Auténticos símbolos de fortuna
y felicidad de sus moradores.
Túnez, es el país magrebí más próximo cultural y socialmente a Europa y a Occidente. Ubicado en el norte de África, su extensión es de 163.155 kilómetros, de los que 1.298 son de costa en el mar Mediterráneo, cuenta con una población muy próxima a los once millones de habitantes, en su 98 % practicantes de la religión islámica.
Si en algo coinciden los
visitantes del país tunecino, es que no pueden abstraerse de la observación de
las puertas de las viviendas, restaurantes, mezquitas, palacios e incluso tiendas
de los diferentes lugares que visitan.
Puertas que en ocasiones
contrastan con las construcciones dónde se encuentran ubicadas, y es que su
gran peculiaridad, es la nula relación del tipo de puerta y su decoración con
la construcción a la que da acceso.
En realidad, en Túnez, las
puertas son símbolos que reflejan la fortuna y la felicidad de sus moradores.
En general se suelen fabricar
con sólida madera de palmera, reforzadas con planchas de metal, con
decoraciones –tanto en materiales como en temas- diferentes, y en ocasiones
emplazados en pórticos magníficamente decorados.
Puertas que ponen la nota de
color, en las más de las ocasiones, en unas
edificaciones que incluso carecen de ventanas al exterior, como ocurre
habitualmente en las medinas.
La gama cromática es de lo más
variado, aunque predomina el azul añil, el amarillo, granate, marrón, mostaza o
el verde, son otros de los muchos colores más utilizados.
A nivel distintivo, no siempre
detectado por el ojo visitante, las puertas de los baños públicos y de los
mausoleos de los guías espirituales y morabitos, se pintan de verde o rojo.
Históricamente en la arquitectura tunecina se otorgaba mayor importancia al interior que al exterior de las viviendas, en dónde se acumulaba el lujo, fuera de la vista de los curiosos. Su diseño se basaba en la construcción alrededor de patios internos donde se abrían ventanas, claraboyas y más puertas de acceso a las distintas estancias, siendo el acceso a la misma la única utilidad de la puerta exterior.
Históricamente en la arquitectura tunecina se otorgaba mayor importancia al interior que al exterior de las viviendas, en dónde se acumulaba el lujo, fuera de la vista de los curiosos. Su diseño se basaba en la construcción alrededor de patios internos donde se abrían ventanas, claraboyas y más puertas de acceso a las distintas estancias, siendo el acceso a la misma la única utilidad de la puerta exterior.
Construcciones características
de la cultura árabe, con marcadas influencias romanas, otomanas y francesas,
muy presentes aún en los pueblos y ciudades tunecinos, muchas de ellas
reconvertidas en hoteles o restaurantes.
A lo largo de la historia, las
puertas tunecinas fueron evolucionando. Bajo la dinastía Hafsí, durante los
siglos trece, catorce y quince, las mismas apenas presentaban ornamentación
alguna.
En los siglos dieciséis y
diecisiete, las influencias otomanas, introdujo en el estilo decorativo árabe
plantas y estilizadas flores, que se sumaron a los dibujos geométricos
utilizados habitualmente.
En el siglo diecinueve, con la
presencia francesa en la zona, la moda europea se dejo sentir en el color, como
en el azul claro, y en los motivos
decorativos de las puertas.
Diferenciables son también los tipos y enmarcados de puertas que se encuentran recorriendo el país. Cuadradas, rectangulares, coronadas con arcos de medio punto, en herradura, con dinteles, englobadas en estructuras o pilares graníticas que complementan a la misma, con celosías, ventanas superiores complementarias y cualquier otro tipo inimaginable.
Algunas de ellas se caracterizan por su ornamentación y opulencia, manifestadas habitualmente por diseños tachonados en hierro forjado con motivos de complicados diseños.
Los motivos más frecuentes, por lo general tachones y clavos, que se encuentran son medias lunas, estrellas, alminares, plantas, flores, hojas de palma y peces, entre otros.
Dónde la influencia europea fue mayor, esta se manifiesta en el adosado de losetas rectangulares decoradas con corazones y flores estilizadas, reemplazando la ornamentación de tachones y clavos.


Cómo en otros muchos aspectos de la cultura árabe, las puertas no están exentas de las diferencias de género. Diferencia que en este apartado se manifiestan en las aldabas. Presentes habitualmente en las mismas, las formas más habituales son en forma de mano o de aro, ubicadas a la izquierda o a la derecha. Las ubicadas a la izquierda de la cerradura, son las utilizadas por las mujeres, mientras que las de la derecha lo son por los hombres.
En algunas de ellas, en su parte superior, sin formar parte de las mismas, se ubican pequeñas ventanas tapiadas con rejillas y celosías que apenas dejan ver nada, y cuyo objetivo es observar a quién pica en las mismas.
Complementarias a las puertas, y habituales en diferentes puntos del país, son las ventanas, no siempre presentes en las construcciones. Aún es común en las mismas, el tapiado mencionado anteriormente, de rejillas y celosías, y que preteritamente tenían la función de impedir que las mujeres fueses vistas desde el exterior, y que ellas si pudiesen observar lo que sucedía.
MÁS INFORMACIÓN. Pinchar en enlaces.
Viajes Dendecagüelu.
Túnez y su Medina.
“El ser humano es un gran
demandador de belleza”. Anónimo.
Complementarias a las puertas, y habituales en diferentes puntos del país, son las ventanas, no siempre presentes en las construcciones. Aún es común en las mismas, el tapiado mencionado anteriormente, de rejillas y celosías, y que preteritamente tenían la función de impedir que las mujeres fueses vistas desde el exterior, y que ellas si pudiesen observar lo que sucedía.
ResponderEliminarRead more at cua go mdf
Me encanta ver tus publicaciones de Tunez.Vuelvo alli para reclamar la moneda quitada por la aduana.Ya no se que hacer.Saludos
ResponderEliminarMi mail anapiagiovacchini2016@gmail.com
ResponderEliminarAcepto consejos.