lunes, 12 de noviembre de 2018

Cucharon del Buen Guiso Marinero. XXXIII edición, 2018. Comida Casa Gerardo.

Celebrada el 9 de noviembre de 2018, en la previa de la entrega de los galardones. Descripción, fotos y vídeo de la edición.

La Cofradía Buena Mesa de la Mar, con sede en Salinas, creada en el año 1986, instauró al año siguiente su galardón más emblemático: los “Cucharones del Buen Guiso Marinero”, que se fue consolidando a lo largo de los años y ediciones, teniendo entre sus galardonados a los más reconocidos cocineros en sus diversas categorías.
El 9 de noviembre de 2018, tuvo lugar su trigésima tercera edición, que comenzó con la recepción de los premiados y rueda de prensa en la Colonia, su sede social, continuando con la comida de confraternidad de los agasajados, miembros de la Mesa Mayor de la Cofradía y crítica especializada en el restaurante Casa Gerardo y la cena con acto oficial entrega de los galardones, en el restaurante Real Balneario de Salinas.






Abel Terente, propietario del Asador de Abel, en Argüelles, municipio de Siero. Francis Paniego, copropietario del restaurante El Portal de Echaurren, en la riojana localidad de Ezcaray y Alberto Martín, cocinero jefe del restaurante Peperoni, de Santo Domingo, en la República Dominicana, han sido los elegidos por la comisión organizadora del galardón, como los premiados de la edición.






La familia Morán, ejerció un año más, de excepcionales anfitriones en la comida de confraternidad en honor a los galardonados. Abel Terente, Francis Paniego, Ángel García y su esposa Laura, copropietarios del restaurante Peperoni, que representaron en la mañana a su cocinero Alberto, ausente hasta la noche, compartieron mesa y mantel con José Antonio Villabrille, José Manuel Blanco, José Miguel Díaz, Ovidio Antuña, Santiago Prieto, Tito Gómez, Tomás Badiola y Vicente Quintanilla, miembros de la Mesa Mayor de la Cofradía, y con Eduardo Mendez Riestra, Iván de la Plata y   Luis Alonso, miembros del Colegio de Críticos de Asturias y del escritor gastronómico Luis Javier Del Valle.





Durante la recepción de los comensales, se disfruto del aperitivo de pie en el mismo salón dónde estaba habilitada la mesa para la comida, compuesto por: Jamón ibérico reserva Joselito, Bocadillo crujiente de quesos asturianos, Buñuelo de bacalao, Croqueta de compango, Tortilla española y Tosta de pitu caleya.







Ya en mesa, seis fueron las propuestas culinarias de la velada, con cuatro primeras propuestas innovadoras sobre productos locales y dónde el binomio fabada-arroz con leche puso el colofón. Poniendo una vez más de manifiesto que la tradición y vanguardia pueden convivir en perfecta sintonía en una misma comida, como se demuestra en el día a día en Casa Gerardo.





Imprescindible en la oferta gastronómica de la casa, con cambios en cada temporada, es un plato elaborado en base a oricios. “Oricios, aceitunas y pimiento verde” es el nombre de la elegida para la temporada 2018-19 y degustada en primer lugar. Un consomé de aceitunas y pimientos verdes, con un toque de curry, servían de base a las gónadas de oricios naturales, acompañados de hojas de espinacas y de ostras de origen holandés. Una renovada combinación mar-tierra, dónde los equinoideos resaltan sobre el resto del resto de ingredientes.





“Cogollo a la crema”, plato que se consolida en la carta, fue degustado en una variante diferente a ediciones anteriores, elaborado en base a un cogollo de lechuga cocido en agua marina a baja temperatura, acompañado de un pil-pil de merluza, aceitunas y pistachos, con una cubertura de tiras de aguacate.




La raya es un pescado blanco cartilaginoso, que vive en los fondos marinos, que no goza de muchos simpatizantes entre los consumidores asturianos, a pesar de la finura de su carne. “Raya, mantequilla y trufa” es el plato que en base a este pez con más presencia en aguas mediterráneas que cantábricas se ofrece en Prendes. Elaboración realizada en su jugo, acompañada de un puré trufado, alcaparras fritas y láminas de trufa de temporada, que sorprendió a los comensales.





El salmonete, cuya ingesta transmite el recuerdo a marisco en los más de los casos, siendo uno de los preferidos por su versatilidad por los grandes cocineros, es uno de los clásicos de la casa. “Salmonete y puerros” es la creación con la que repite temporada. Excelente múlido de tamaño medio desespinado y descamado  elaborado a baja temperatura, acompañado por un puré de puerros, la salsa de sus higados y salsa Kinchi.





El binomio fabada y arroz con leche, son el sobrenombre perfecto que acompaña históricamente a casa Gerardo, y ningún comensal que se precie puede comer en la misma sin realizar su ingesta. Su mítica “Fabada de Prendes” fue la última propuesta previa a los postres. Fabes verdes en su justo punto de cocción, resaltadas con el caldo de gallina y complementada con el contundente compango de chorizo, morcilla y lacón, bien merecía si la prudencia no imperase repetirla.





Poniendo fin al estrecho menú, el otro gran clásico y emblema de la casa, “Crema de arroz con leche de Prendes”. Servido en bandeja con su punto de requemado, con la cremosidad y sabor tan genuinos que le hacen único, que nunca deja indiferente a nadie, y menos a los golosos reconocidos.





Menú al que acompañaron los vinos “Pazo Casanova 2017, de la DOP Ribeiro” y “Orben 2010, de la DOC Rioja”, así como “Sidra Brut Nature Emilio Menéndez, de la DOP Sidra de Asturias”.
La sobremesa coincidente con el servicio del café, propició la ya habitual tertulia gastronómica con los galardonados como protagonistas, bajo el hilo conductor de Vicente Quintanilla.




A Abel se le definió como el paradigma de la cocina tradicional, se le calificó como el mejor asador de Asturias y como un excelente relaciones públicas en el trato directo con el cliente.
De Francis, con el que se tuvo un emotivo recuerdo para su madre fallecida en agosto pasado y con la que estaba especialmente unido, se le valoro su capacidad de gestión empresarial; su apuesta por el binomio tradición y vanguardia; la introducción de la casquería en la cocina moderna, acercándola a las nuevas generaciones; el trabajo con los productos de su entorno, sin renunciar a otros externos, como la merluza, con la qu ha diseñado un plato  técnicamente perfecto.
Sobre el Peperoni no se pudo opinar al ser un desconocido para los invitados, dando pinceladas Ángel y Laura sobre las tendencias culinarias dominicanas, dónde la gastronomía española es muy valorada y está muy introducida, formando parte muchos de nuestros productos tradicionales de la oferta culinaria del país.







Ingredientes como el laurel y el ajo en la cocina; las peculiaridades de la raya, su escasa aceptación en el Principado de Asturias, al contrario que sucede en Galicia u otras zonas, así como su veda mundial recientemente aprobada; la dicotomía entre negocio personal e impersonal, y la presencia del propietario en el mismo; el enmascarado de negocios tradicionales en forma de franquicia; la importancia de acercar las nuevas generaciones a la gastronomía tradicional y saludable, o el papel que pueden desempeñas las cofradías en este aspecto, fueron algunos de los muchos asuntos que se tocaron parcialmente durante la velada. 






Tertulia merecedora por su contenido de continuar más tiempo si el tiempo no imperase, aún faltaba el acto oficial de la edición, con la cena y entrega de los Cucharones en el restaurante Real Balneario de Salinas, que volvía a recibir a los cofrades como desde su fundación, con la excepción de la edición pasada.





VÍDEO DE LA EDICIÓN.




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