El café y el té son las bebidas
más populares, produciendo vino desde hace más de dos mil años.
En Túnez, es junto con Argelia y
Marruecos, uno de los tres productos de vino de los países musulmanes, y de
relativa importancia en el contexto mundial, en los que a pesar de ser
islámicos, el alcohol no está prohibido. Sin embargo, al igual que sus países
vecinos, en el país el consumo de los vinos, en particular, y de las bebidas
alcohólicas – que también elaboran- en general, en su inmensa mayoría son
consumidos en territorio nacional por extranjeros, siendo exportados en su
práctica totalidad.
La gastronomía tunecina.
La gastronomía tunecina.
Las bebidas más populares entre
los tunecinos son el café y el té. El café se toma a todas horas y en todas
partes, por lo general se consume solo, es fuerte y se suele servir en vasos
pequeños. En tazas se suele servir el café créme –tipo capuchino- y el con
leche, aunque el servido con leche condensada y el turco, tiene sus muchos
adictos.
El té es también muy popular,
puede ser verde o negro, y habitualmente se dejan reposar con mucha azúcar o
miel y hierbabuena fresca. Fuerte y aromático, aunque digestivo, su servicio se
realiza en vasos muy pequeños desde cierta altura, para crear una espuma
superficial.
El agua del grifo se puede beber
sin problemas en las grandes ciudades, pero el consumo más generalizado son las
minerales –con o sin gas- sobre todo por los visitantes y en zonas rurales. Las
marcas más comercializadas son Safia y Mariva.
Túnez sólo tiene una marca de
cerveza nacional, Celtia, que se produce con licencia de Stella Artois y
Lowenbrau. Más suave que las europeas, su venta se realiza en supermercados y
en restaurantes. Las cervezas de importación, son difíciles de encontrar, sólo
en restaurantes y hoteles de alto nivel, y público generalmente extranjero.
En el apartado de refrescos
carbonatados, junto con las marcas mundialmente conocidas, el país cuenta con
marcas propias -la más popular es Boga-, siendo también muy demandados los
zumos naturales de fruta y los siropes diluidos en agua.
La producción de vino está datada
desde hace dos mil años. La historia, al igual que en sus países vecinos,
muestra un primer desarrollo con las antiguas civilizaciones, un estancamiento
en la época álgida musulmana, un gran desarrollo en la época colonial, un nuevo
estancamiento en el siglo XX y un resurgir en la actualidad.
Muestra de esta tradición
vinícola, es que Túnez fue uno de los ocho fundadores de la OIV –Oficina
internacional de la vid y el vino- junto a España, Francia, Grecia, Hungría,
Italia, Luxemburgo y Portugal.
El arte de la viticultura y la
vinificación se remonta a los tiempos de la antigüedad. El ingeniero fenicio Magón
–cuyo nombre lleva uno de las marcas más importantes- elaboró un tratado de
agronomía sobre la viña y sus prácticas que ha llegado hasta nuestros días. En
muchos de los mosaicos romanos, abundan las escenas de estas actividades y de
las divinidades con ellas relacionadas.
El sector ha conocido un
incremento importante en las últimas décadas, favorecido por la política de las
autoridades que han fomentado las inversiones extranjeras y el asentamiento de
bodegas extranjeras.
Favorecidos por el clima y la
humedad existente, los viñedos se ubican en las tierras más fértiles del
noroeste del país y en el entorno de la capital. Su extensión –a mayo de 2017-
se estima en unas 27.000 hectáreas, de las que 12.000 son de uvas de mesa.
Históricamente los vinos de las
colonias del norte africano, eran llevados a Francia a granel para usar en los
cortes de sus vinos, incrementando su grado alcohólico y su cuerpo. En la
actualidad el 70 % de la producción se comercializan acogidos a AOC
(Appellation d´Origine Controlée), estando igual que los graneles,
comercializados casi en su totalidad en el extranjero.
El sector está controlado por dos
organismos. La Oficina Nacional de la vid de Túnez, encargada del control y
calidad del viñedo y de la promoción de sus elaboraciones. Y la Unión Central
de Cooperativas Vínicas, que aglutinan a los elaboradores, embotellados y comercializadores.
El viñedo está compuesto,
principalmente, por varietales de procedencia francesa y española, siendo muy
variado. Entre ellos destacan la Alicante, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc,
Cariñena, Clairette, Garnacha, Merlot, Nocera y Syrah, entre las tintas; y
Merseguera, Moscatel de Alejandría, Pedro Ximénez y Sauvignon Blanc entre las
blancas.
Por porcentajes los vinos rosados
son los mas elaborados con un 65 %, seguidos por los tintos con un 30 % y los
blancos, con apenas el 5 %, siendo simbólicas las elaboraciones de dulces y generosos.
Las zonas vitivinícolas más
importantes son las de las regiones de:
** Cap Bon, con las AOC Morgan,
Muscat Kelibia y Sidi Salem.
** Túnez, con las AOC Sidi
Thabet-Mornag y Coteaux de Tebourda, y
** Bizerre, con la AOC Cote Auz d´Utique,
y
En lo referente a aguardientes y
licores, en Túnez se elaboran el “boukka” a base de higos, que recuerda a un
vodka seco afrutado; el Thibarine, con base de hierbas y dátiles y el
Cedratine, en base a limones. En los oasis, durante la recogida de la palma, se
elabora un vino fermentado durante 24 horas, que se denomina “laghmi”.
MÁS INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA.
Pinchar en enlaces.
Viajes Dendecagüelu.
Vinos Dendecagüelu.
Túnez, la plaza de la Gobernación.Vinos Dendecagüelu.
“Bebeb porqué sois felices,
pero nunca porque seáis desgraciados”. Gilbert Keith Chesterston (1874-1936)
escritor inglés.L
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