Ubicado en Guellala, en la isla de Djerba, en Túnez, es un
compendio de la vida en la isla.
La isla de
Djerba, está situada en el golfo de Gabés, en el sur de Túnez. Su extensión es de
538 kilómetros cuadrados, cuenta con un litoral de 125 kilómetros y su
población es ligeramente superior a los 90.000 habitantes.
Fue primero de
los cartagineses y después de los romanos, para quienes la isla era una
importante zona de comercio y de intercambio de mercancías entre África y
Europa. En el siglo VII, fue tomada por los árabes tomaron, estuvo en
poder del imperio español y del turco, siendo conquistada en el siglo XVIII por
los tunecinos y pasando a estar bajo el protectorado francés desde 1881 hasta
la independencia del país.
Sin apenas
relieve, su topografía y estructura geológica es muy regular, por lo que toda
la isla es muy similar, prácticamente plana, con una altitud media de 20
metros, ubicándose su parte más alta a 53 metros de altitud, en su parte más
meridional, en una franja de 15 kilómetros de largo y 15 metros de desnivel.
La capital de la
isla es Houmt Souk, que se encuentra en su extremo norte, a diez kilómetros de
ella se encuentra la localidad de Guellala, ubicada en la costa meridional, parte más alta de la isla.
http://www.dendecaguelu.com/2017/05/djerba-en-tunez-la-isla-que-encanto.html
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Rodeada de
palmeras y con un subsuelo de arcilla, la antigua Haribus –que significa jarro-
debe su nombre a los excelentes alfareros locales, que desde hace miles de años
ejercen con maestría su oficio, es el único lugar de la isla dónde aún se habla
bereber.
Su importancia
alfarera data de la antigüedad, y fue durante siglos el único productor de
cerámica de Túnez. Hasta el siglo XIX la isla pagaba el impuesto a los beyes
con jarrones y jarros, que luego se empleaban para almacenar alimentos. Las
elaboraciones han cambiado a lo largo de los tiempos, y en la actualidad los
más de 450 pequeños negocios de alfarería están centrados en la elaboración de
piezas esmaltadas, muy demandadas por los turistas.
En la parte más
alta de la localidad, al norte, en la carretera a Cedouikech, se ubica el
“Museo de tradiciones populares de Guellala”, abierto al público en el año
2001, y que ocupa una superficie de más de cuatro mil metros cuadrados,
albergando exposiciones, tienda, cafetería, restaurante y terraza con vistas
panorámicas sobre la isla.
Su interior alberga diferentes
pabellones independientes, en los que en cada uno se desarrollan un tema,
albergan material expositivo sobre diferentes aspectos de la vida en la isla, y
que permite descubrir sus riquezas folclóricas y etnográficas a través de
figuras de cera a tamaño real, que recrean escenas de la vida tradicional.
Es uno de los espacios culturales más
importantes del país, donde observamos múltiples ejemplos de fiestas, tradiciones
y trajes, costumbres, artesanía, mitos y leyenda, arquitectura, música tradicional,
mosaicos o caligrafía árabe, con cuadros explicativos de cada escena en francés
y árabe.
En realidad el museo está
concebido como un gran “Menzel”, casa típica djerbana, formada por varias
habitaciones y rodeada de huertos y campos, a los que se pueden añadir
graneros, telares, molinos de aceite y un número indeterminado de pozos o
aljibes.
En el primer pabellón se exhiben
escenarios que muestran el desarrollo de las bodas locales, que pueden durar
hasta cinco días.
En él se observan la preparación de los alimentos, la
recepción de invitados, la preparación de las novias, las interpretaciones de las músicas
tradicionales, así como trajes y vestidos de bodas y otros elementos de las
mismas.
La música local es recogida en
diferentes reproducciones escénicas, en diferentes pabellones.
La vida familiar, y las
diferentes costumbres en función de los momentos y los acontecimientos son
recogidos con una escenografía clara y esclarecedora, como son la recreación de
la muestra del recién nacido, el relax después del trabajo, o el rito de los
huevos, son algunos de ellos.
Las escenas de la vida cotidiana
son reproducidas a través de espacios propios en pabellones específicos, con subdivisiones
temáticas. Escenas como la lucha de espadas, la realización de curas y masajes,
los tratamientos de piel, o el rito de la circuncisión se reflejan con un gran
realismo.
Los oficios de venta de hierbas
terapéuticas, las de la lectura de la mano y las buenaventuras, los trabajos
manuales con juncos y pajas, la de artesanía de la piel o las de tintorería, se
encuentran también reproducidos en el espacio.
Importante es el apartado
dedicado a los trajes de bodas y ceremonias de las diferentes regiones del
país.
Un pabellón recoge diferentes
costumbres que se realizan en diferentes puntos del país, bien a través de
reproducciones de figuras, como por ejemplo lo que es un cortejo en la ciudad
de Sidi Bou Said, o bien a través de
cuadros y dibujos, con diferentes escenas de guerreros, cantantes o de
actividades en el desierto.
El mobiliario, arcones, armarios, percheros y otros similares, también tienen su espacio expositivo.
Exposiciones pictóricas, de
mosaicos, de caligrafía árabe, forman parte del conjunto expositivo del último
de los pabellones.
En el paso de entre pabellones y
en patios, se encuentran diferentes piezas etnográficas, relacionadas con el
sector agrícola y ganadero.
El acceso a algunos de los
pabellones, se realiza a través de ornamentales puertas, ricamente decoradas
con los principales símbolos musulmanes, como la mano de Fátima y los peces.
La rica alfarería local está muy
presente en todo el conjunto, con un alto número de vasijas, jarras y
similares, de muy diferentes tamaños diseminadas a través del espacio
expositivo, bien en su interior o en su exterior.
Además de las salas interiores,
el exterior acoge diferentes representaciones de las actividades industriales y
agrícolas de la isla, a tamaño real.
Un dromedario real, que tira de
un arado tradicional, al que los visitantes se pueden subir, es uno de los
principales reclamos del conjunto.
Cercano, otro dromedario de
cartón piedra, simula el trabajo que se realiza de extracción de agua de uno de
los pozos. Dado la débil pluviometría y puesto que el agua es un bien escaso,
los yerbatos tienen la costumbre de construir aljibes, que denominan feskia,
utilizando también los denominados majel, grandes recipientes para recoger el
agua de lluvia. Sistemas de recogida de aguas pluviales que proceden de la
época romana, que ya disponían de grandes cisternas para tal fin.
Un gran espacio reproduce lo que
es la extracción de la arcilla, obtenida en minas subterráneas algunas de hasta
80 metros de profundidad, y materia prima para la elaboración de la cerámica,
actividad industrial principal de la comarca. El proceso de elaboración
consiste en la extracción de la arcilla, su secado durante 2-3 días y su
posterior mezcla con agua; la modelación de las piezas, el secado durante un
período medio de 2 meses y su cocción posterior en hornos semienterrados en la
arena.
La importante actividad pesquera
de la isla, también cuenta con un espacio expositivo propio, con la
reproducción de un pescador en su barca faenando en busca de capturas.
La tenacidad histórica de los
habitantes de la isla, han conseguido convertir un terreno yermo en un enorme
jardín, con olivares, huertos y naranjos. En concreto los olivos, ocupan una
importante extensión de su terreno, abundando las almazaras de extracción del
aceite de oliva. Una de ellas, se encuentra reproducida subterráneamente al uso
de la isla, con una gran prensa y un dromedario tirado por un hombre moviendo
su molino.
En la sala anexa, se reproducen
dos telares trabajados por un hombre y una mujer, respectivamente.
El museo de las tradiciones
populares de Guellala, forma parte en la actualidad de una de las visitas
obligadas en la isla de Djerba, permitiendo la misma un acercamiento de una
manera sencilla y visual a las tradiciones y actividades del día a día de los
yerbatos.
MÁS INFORMACIÓN. Pinchar en enlaces.
Cartago, la referencia histórica de Túnez.
Cartago, Termas de Antonino, en Cartago.
Chenini, la aldea beréber de cine.
Cordero al ánfora tunecino,
Cartago, Termas de Antonino, en Cartago.
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Isla de Djerba. Sinagoga ElGhriba.
Isla de Djerba. Street Art Djerbahood, en Erriadh
Los dulces tunecinos.
Port El Kantaouni, el puerto Banús africano.
Puertas tunecinas y su simbolismo.
Isla de Djerba. Street Art Djerbahood, en Erriadh
Los dulces tunecinos.
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Termas de Antonino, en Cartago,
Túnez, la avenida Habbib Bourguia
Túnez, la plaza de la Gobernación.
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“Viajar es la única cosa que pagas y con las que te haces rico”.
Anónimo.
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