martes, 26 de septiembre de 2017

Iglesia de San Pedro de Paredes, en Valdés. Principado de Asturias.

Ubicada en el idílico valle de Paredes, es uno de los mejores ejemplos de arquitectura religiosa realizada por donaciones de lugareños.


Paredes es una de las quince parroquias en que está vertebrado el concejo de Valdés, en el occidente del Principado de Asturias. Situada a una altitud de 155 metros, en el extremo sur del municipio de cuya capital dista 25 kilómetros, limita con el concejo de Tineo, cuenta con una extensión de 43,86 kilómetros cuadrados y una población que apenas supera el centenar de habitantes.








Su iglesia parroquial, bajo la advocación de San Pedro, sita en la localidad de mismo nombre, de origen románico con sucesivas ampliaciones, está datada en el siglo XVIII.






Templo en cruz latina y planta única, cuenta con un pórtico lateral en su fachada sur, con acceso directo a la sacristía, y torre de planta cuadrada separada de la principal, que sirve de acceso al templo, añadida en el año 1906, en obra realizada estando de párroco Nicasio Méndez.







Torre de tres arcos de medio punto en su base y coronada, también en cuadrado, con un campanario de dos campanas de bronce y cuatro ventanas, rematado por un tejado piramidal de pizarra de cuatro aguas, que sustituyó a la antigua espadaña. Elemento que difiere del inicialmente diseñado, que salía desde el coro, en el interior de la iglesia, cuyo presupuesto ascendió a 55.000 pesetas.






Las campanas fueron sustituidas en 1992, al estar rajadas las anteriores fruto de la contienda civil del 36. Realizadas en una fundición de Santander, con un peso de 110 y 80 kilos respectivamente, su coste fue de 400.000 pesetas sufragadas con la venta de madera propiedad de la parroquia y la donación de realizada por las hermanas Tarsila y Anita, familia Alonso Anciola, del establecimiento Casa Obispo, ubicado a escasos metros del templo. 




 





Familia que también costeo la adquisición del reloj que luce en el frontal de la torre, y que se ubicó para tapar un agujero existente en la misma.







Los últimos arreglos realizados en la iglesia, son también del año 1992. En el año 2001 se procedió a su pintura, donada por Pinturas Luarca; y en el año 2014 se colocaron las vitrinas actuales, costeadas con la recaudación de 7.920 euros donados por los vecinos, cuyas aportaciones figuran en la trasera de la puerta principal. 







Obras todas ellas coordinadas por la Asociación de Vecinos del Valle de Paredes, cuya labor ha sido reconocida con el premio “Pueblo ejemplar de Asturias 2001”, por la entonces Fundación Príncipe de Asturias.






En su interior alberga tres capillas, con un retablo central. A la derecha e izquierda del mismo, cuenta con las capillas abovedadas de San Antonio y de la Purísima Concepción, datadas en 1749, ubicándose en el medio del templo la capilla de los Meras, con el fin de acoger el panteón familiar.









Esta última fue construida en 1782 por Joaquín de Meras Queipo Solis,  heredero del ducado de Paredes y que dejo su cargo de Prior en la Real Colegiata de Santa María del Puerto, para asentarse en Paredes y administrar sus propiedades. Y que hasta finales del siglo XX, estaba protegida por una verja de barrotes de madera tallados.






La fundación de la capilla está grabada en la piedra en el arco de entrada.  Se creó como panteón familiar para acoger los restos de los cuatro hermanos Meras y Queipo Solis, y la mujer de uno de ellos, María Isabel, propietaria del palacio de Meras, sito en Tineo.







Su retablo barroco está presidido por la Virgen de los Dolores, aunque la figura de la misma ya no exista, siendo la estructura actual de palos con la vestimenta de la misma.






El altar de madera, tiene dos inscripciones, una en cada lateral cuyo texto comienza por el de la izquierda y acaba en el de la derecha.






** Inscripción izquierda:
A la honra y gloria de Dios y su de su Santa Madre Dolorosa se dedicó esta capilla con sus imágenes retablos dorados , todo lo que es ella con privilegio de altar de alma perpetúa todo a espensas devoción e influjo de







** Inscripción derecha.
Del señor don Joachin de Meras Queipo Solis dignidad i prior de la Real Colegiata de Santa María del Puerto, en la bahía de Cádiz, tiene hecho renuncia de toda acción a favor de Cofradía BECS (¿Benedicto? ¿vecinos?) sin ninguna reserva a su casa. Año de 1786.






Las sepulturas están orientadas hacia la Dolorosa,y son muy estrechas, por lo que se entiende que los cuerpos fueron enterrados sin ningún tipo de protección. Parece ser que en la iglesia, siempre hubo una caja del mismo color que el altar, que fue quemada por orden del sacerdote Ignacio Gayo, también a finales del siglo XX, cuando se retiraron los barrotes, y que podría ser la utilizada para el transporte de los cuerpos, tanto para esa capilla como para el resto del templo.








Ubicada en territorio vaqueiro, la iglesia como todas en dónde habitaban vaqueiros, contaba con una viga que no permitía el paso de los mismos más allá del límite marcado. Viga, retirada a mediados del siglo XX, que iba de lado a lado con un paso central y que tenía unas medida de ancho de un metro y unos tres metros de largo por cada lado.
A continuación de la capilla de los Meras, se encuentra la figura de la Virgen del Carmen.








Justo enfrente, paralelo a la Virgen, se encuentra la figura de un Cristo románico, trabajado espectácularmente, en el que destacan la forma de los pies. 




 





Su ubicación inicial fue el altar mayor, escoltado por dos piezas prerrománicas: San Juan y la Magdalena, él con las manos en posición de oración y ella con la mano en la cara. Figuras, que parece ser en la actualidad se encuentran en el cercano palacio de Paredes, propiedad de Cristina Montenegro.






El altar mayor es posterior a la inicial iglesia románica, se hizo a continuación del muro dónde acababa la iglesia. 






El anterior estaba decorado con pinturas muy rusticas, de ellas queda una muestra en la parte superior de la iglesia, en lo que queda del muro y que se ve en la subida al campanario. 






También queda una pequeña muestra, un rosetón, en la vieja sacristía, actualmente utilizado como trastero, en la capilla de Joaquín Merás.






El altar se hizo por una donación, en la parte derecha inferior está el texto que confirma el mismo: “Se hizo y dono a expensas de Joaquín Merás i Queipo i Solis, primogénito de la casa i Prior de la Real Colegiata de Santa María del Puerto, en la bahía de Cádiz, en 1785”.






Está presidido por la pieza románica del siglo XVII de San Pedro. 



 



A su derecha, la Virgen del Rosario, y a su izquierda San Antonio, ambas piezas modernas realizadas en escayola. 



  




También en este material están realizados el Niño Jesús de Praga y el Sagrado Corazón, ubicados en los exteriores, de menor tamaño que los anteriores. 



 



En la parte superior están las románicas de Santa Lucia y San Isidro Labrador.






Posiblemente el elemento de mayor valor de todo el conjunto sea el “Cristo articulado”, oculto en un compartimento del altar mayor, en su parte derecha, debajo de la figura de San Antonio.






Datado en el siglo XVII, hasta principios de este siglo solamente se sacaba el Viernes Santo, haciéndose crucifixión y descolgado en el interior del templo, nunca se sacaba al exterior.








El templo, en la zona delantera del altar, acoge varias sepulturas, se entiende de los más pudientes o relacionados con la iglesia, ubicándose el antiguo cementerio alrededor de la iglesia, estando el nuevo –llamado el Retiro- a escasos cien metros de la iglesia. 



   



Entre las sepulturas está documentada la de una persona de la pudiente familia de los Carcabones, que hicieron fortuna con negocios en Madrid, que pago once onzas de oro, por enterrarse con el privilegio de los curas.







A la derecha del altar mayor, se encuentra la capilla de San Antonio, que da acceso a la actual sacristía. 





Presidida en su momento por una pieza románica, que al igual que las de San Juan y la Magdalena, la ubican en el palacio de Paredes. 







Siendo la actual más pequeña, datada en el siglo XVII, lo que motivo la colocación de un pedestal para poder ubicarse en la hornacina.



    




Antes de la misma se encuentra la antigua pila bautismal, protegida por una tapa de madera.






A la izquierda la de la Purísima Concepción, al igual que la anterior construida en el año 1749.







El resto de elementos decorativos del templo son modestos, y constan de cuadros de litografías del Via Crucis, a lo largo de ambas paredes laterales.








La iglesia de San Pedro de Paredes, es sin duda uno de los mejores ejemplos de arquitectura religiosa debida a la devoción del pueblo, que con las donaciones realizadas en función de sus posibilidades, ha permitido primeramente levantar un templo de considerables dimensiones y contenidos de gran valor y posteriormente mantener –aunque no en su totalidad- un rico patrimonio religioso, intrínsecamente ligado al pueblo llano.


OBSERVACIONES.
Gran parte de la información, y sobre todo los detalles, fue suministrada por Manuel Sola, que tiene su vivienda colindante con la iglesia, antaño comercio de todo tipo,  dónde están depositadas las llaves de la misma.







MÁS INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA. Pinchar en enlaces.




“Sueña como si fueras a vivir eternamente, vive como si fueras a morir mañana”. Anónimo.
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1 comentario:

  1. Bonito reportaje, simplemente aclarar que las vidrieras de la Iglesia ni fue idea de la Asociación de Vecinos, ni recaudaron el dinero necesario dicha asociación, ni coordinaron las obras. Es decir en las vidrieras de la Iglesia la Asociación no participó

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