El concejo de Ponga, situado en el sureste del
Principado de Asturias, lindante con los municipios leoneses de Oseja de
Sajambre, Burón y Maraña, y con los asturianos de Caso, Piloña y Parres, tiene
una extensión de 205,98 kilómetros cuadrados, y un censo poblacional –en el año
2018- de 598 habitantes.
Integrado en su totalidad en el Parque Natural
de Ponga, declarado en el año 2003, está vertebrado en nueve parroquias:
Abiegos, Casielles, Carangas, Cazo, San Juan de Beleño, San Ignacio, Sobrefoz,
Taranes y Viego.
La de San Ignacio, bajo la advocación de San
Ignacio de Loyola, cuenta con una extensión de 6,75 kilómetros cuadrados y una
población que apenas supera la treintena de habitantes distribuidos entre sus
núcleos rurales de San Ignacio, puente
Pombayón, puente Vidosa, el Arenal y Valle Soto.
Desde el puente Pombayón, situado a la altura
del kilómetro 135 de la carretera Nacional 625, que une Mansilla de las Mulas
con Arriondas, en pleno desfiladero de los Beyos, parte la ruta que tiene como
objetivo el ascenso al pico Carria, en la sierra del Cabestredo, en el que se
pasa por los cinco núcleos que componen la parroquia.
Puente Pombayón. Ponga.
Puente Pombayón. Ponga.
El núcleo rural es en realidad un caserío a píe
del puente sobre el río Sella, a 253 metros de altitud, desde donde sale la pista
hormigonada que da acceso a la cabecera parroquial, San Ignacio, por la que hay
que ascender salvando los 137 metros de desnivel y una distancia aproximada de
800 metros.
San Ignacio, con su peculiar emplazamiento es
uno de los referentes de los denominados pueblos beyuscos, con hórreos beyuscos incluidos, estando sus
construcciones ubicadas de forma escalonada en la roca, muchas de ellas
colgadas literalmente al borde de la misma.
San Ignacio de los Beyos. Ponga.
Pueblo que hay que ir serpenteando hasta su parte final, dónde se ubica el cementerio parroquial, para coger la pista de tierra que sale por su parte inferior hasta enlazar con la senda que sube al núcleo de Canisqueso, ubicado a 500 metros de altitud.
San Ignacio de los Beyos. Ponga.
Pueblo que hay que ir serpenteando hasta su parte final, dónde se ubica el cementerio parroquial, para coger la pista de tierra que sale por su parte inferior hasta enlazar con la senda que sube al núcleo de Canisqueso, ubicado a 500 metros de altitud.
Barrio perteneciente al pueblo, que domina al mismo y al desfiladero de los Beyos, en la actualidad
prácticamente abandonado y con sus seis construcciones cabañiles en franco deterioro
o totalmente derribadas, que hay que atravesar hasta su parte final, en busca
de los conocidos praos del Cociu, en el que los restos de tres cabañas dan fe
de su pasado pastoril.
Ubicados a 673 metros de altitud, a pie de una
pequeña mancha boscosa, con los senderos taponados por la vegetación es
necesario buscar el paso más adecuado para enfocar el duro ascenso por el valle
de Mura, salpicado de avellanos, hasta el collado Ortigoso, en la base del pico
Portu la Roble.
El collado ubicado a 1014 metros de altitud, también
conocido como Espina, en su parte más oriental es una excelsa atalaya sobre el
desfiladero de los Beyos y su impresionante orografía, de la sierra de Amieva y
el macizo occidental de los Picos de Europa.
Todo un deleite visual de un entorno dónde lucen
altivos los picos Jucantu, Valdepino, peña Beza y Cantu Cabronero, el Gilbar,
la Cebolleda, o los más cercanos del Niajo y Pozalón.
Una vez disfrutado de la espectacular vista
desde el bucólico y apacible collado pongueto, la ruta discurre rodeando la
vertiente norte del pico Portu la Roble por un sendero bien marcado, hasta los
invernales de la Roble.
Collado ubicado a 1270 metros, dónde los restos
de cinco cabañas, vuelven a dar fe del pasado pastoril de un entorno tan
idílico como hostil.
Con el objetivo del día a la vista, ya sólo
queda superar los 162 metros de desnivel a través de una ladera pedregosa hasta
la cima del pico Carria, conocido también como la Roble, ubicado a 1432 metros
de altitud, entre los límites de los concejos de Amieva y Ponga, perteneciendo
a este último.
Atalaya con diferentes accesos, como la
propuesta o los que se realizan desde los pueblos de Argolibio y Vega de Cien,
en Amieva, o desde el collado pongueto de Llomena, en la carretera PO-2 que
comunica Viego y San Juan de Beleño.
Pico en cuya cima luce la cruz y el buzón de
cumbres colocados por el Grupo de Montaña Vetusta en 1987, con el que hecho la
ascensión en excursión incluida en su trofeo de cumbres coronadas con buzones
puestos por el Grupo, incluido en los actos conmemorativos del 75 aniversario
de su fundación.
Desde el llamado por algunos como “el balcón de
los Beyos”, marcado por un entorno de riscos y profundidades, se disfruta de
una panorámica inimaginable, de oeste a este y de norte a sur. El cercano
Pierzu, y los bosques del Pedrosu y Peloño, con los Tornos, al oeste; las peñas
Cuadrazales y Coya, los picos Mota Cetín y Coya o la más alejada sierra del
Sueve, al noroeste; al sur las ponguetas cimas de las peñas Salón y Subes o de
los picos Sen de los Mulos, Niajo, Collau Zorru, Recuencu, Ten y Pileñes, o las
más occidentales del macizo del Cornión, como el Cotalba, Requexón, las Tres
Marías o la Peña Santa de Castilla, son algunos de los más conocidos hitos
montañeros visibles desde el privilegiado lugar.
Coronado el Carria la ruta realizada continúa en
bajada por la arista izquierda del pico, en dirección norte, recorriendo transversalmente
la masa boscosa existente en su falda.
Un sendero, relativamente bien señalizado,
recorre el mismo en su parte alta, hasta un brecha, que una vez superada
comunica con el valle de Poana.
Valle que hay que recorrer en dirección sur, por
su parte superior, por sendero marcado aunque deteriorado con el próximo
objetivo a la vista, el collado del Trecho.
Que se encuentra ubicado a 1197 metros de
altitud, que sirve de unión del pico Carria, a la izquierda y la Silla de
Cabestredo a la derecha, que supera en 78 metros de altitud al Trecho, desde el
que se accede sin dificultad alguna.
Collado desde el que se vuelve a disfrutar de
idílicas perspectivas y desde el que se divisa el camino a continuar, que no es
otro que un pronunciado descenso en busca del desfiladero de los Beyos.
El serpeante sendero desciende en dirección sur bajo
la sombra de la mole del Carria, con el desfiladero en el fondo del valle, pasando primeramente por una fuente ubicada a
mitad del mismo.
Y por una fuente, con caseta incluida que suministra el agua a los núcleos de San Ignacio y el Arenal, ubicada a 750 metros de altitud, pudiendo optar previamente por ir hasta San Ignacio por un sendero en la actualidad nada transitado.
Y por una fuente, con caseta incluida que suministra el agua a los núcleos de San Ignacio y el Arenal, ubicada a 750 metros de altitud, pudiendo optar previamente por ir hasta San Ignacio por un sendero en la actualidad nada transitado.
Desde dónde sale un sendero que llega hasta dos
cabañas –una en buen estado y otra caída- ubicadas en un empinado prado que hay
que atravesar hasta enlazar con un nuevo camino, en una zona dónde una buena
orientación es necesaria.
El camino conduce hasta el núcleo, en realidad
caserío, de Valle Soto, compuesto por dos casas y una cuadra.
Desde dónde parte una pista, que en descenso
lleva hasta a otro núcleo rural parroquial, el Arenal, compuesto por apenas una
decena de construcciones que hay que atravesar, para superar mediante un puente
el río Santagustia, que entrega sus aguas al Sella pocos metros más abajo.
Continuando por la carretera durante 200 metros
hasta enlazar con la carretera PO-2 que conduce primero a Viego y continua
hasta San Juan de Beleño, superando la collada Llomena, a la altura de su
kilómetro 11,200.
Para continuar por la misma durante un kilómetro
y seiscientos metros, hasta puente Vidosa, ubicado en la carretera nacional
625, apenas 800 metros por encima del punto de salida el puente Pombayón, en el
que el río Aguasalía entrega sus aguas en una espectacular cascada al Sella.
Dónde concluye una ruta que recorre integra la
parroquia pongueta de San Ignacio de los Beyos, con paso por todos los núcleos
que la componen, en un recorrido de 11,300 kilómetros, con un desnivel
acumulado de 1340 metros de subida y 1299 metros de bajada, en el que se
invierte un tiempo neto de seis horas y dieciocho minutos.
OBSERVACIONES:
REFERENCIA. METROS TIEMPO ACUMULADO.
Puente Pombayón 253
m. 00.00 00.00
San Ignacio o el Beyu. 390
m. 00,10 00,10
Cementerio. 420
m. 00,15 00,25
Canisqueso. 500
m. 00.10 00,35
Praos del Cociu. 673
m. 00,45 01,20
Collada Ortigosu o Espina. 1014
m. 00,46. 02,06
Collada la Roble . 1270 m 00,35 02,41
Pico Carria o la Roble. 1432
m. 00,28 03,09
Brecha con paso al valle de Poana. 1150 m. 00,29 03,38
Collado el Trecho. 1197
m. 00,30 04,08
Fuente. 00,06 04.14
Fuente captación agua. 750 m. 00,42 04,56
Cabaña buen estado. 00,20 05,16
Valle Soto. 00,12 05,28
El Arenal. . 00,19 05,47
Puente sobre río. 00.04 05,51
Carretera PO-2, km 11,20. 00,03 05,54
Puente Vidosa. 255 m. 00.24 06,18
MÁS INFORMACIÓN. Pinchar en enlaces.
Rutas de montaña por el concejo de Ponga:
“ ¡Oh! Zagales, probinos los ponguetos, que les cabres bermeyes tais
curiando pe los más enriscados vericuetos; escucha de mio musa les canciones
que rodiaron d´alloru la mio fronte, ansi colmeis de ñates los zurrones”. Poema
popular pongueto.
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