La pequeña localidad forma parte del selecto
grupo de “Red de Aldeas históricas de Portugal”. Descripción, fotografías y vídeo.
En el año 1991 el gobierno de Portugal puso en marcha el programa denominado “Red de aldeas históricas”, con el objetivo de dar al interior de la región Centro. Una estrategia de desarrollo y valorización centrada en los valores de la historia, la cultura y el patrimonio, así como combatir los efectos del paso del tiempo y la desertización.
En el año 1991 el gobierno de Portugal puso en marcha el programa denominado “Red de aldeas históricas”, con el objetivo de dar al interior de la región Centro. Una estrategia de desarrollo y valorización centrada en los valores de la historia, la cultura y el patrimonio, así como combatir los efectos del paso del tiempo y la desertización.
Aldeas unidas por ubicaciones estratégicas junto
a la frontera española, fruto de la inquietud de varios reyes preocupados por
la defensa del territorio, que se encargaron de poblar y fortificar la región,
edificando castillos y murallas, otorgando cartas forales y ofreciendo
privilegios a quien allí se estableciese.
En la región Centro, en la subregión de Beira
interior, perteneciente al distrito de Guarda y al municipio de Almeida, se
encuentra Castelo Mendo, una de las doce localidades que componen la Red, junto
a Almeida, Belmonte, Castelo Novo, Castelo Rodrigo, Idanha-a-Velha, Linhares da
Beira, Marialva, Monsanto, Piódao, Sortelha y Trancoso.
Sortelha, la sortija medieval de Portugal.
Situada en la denominada “raya” hispano-lusa, ubicada a 721 metros de altitud, coronando un cerro granítico rodeado por el valle que forma el río Côa, la freguesía tiene una extensión de 21,72 kilómetros cuadrados y su censo poblacional apenas supera el centenar de habitantes.
Sortelha, la sortija medieval de Portugal.
Situada en la denominada “raya” hispano-lusa, ubicada a 721 metros de altitud, coronando un cerro granítico rodeado por el valle que forma el río Côa, la freguesía tiene una extensión de 21,72 kilómetros cuadrados y su censo poblacional apenas supera el centenar de habitantes.
Para acceder a Castelo Mendo desde España la vía
más directa es a través de la frontera salmantina de Fuentes de Oñoro, de la
que dista 10 kilómetros, a través de la carretera N-16 que sale desde Vilar
Formoso.
Datada históricamente desde la Edad del Bronce,
ocupada por los romanos –con restos de la época en su perímetro urbano-, fue
durante la Reconquista cristiana y la Edad Media cuando vivió sus años de mayor
esplendor, al ser un lugar estratégico por sus excelentes características
defensivas en la nueva frontera lusa frente al reino de Castilla y León.
Históricamente perteneció al Reino de León,
obteniendo del rey Sancho II en 1229 su carta foral, la concesión de una feria
franca a realizar tres veces al año y la orden de amurallar el poblado
medieval, lo que posibilito su crecimiento urbano y su desarrollo económico.
Durante el reinado de Don Dinis, su papel
fronterizo se vio incrementado y se construyeron el segundo cinturón de
murallas.
Con la firma del Tratado de Alcañices, entre los
reyes Fernando IV de Castilla y Dionisio I de Portugal, que estableció
definitivamente las fronteras entre ambos reinos, Castelo Mendo fue perdiendo
paulatinamente su importancia.
Capital del municipio de mismo nombre desde 1229
hasta 1855, que pasó a depender de Almeida, fue una de sus freguesias
(parroquias) hasta 2013, fecha en que quedo agregada a las de Ade, Monteperobolso
y Mesquitela, formando con ellas una unión de Freguesias con sede en
Monteperobolso.
En la actualidad la pequeña aldea, con
características predominantemente medievales, es un remanso de paz, mínimamente
habitada, compuesta por dos áreas claramente diferenciadas, por dos recintos
amurallados, uno en el interior de otro.
El superior, la Ciudadela, de trazado oval,
correspondiente al burgo viejo creado tras el fuero de su constitución, con los
restos del castillo y su iglesia y un pequeño núcleo de viviendas.
Y el inferior, el burgo nuevo, compuesto por el
resto de edificaciones, protegido por la muralla mandada construir por Don
Denis, guarnecida en su momento por ocho torres, parcialmente destruidas por el
terremoto acaecido en Portugal en 1755.
Recinto amurallado que aún conserva sus cinco
puertas de acceso, denominadas de la Villa, Guardia, Sol, Traición y Don Sancho,
mimetizada en su entorno rocoso, conformado
por estrechas y empinadas calles que se entrecruzan en función del terreno, con
un pavimento medieval muy fragmentado de extensión discontinua, formado por
piedras directamente apoyadas sobre el suelo granítico, que parece ser datado
en 1728, de acuerdo con la interpretación de una inscripción existente en la
misma.
El acceso al burgo nuevo es a través de la
puerta de la Villa, flanqueada por dos torreones y que luce sendas placas que
recuerdan la visita del presidente Mario Soares el 31-03-1988 y del primer
ministro Cavaco Silva el 2-6-1994 a la aldea.
Torreones flanqueados por dos esculturas zoomórficas
de granito, que representan a una pareja de verracos –cerdos-, datados del
siglo I a.C. de la época celta, vinculados al culto a la fertilidad.
La aldea cuenta con diferentes muestras de su
cuidada arquitectura medieval, con viejas casas del siglo XVI llenas de
pequeños detalles, siendo sus mejores ejemplos sus casas quinientistas, las
manuelinas o las con porche.
En el entorno de la iglesia de San Vicente, se
encuentran dos de sus casas quinientistas, de dos pisos y planta irregular, con
puerta ancha y dintel recto biselado, escalera con sillares en cantería y
porche sostenido por columnas octogonales.
Las manuelinas, también de dos
pisos y planta rectangular, cuentan con ventanas con vanos de dintel recto sin
marco y puertas biseladas con dinteles curvos y arcos conopiales.
La representativa de las con porche, cercana al
pelourinho, data del siglo XVI con inscripciones de 1800, de dos pisos, planta
rectangular con adosado de un ala, que acogió la escuela y la oficina de
correos y en la actualidad a la junta parroquial.
De estilo manierista, fechada en el siglo XVI,
construida sobre la muralla de la ciudadela es la que acoge en la actualidad la
oficina de turismo y el “Museo del Tiempo y de los Sentidos”, que alberga
monedas antiguas, objetos tradicionales, herramientas y fotografías, y que
previamente fue Ayuntamiento, Tribunal y cárcel.
En su fachada se encuentra la gárgola de piedra
con la imagen de Mendo, base de la leyenda popular local de los amantes Mendo y
Menda, cuya imagen está integra en el edificio de enfrente.
La leyenda de los amantes Mendo y Menda, en Castelo Mendo.
La leyenda de los amantes Mendo y Menda, en Castelo Mendo.
El horno comunitario de finales del siglo XVIII;
el solar del hidalgo, con su torre de observación, construida en el siglo XIX y
la casa con influencias renacentistas sita junto a la puerta de la Guardia, que
pudo ser el documentado hospital de la Misericordia, son sus otros referencias
arquitectónicas.
En el centro del pueblo, en la plaza de mismo
nombre, delante de la iglesia matriz de San Pedro, se ubica el pelourinho o
picota, símbolo jurídico y administrativo en el Portugal medieval.
Datado en el siglo XVI, con sus siete metros de
altura es uno de los más altos de la región, está compuesto por un fuste
octogonal monolítico coronado por capitel en jaula, y cuenta con la declaración
de Interés Público desde 1933.
En su parte superior, se encuentra otra plaza,
que acoge otra edificación singular medieval, aunque de construcción moderna,
el Chafariz novo –fuente nueva- coronado con el escudo municipal.
Tres son las construcciones religiosas
existentes, las iglesias de Nuestra Señora del Castillo, la de San Vicente y la
matriz o de San Pedro, estas dos en el burgo nuevo.
La de San Vicente o de la Misericordia, traspasada la puerta de la Villa, es de traza románica, construida en el siglo XIII, con posteriores modificaciones manieristas de los siglos XVI y XVII, datando su campanario de 1519. De planta longitudinal, compuesta por nave y capilla de Nuestra Señora de la Concepción, su interior cuenta con techo de madera y alberga la tumba de Manuel Sarinho de Brito y dos retablos del XVII.
La de San Vicente o de la Misericordia, traspasada la puerta de la Villa, es de traza románica, construida en el siglo XIII, con posteriores modificaciones manieristas de los siglos XVI y XVII, datando su campanario de 1519. De planta longitudinal, compuesta por nave y capilla de Nuestra Señora de la Concepción, su interior cuenta con techo de madera y alberga la tumba de Manuel Sarinho de Brito y dos retablos del XVII.
La matriz, bajo la advocación de San Pedro, sita
en la plaza del pelourinho, de una sola nave y campanario adosado, está
documentada en el año 1320, habiendo sufrido una gran renovación estilística en
el siglo XIX.
En la parte superior, en el extremo noroeste de
la aldea, en el recinto más interior, se localiza el castillo y ciudadela que
da nombre a la aldea, cuya construcción se atribuye a Don Denis.
Recinto con forma de óvalo irregular, dividido
en los restos de la edificación del castillo y la torre del homenaje y la
alcazaba, con la iglesia de Nuestra Señora del Castillo y un pequeño núcleo de
población, a la que se accede por la denominada puerta del Castelhino, en el
extremo sur de la ciudadela.
Del conjunto del castillo, construido en los
siglos XIII y XIV en estilo románico y gótico en sillería labrada quedan pocos
restos. La muralla, a la que le faltan
tramos y el cuerpo de la destruida torre del homenaje, de la que solo queda la
base donde se abre su aljibe, son los restos supervivientes que le han valido
para ser clasificado como Monumento Nacional en 1946.
Recinto de forma triangular, de pequeñas
dimensiones, que cuenta con dos puertas:
la principal se abre hacia el recinto de la alcazaba y está situada en el lado
noroeste, y otra da salida al campo por el lado este.
En cuanto a la alcazaba, separada
del edificio puramente militar, estaba destinada a acoger a la población en
caso de necesidad. Es de mayores dimensiones que el recinto anterior, y en su
parte central se encuentran los restos de la iglesia de Nuestra Señora del
Castillo, que aunque carece de techo, es la construcción mejor conservada del
burgo primigenio.
Construida en el año 1229 en
estilo románico con la concesión de la carta foral y la creación de la
parroquia, con el añadido en el siglo XVI de la capilla lateral, llegó a tener
cuatro altares: el Mayor, el del Espíritu Santo, el de Nuestra Señora del
Rosario y el de Nuestra Señora de la Concepción.
El conjunto también alberga la
denominada “sepultura del hidalgo”, en realidad tumba del gobernador de la
fortaleza, Mendo Mendes, a quien el pueblo debe su nombre. Constituida por en
granito con piedra sepulcral y espaldar, cuenta con la inscripción: “Aquí yace Miguel Augusto Mendonça Corte
Real, hidalgo de la Casa Real y Comendador de las órdenes de San Benito de Aviz
y de Nuestra Señora de la Concepción (...)”
En el exterior de los muros, y
como complemento del pueblo, se encuentra el cementerio parroquial y una
pequeña capilla, varias fuentes de los siglos XIII y XIV y varios pelouhirnos.
La visita al cuidado, y en parte
rehabilitado, pueblo modelado sobre el granito, supone un viaje al pasado, a la
historia de la Portugal cimentada sobre aldeas levantadas para defender su
territorio, en las que la historia y el arte van de la mano.
Y que se complementa con dos
leyendas, que han agrandado su historia, las leyendas de los amantes “Mendo y
Menda”, cuyo amor prohibido quedo grabado para la historia en sus piedras.
La leyenda de los amantes Mendo y Menda, en Castelo Mendo.
Y la
del “Monstruo y el ermitaño” basada en un monstruo que cada primavera hacia
desaparecer a niños de la localidad, hasta que un grupo de jóvenes alentados
por un ermitaño fueron en romería hasta la cercana iglesia de Nuestra Señora de
Sacaparte, en la frontera española, y las desapariciones dejaron de producirse.
La leyenda de los amantes Mendo y Menda, en Castelo Mendo.
MÁS INFORMACIÓN. Pinchar en enlaces.
Viajes Dendecagüelu.
PORTUGAL. ALDEAS HISTÓRICAS.
Sortelha, la sortija medieval de Portugal.
La leyenda de los amantes Mendo y Menda, en Castelo Mendo.
La leyenda de los amantes Mendo y Menda, en Castelo Mendo.
PORTUGAL. OTROS.
“La primera parada del día es en Castelo Mendo. Vista lateral es una
fortaleza, pueblo completamente cerrado por paredes, con dos torres en la
entrada principal”. José de Sousa Saramago (1922-2010 ) periodista y escritor
portugués, en su libro “Viaje a
Portugal” (1981)
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