jueves, 12 de agosto de 2021

Capilla de Nuestra Señora de la Milagrosa, en Ventaniella, Sobrefoz, Ponga.

Datada en el siglo XVIII ubicada en el valle de mismo nombre, perteneciente al pueblo de Sobrefoz, en Ponga.

El concejo de Ponga está situado en el sureste del Principado de Asturias, cuenta con una extensión de 205,98 kilómetros totalmente integrado en el Parque Natural de Ponga, creado mediante la ley 4/2003 por el gobierno del Principado. Estando vertebrado en nueve parroquias: Abiegos, Carangas, Casielles, Cazo, San Ignacio, San Juan de Beleño, Sobrefoz, Taranes y Viego.

A la de Sobrefoz, pertenece el puerto y valle de Ventaniella, donde concluye en este último la carretera y pista PO-1, que lo comunica a través de la cabecera parroquial con San Juan de Beleño, la capital municipal de la que dista 12 kilómetros.

El puerto está situado en la cordillera Cantábrica, a una altitud de 1420 metros, en el límite con la provincia de León, entre las cumbres de las peñas Ten y Pileñes. Por el transcurría el Camino Real de Ventaniella, utilizados para los tránsitos de la comarca con Castilla, que cruzaba desde las castellanas Maraña y Uña hasta Cangas de Onis. 




Dos kilómetros más abajo del puerto se encuentra el valle de mismo nombre, situado a una altitud de 1.115 metros y distante 8 kilómetros de Sobrefoz. En el valle se ubica una histórica alberguería y venta, cuadra, fuente, humilladero y una ermita, que tenía como principal función la protección de los caminantes de dicho Camino.

Ventaniella, naturaleza envuelta en historia y leyenda.




La propiedad del conjunto correspondió durante siglos a la orden del Cister. En el año 1806 el valle con sus 14 hectáreas de pasto y sus dependencias fueron adquiridas por el pueblo de Sobrefoz a los monjes, y desde entonces, se explota comunalmente mediante el arriendo para su aprovechamiento y conservación a un vecino en subasta pública cada cuatro años el día de Navidad.




El conjunto montañero está envuelto en un halo de leyenda y mitos desde los albores de los tiempos. Su topónimo lo datan en la época de la invasión árabe, cuando un capitán musulmán se encaprichó con una hermosa, para unos hermana del rey Don Pelayo y para otros hija de un noble, a la que siguió refugiándose ella en la venta. Al llegar a ella el moro amenazó al ventero con saquear y quemar el caserío sino le entregaba la bella dama. El ventero ataco al sarraceno al grito de “Ni venta ni ella”.




La capilla construida en piedra en honor y bajo la advocación de Nuestra Señora de  la Milagrosa, está datada en el siglo XVIII construida por la orden propietaria, cuyos monjes eran conocidos como Bernardos, y que acogía la Cofradía que tomaba el nombre de la Virgen.




Situada entre la venta y cuadra y el río Ponga, a escasos cien metros de la primera, llama la atención su peculiar situación con su fachada principal mirando al oeste, mirando hacia tierras las tierras de Caso, con la cima de Cerra al Pasu al fondo, aprovechando el desnivel del terreno, en sentido contrario a la de la casa.




Su fábrica en piedra de cantero, es de planta única rectangular y ábside cuadrado, con cubierta a dos aguas de teja vista y piedras, con sólidos contrafuertes en el ábside y en la unión de este con la planta  coronada por una espadaña con una sola campana.






En su interior, la nave tiene sus paredes de piedra revestida con pintura blanca, con columnas vistas de piedra de sujeción, ocupada por modestos bancos de madera.




Su ábside está coronada por una cúpula con nervios vistos pintada de blanco, siendo sus paredes de piedra vista.




Alberga el altar, que cuenta con mesa procesional sobre la que está situado un pequeño retablo de tres cuerpos tallados con columnas, en el que su parte central lo ocupa la talla de Nuestra Señora de la Milagrosa, conocida en el lugar como la Santina, protegida por un cristal.




A su izquierda una pequeña tarima en forma de altar acoge la talla de la Purísima, ofrecida por Miguel Ángel Verdeja Alonso “Michel”, el 4 de septiembre de 1999.




El resto de su decorado está compuesto por varias tallas de imaginaria, cuadros y rosarios religiosos de donaciones particulares.






Luciendo en una de las esquinas del altar el modesto altar en el que sacan la talla de la Santina en procesión, una vez acabada la celebración de la Santa Misa, cada 8 de septiembre los parroquianos de Sobrefoz, conocidos con el apodo de Canayones.




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“El nombre de María, para los que devotamente la invocan es la llave del cielo”. San Efrén de Siria (306-373) diácono y escritor sirio.

 

 

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