viernes, 1 de febrero de 2019

Castelo Mendo, la aldea portuguesa dónde pervive la historia y la leyenda.

La pequeña localidad forma parte del selecto grupo de “Red de Aldeas históricas de Portugal”. Descripción, fotografías y vídeo.

En el año 1991 el gobierno de Portugal puso en marcha el programa denominado “Red de aldeas históricas”, con el objetivo de dar al interior de la región Centro. Una estrategia de desarrollo y valorización centrada en los valores de la historia, la cultura y el patrimonio, así como combatir los efectos del paso del tiempo y la desertización.
Aldeas unidas por ubicaciones estratégicas junto a la frontera española, fruto de la inquietud de varios reyes preocupados por la defensa del territorio, que se encargaron de poblar y fortificar la región, edificando castillos y murallas, otorgando cartas forales y ofreciendo privilegios a quien allí se estableciese.
En la región Centro, en la subregión de Beira interior, perteneciente al distrito de Guarda y al municipio de Almeida, se encuentra Castelo Mendo, una de las doce localidades que componen la Red, junto a Almeida, Belmonte, Castelo Novo, Castelo Rodrigo, Idanha-a-Velha, Linhares da Beira, Marialva, Monsanto, Piódao, Sortelha y Trancoso.
Sortelha, la sortija medieval de Portugal.

Situada en la denominada “raya” hispano-lusa, ubicada a 721 metros de altitud, coronando un cerro granítico rodeado por el valle que forma el río Côa, la freguesía tiene una extensión de 21,72 kilómetros cuadrados y su censo poblacional apenas supera el centenar de habitantes.







Para acceder a Castelo Mendo desde España la vía más directa es a través de la frontera salmantina de Fuentes de Oñoro, de la que dista 10 kilómetros, a través de la carretera N-16 que sale desde Vilar Formoso.







Datada históricamente desde la Edad del Bronce, ocupada por los romanos –con restos de la época en su perímetro urbano-, fue durante la Reconquista cristiana y la Edad Media cuando vivió sus años de mayor esplendor, al ser un lugar estratégico por sus excelentes características defensivas en la nueva frontera lusa frente al reino de Castilla y León.







Históricamente perteneció al Reino de León, obteniendo del rey Sancho II en 1229 su carta foral, la concesión de una feria franca a realizar tres veces al año y la orden de amurallar el poblado medieval, lo que posibilito su crecimiento urbano y su desarrollo económico.








Durante el reinado de Don Dinis, su papel fronterizo se vio incrementado y se construyeron el segundo cinturón de murallas.






Con la firma del Tratado de Alcañices, entre los reyes Fernando IV de Castilla y Dionisio I de Portugal, que estableció definitivamente las fronteras entre ambos reinos, Castelo Mendo fue perdiendo paulatinamente su importancia.







Capital del municipio de mismo nombre desde 1229 hasta 1855, que pasó a depender de Almeida, fue una de sus freguesias (parroquias) hasta 2013, fecha en que quedo agregada a las de Ade, Monteperobolso y Mesquitela, formando con ellas una unión de Freguesias con sede en Monteperobolso.







En la actualidad la pequeña aldea, con características predominantemente medievales, es un remanso de paz, mínimamente habitada, compuesta por dos áreas claramente diferenciadas, por dos recintos amurallados, uno en el interior de otro.





El superior, la Ciudadela, de trazado oval, correspondiente al burgo viejo creado tras el fuero de su constitución, con los restos del castillo y su iglesia y un pequeño núcleo de viviendas.





Y el inferior, el burgo nuevo, compuesto por el resto de edificaciones, protegido por la muralla mandada construir por Don Denis, guarnecida en su momento por ocho torres, parcialmente destruidas por el terremoto acaecido en Portugal en 1755.





Recinto amurallado que aún conserva sus cinco puertas de acceso, denominadas de la Villa, Guardia, Sol, Traición y Don Sancho,  mimetizada en su entorno rocoso, conformado por estrechas y empinadas calles que se entrecruzan en función del terreno, con un pavimento medieval muy fragmentado de extensión discontinua, formado por piedras directamente apoyadas sobre el suelo granítico, que parece ser datado en 1728, de acuerdo con la interpretación de una inscripción existente en la misma.




El acceso al burgo nuevo es a través de la puerta de la Villa, flanqueada por dos torreones y que luce sendas placas que recuerdan la visita del presidente Mario Soares el 31-03-1988 y del primer ministro Cavaco Silva el 2-6-1994 a la aldea.







Torreones flanqueados por dos esculturas zoomórficas de granito, que representan a una pareja de verracos –cerdos-, datados del siglo I a.C. de la época celta, vinculados al culto a la fertilidad.





La aldea cuenta con diferentes muestras de su cuidada arquitectura medieval, con viejas casas del siglo XVI llenas de pequeños detalles, siendo sus mejores ejemplos sus casas quinientistas, las manuelinas o las con porche.





En el entorno de la iglesia de San Vicente, se encuentran dos de sus casas quinientistas, de dos pisos y planta irregular, con puerta ancha y dintel recto biselado, escalera con sillares en cantería y porche sostenido por columnas octogonales.








Las manuelinas, también de dos pisos y planta rectangular, cuentan con ventanas con vanos de dintel recto sin marco y puertas biseladas con dinteles curvos y arcos conopiales.






La representativa de las con porche, cercana al pelourinho, data del siglo XVI con inscripciones de 1800, de dos pisos, planta rectangular con adosado de un ala, que acogió la escuela y la oficina de correos y en la actualidad a la junta parroquial.





De estilo manierista, fechada en el siglo XVI, construida sobre la muralla de la ciudadela es la que acoge en la actualidad la oficina de turismo y el “Museo del Tiempo y de los Sentidos”, que alberga monedas antiguas, objetos tradicionales, herramientas y fotografías, y que previamente fue Ayuntamiento, Tribunal y cárcel.





En su fachada se encuentra la gárgola de piedra con la imagen de Mendo, base de la leyenda popular local de los amantes Mendo y Menda, cuya imagen está integra en el edificio de enfrente.
La leyenda de los amantes Mendo y Menda, en Castelo Mendo.









El horno comunitario de finales del siglo XVIII; el solar del hidalgo, con su torre de observación, construida en el siglo XIX y la casa con influencias renacentistas sita junto a la puerta de la Guardia, que pudo ser el documentado hospital de la Misericordia, son sus otros referencias arquitectónicas.





En el centro del pueblo, en la plaza de mismo nombre, delante de la iglesia matriz de San Pedro, se ubica el pelourinho o picota, símbolo jurídico y administrativo en el Portugal medieval.






Datado en el siglo XVI, con sus siete metros de altura es uno de los más altos de la región, está compuesto por un fuste octogonal monolítico coronado por capitel en jaula, y cuenta con la declaración de Interés Público desde 1933.






En su parte superior, se encuentra otra plaza, que acoge otra edificación singular medieval, aunque de construcción moderna, el Chafariz novo –fuente nueva- coronado con el escudo municipal.







Tres son las construcciones religiosas existentes, las iglesias de Nuestra Señora del Castillo, la de San Vicente y la matriz o de San Pedro, estas dos en el burgo nuevo.






La de San Vicente o de la Misericordia, traspasada la puerta de la Villa, es de traza románica, construida en el siglo XIII, con posteriores modificaciones manieristas de los siglos XVI y XVII, datando su campanario de 1519. De planta longitudinal, compuesta por nave y capilla de Nuestra Señora de la Concepción, su interior cuenta con techo de madera y alberga la tumba de Manuel Sarinho de Brito y dos retablos del XVII.









La matriz, bajo la advocación de San Pedro, sita en la plaza del pelourinho, de una sola nave y campanario adosado, está documentada en el año 1320, habiendo sufrido una gran renovación estilística en el siglo XIX.






En la parte superior, en el extremo noroeste de la aldea, en el recinto más interior, se localiza el castillo y ciudadela que da nombre a la aldea, cuya construcción se atribuye a Don Denis.





Recinto con forma de óvalo irregular, dividido en los restos de la edificación del castillo y la torre del homenaje y la alcazaba, con la iglesia de Nuestra Señora del Castillo y un pequeño núcleo de población, a la que se accede por la denominada puerta del Castelhino, en el extremo sur de la ciudadela.







Del conjunto del castillo, construido en los siglos XIII y XIV en estilo románico y gótico en sillería labrada quedan pocos restos.  La muralla, a la que le faltan tramos y el cuerpo de la destruida torre del homenaje, de la que solo queda la base donde se abre su aljibe, son los restos supervivientes que le han valido para ser clasificado como Monumento Nacional en 1946.







Recinto de forma triangular, de pequeñas dimensiones,  que cuenta con dos puertas: la principal se abre hacia el recinto de la alcazaba y está situada en el lado noroeste, y otra da salida al campo por el lado este.






En cuanto a la alcazaba, separada del edificio puramente militar, estaba destinada a acoger a la población en caso de necesidad. Es de mayores dimensiones que el recinto anterior, y en su parte central se encuentran los restos de la iglesia de Nuestra Señora del Castillo, que aunque carece de techo, es la construcción mejor conservada del burgo primigenio.







Construida en el año 1229 en estilo románico con la concesión de la carta foral y la creación de la parroquia, con el añadido en el siglo XVI de la capilla lateral, llegó a tener cuatro altares: el Mayor, el del Espíritu Santo, el de Nuestra Señora del Rosario y el de Nuestra Señora de la Concepción.











El conjunto también alberga la denominada “sepultura del hidalgo”, en realidad tumba del gobernador de la fortaleza, Mendo Mendes, a quien el pueblo debe su nombre. Constituida por en granito con piedra sepulcral y espaldar, cuenta con la inscripción: “Aquí yace Miguel Augusto Mendonça Corte Real, hidalgo de la Casa Real y Comendador de las órdenes de San Benito de Aviz y de Nuestra Señora de la Concepción (...)




En el exterior de los muros, y como complemento del pueblo, se encuentra el cementerio parroquial y una pequeña capilla, varias fuentes de los siglos XIII y XIV y varios pelouhirnos.







Así como un pequeño altar de la Virgen de Fátima, a la que rinden devoción sus habitantes. 






La visita al cuidado, y en parte rehabilitado, pueblo modelado sobre el granito, supone un viaje al pasado, a la historia de la Portugal cimentada sobre aldeas levantadas para defender su territorio, en las que la historia y el arte van de la mano.
Y que se complementa con dos leyendas, que han agrandado su historia, las leyendas de los amantes “Mendo y Menda”, cuyo amor prohibido quedo grabado para la historia en sus piedras.

La leyenda de los amantes Mendo y Menda, en Castelo Mendo.

 Y la del “Monstruo y el ermitaño” basada en un monstruo que cada primavera hacia desaparecer a niños de la localidad, hasta que un grupo de jóvenes alentados por un ermitaño fueron en romería hasta la cercana iglesia de Nuestra Señora de Sacaparte, en la frontera española, y las desapariciones dejaron de producirse.






VÍDEO DE CASTELO MENDO:
Enlace:  https://www.youtube.com/watch?v=mK6HhDmuv30








“La primera parada del día es en Castelo Mendo. Vista lateral es una fortaleza, pueblo completamente cerrado por paredes, con dos torres en la entrada principal”. José de Sousa Saramago (1922-2010 ) periodista y escritor portugués,  en su libro “Viaje a Portugal” (1981)

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