguo y la nueva ciudad, convirtiéndose en el nexo de unión entre dos mundos y en el símbolo de la nueva era. Puerta oriental de la muralla que antaño rodeaba la medina, la actual se erigió en 1848 inspirada en el arco de triunfo de París, y en ella comienza la avenida de Francia.







Un poco más adelante se encuentra la plaza de la independencia, corazón de la revolución de los Jazmines y de la primavera árabe, con la estatua de Ibn Khaldoun, nativo de la ciudad y uno de las grandes filósofos y maestros islámicos.







La plaza une la avenida de Francia con la de Habib Boruguia, a continuación a la izquierda, se encuentra la Catedral católica de San Vicente de Paul y Santa Oliva. Su construcción comenzó en 1890 sobre el emplazamiento de un cementerio católico dedicado a San Antonio, mencionado ya en el siglo XVII. Su arquitectura ecléctica, en la que destacan sus dos torres gemelas franqueando la entrada, es una curiosa fusión de la bizantina, gótica y norteafricana, y atestigua la historia del cristianismo en la región.









Enfrente se encuentra la embajada de Francia y el teatro municipal, referente cultural de la ciudad. Construido por los franceses en 1902, es un clásico ejemplo de estilo art nouveau, con sus características molduras de escayola blanca, motivos florales y figuras fantásticas.







A continuación del teatro se levantan unos edificios de viviendas, que muestran el estilo colonial y arquitectónico de moda en Europa a finales del siglo XIX.








Varios edificios gubernamentales, como el del Ministerio del Interior, también se ubican en la avenida. Enfrente de él se ubica la estatua a caballo de Habib Bourguia, que accedió al poder en 1957, convirtiéndose en el primer presidente de la República de Túnez, cargo que ocupó hasta 1987, considerado padre de la independencia y de la nación tunecina. Estatua que volvió a su lugar original en mayo de 2016, después de haber sido retirada en 1987 coincidiendo con el golpe de Estado y su destitución como presidente.







Justo detrás de la estatua ecuestre se encuentra la plaza del 7 de noviembre de 1987, que conmemora el mencionado golpe de Estado, en el que Zin al Abidin ben Alí sustituyó a Bourguia. En ella se alzan una fuente y una imponente torre del reloj, decorada con fina tracería.







La avenida continúa hasta su final en la estación del ferrocarril y posteriormente en el puerto.



MÁS INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA. Pinchar en enlaces.


“Todas las naciones tienen sus grandes hombres. Bourguia es el padre de la independencia y de la nación tunecina”.  Moez Sinaoui, político tunecino y portavoz del gobierno de Túnez, presidido por Bejl Caid Essebsi.


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