Cata y cena
celebrada en Cagüelu, el 5 de octubre de 2017.
De vuelta del
período vacacional, el Grupo de Cata Las Alondras ha retomado su actividad con
la cuarta cata del año 2017, realizada en Cagüelu siguiendo el orden
protocolario establecido.
Javier recibió a
sus colegas con la elaboración andaluza Don Zoilo, de la bodega Williams Humbert,
S.A. acogida a la DOP Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda, con un pequeño
aperitivo.
Con todos los
catadores presentes, y los vinos aireándose en decantadores, se procedió a la
cata oficial, compuesta por vinos castellanos de zonas colindantes, elaboradas
con la uva Tempranillo, de contrastadas bodegas.
El emblemático y
ya mítico viticultor y enólogo Alejandro Fernández, adquirió en la década de
los noventa del siglo pasado la finca Dehesa la Granja, en que entre otros bienes contaba con una bodega
de más de 300 años. Posiblemente está finca y bodega sea el “ojito derecho” de
este riberano, que vio en las tierras zamoranas de Vadillo de la Guareña y su
bodega un escenario con un potencial único para desarrollar otro nuevo proyecto
vitivinícola, acogido a los Vinos de la Tierra de Castilla y León. El Dehesa la
Granja, de la añada 2009, mono varietal de Tempranillo, envejecido en barricas
al menos dos años, y con otros tantos en botella, mostró una explosión
organoléptica, como en él es habitual, siendo valorado con una media de 3,90
puntos sobre 5 máximos.
Elaborado por
Alejandro Fernández, también fue el segundo vino catado, en este caso de su
casa matriz, el Pesquera Reserva de la añada 2011, elaborado en su natal Pesquera del Duero, acogido a la DOP Ribera del
Duero. Todo un clásico de la parrilla de grandes vinos españoles, que se mostró
franco y aún con larga vida, siendo valorado con una puntuación media de 4,16
puntos.
De la Ribera del
Duero a Toro, la continuación natural de unos terruños regados por el Duero,
con diferentes suelos y connotaciones en sus vinos. En Toro, allá por el año
1974 un grupo de viticultores de la zona se unen para formar una Cooperativa,
que fue precursora de la creación de la DOP Toro en 1987. Su elaboración de
gama alta es el Arco del Reloj, elaborado con las uvas provenientes de los
viñedos más antiguos del accionariado, plantados entre 1880 y 1910, con
rendimientos que apenas alcanzan un kilo por cepa. Y que una vez vinificadas
envejecen al menos 14 meses en barricas nuevas y otros tantos meses en
botellero.
Vino de la añada
2009, limitada a 3716 botellas, que fue muy del agrado de los catadores,
sorprendidos por su estructura, redondez, amplia gama olfativa y gustativa y su
final tánico goloso, siendo valorado con una puntuación media de 4,25 puntos.
Y vuelta a la
Ribera del Duero para concluir la cata, a otra elaboración de la primigenia
bodega riberana, la Cooperativa de Protos. Al igual que la anterior parte de su
accionariado cuenta con los viñedos más antiguos de la DOP, en este caso el
vino “Protos Selección Finca el Grajo Viejo”, de la añada 2012, se ha elaborado
con uvas procedentes de viñas de más de 70 años, de producción limitada, con fermentaciones
alcohólicas y malo lácticas en barrica y un envejecimiento mínimo de 18 meses
en barricas nuevas de roble francés. Vino que fue el más valorado de los cuatro
con una media de 4,35 puntos.
Realizada la
muestra de las botellas y su número identificativo, coincidente con los
decantadores en que fueron servidos, una vez tomadas las puntuaciones, se tuvo
el debate y turnos de intervenciones sobre los diferentes vinos catados, previo
a la cena.
Vinos seleccionados en base a una misma uva y a una zona geográfica
más bien próxima, pertenecientes a diferentes DOP, en teoría caracterizadas por
su peculiaridad y calidad, que sorprendieron por momentos a los catadores, que
reconocieron sus cualidades con puntuaciones muy ajustadas, con una diferencia
de 0,45 puntos entre la más puntuada y la menos.
Vinos
estructurados, contundentes y personalidad que se consumieron con la cena,
sumándoseles la última novedad de la cooperativa toresana, el Barbián 2014,
elaboración mono varietal de Tempranillo, con un envejecimiento de cuatro meses
en barrica, comercializada bajo el epígrafe de Roble.
Cena en base a
un picoteo de anchoas artesanas, y paté de morcilla asturiana, elaboradas por
la anfitriona –Estela- y langostinos de Ibarra, chistorra y odolquis, traídos
para la ocasión de un viaje de los anfitriones al Goierri guipuzcoano. Platos
estos que repetían de la cata anterior, dado su buena acogida.
El segundo plato
fue una novedosa elaboración, combinación de guacamole y huevo poche, sobre pan
tostado y cobertura de salmón ahumado.
Concluyendo con
una de las propuestas clásicas golosas de la casa, el flan de huevos caseros
caramelizados.
No falto una
corta sobremesa, con los licores y combinados al gusto del comensal, y la
puesta al día de las diferentes situaciones personales de cada uno y de la
situación general política y económica del país, temas de conservación que cada
vez se cuela más en las tertulias.
MÁS INFORMACIÓN. Pinchar enlaces.
“La amistad sólo puede tener lugar a través del
desarrollo del respeto mutuo y dentro de un espíritu de sinceridad”. Tenzin
Gyatso (1935 -), Dalai Lama, líder espiritual del budismo tibetano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario