viernes, 2 de septiembre de 2011

Descenso ecológico del río Esva, en el valle de Paredes. XVII edición, 2011

El sábado, 13 de agosto de 2011, el Valle de Paredes en Valdés celebro el XVII Descenso Ecológico del Esva, que organiza su la Asociación de Vecinos. Crónica, vídeo y pregón del mismo.

En torno al mismo la Asociación consiguió reunir a los amantes y defensores de la naturaleza, batiéndose el récord de participantes con un total de 278 participantes que salvamos en 225 embarcaciones de lo más variopinto –canoas, piraguas, lanchas, colchonetas o flotadores- los cinco kilómetros del recorrido entre las localidades de Agüera y San Pedro.
Era esta cita una de las fiestas populares asturianas que tenía pendiente de visitar y a la que por unos motivos u otros no había conseguido acudir, así que este año teniendo la amable invitación del José Manuel Alba y el compromiso con Carlos Cuesta para arroparle, al ser el encargado de pronunciar el pregón de esta edición, no valían excusas para no acudir.



De izquierda a derecha: Alfonso, José Manuel, M.José, Pepe, un servidor y Carlos.




La parroquia de Paredes esta situada en el extremo sur del concejo de Valdés, de cuya capital –Luarca- dista 25 kilómetros, siendo el límite de este con el concejo de Tineo. Agrupa a dieciocho pueblos y su extensión es de 43 kilómetros cuadrados.
La Asociación de Vecinos del Valle de Paredes, creada a principios de los años noventa para frenar la apertura de una mina de feldespato a cielo abierto, y que sirvió de acicate para la unión de un pueblo contra un enemigo común, es la auténtica dinamizadora del Valle y el estandarte de defensa de sus intereses. A ella se le debe entre otros méritos la celebración de este Descenso, cuya primera edición se celebró en 1995 y que es todo un símbolo para los vecinos, pretendiendo con él concienciar a los ciudadanos sobre la importancia de preservar el medio ambiente y cuyo gran objetivo es que los participantes limpien de basura el tramo del río que se recorre para lo que entregan en el momento de la inscripción un saco de basura a cada participante. En esta edición han sido unos 1200 kilos de basura los recogidos de sus aguas y margen.
Ella igualmente fue la impulsora de la candidatura presentada ante la Fundación Príncipe de Asturias al Premio Príncipe de Asturias al Pueblo Ejemplar, que obtuvo en el año 2001 y que fue entregado por el Príncipe de Asturias el 27 de octubre del mismo año en un acto celebrado en San Pedro al “Valle y Parroquia de Paredes”. En el veredicto el Jurado del Premio “quiso reconocer la implicación de los vecinos en un trabajo ejemplarmente desarrollado en pos de la conservación, tanto de los rasgos del espacio natural, tarea en la que han puesto de relieve una aguda sensibilidad y constancia como en las de su patrimonio histórico y etnográfico, a la par que han dado prueba de estar en posesión de un notable sentimiento de solidaridad vecinal”.





San Pedro de Paredes.




En cuanto al río que vértebra el Valle y por el que discurre el Descenso, es de corto recorrido pero de una belleza sublime, nace en la Sierra de Fonfaraon, en Allende, tiene como afluentes a los ríos Navelgas, Bárcena, Llourín y Pescarín, transcurre por parte de los municipios de Allende, Tineo y Valdés y entrega sus aguas al mar en la playa de Cueva, cercana a la localidad de Canero. Su cuenca cuenta con la distinción de Paisaje Protegido y sus Hoces –que discurren entre San Pedro de Paredes y la Chanona- fueron declaradas Monumento Natural por el Principado de Asturias el 4 de abril de 2002. En la localidad de Agüera se encuentra su Centro de Interpretación, que en gran parte esta dedicado a la nutria –aquí llamada chóndriga- ya que en él se encuentra la mayor población de esta especie de los ríos europeos.

Centro de interpretación de les hoces del Esva.




Centro de interpretación del río Esva en Agüera.




En cuanto al Descenso en sí eran grandes las ganas que tenía de acudir al mismo y participar en él y como decía este año se daban los ingredientes para no poder faltar al mismo. Al celebrarse en pleno mes de agosto suele coincidir con visitas de amigos al Principado y en esta ocasión nos visitaban en esos días el buen amigo jerezano Pepe Soto y su novia María José. Así que con ellos, Estela y Alfonso Lozano al que he liado –cariñosamente- para bajar el río y que gentilmente ha llevado las piraguas, salimos de Gijón a primera hora de la mañana a disfrutar de un espléndido día que comenzamos desayunando en Cudillero y visitando el Cabo Vidio antes de recalar en el coqueto pueblo de Agüera, localidad en la que se realiza el acto oficial y la salida, aprovechando antes para visitar el Centro de Interpretación de las Hoces del Esva, ubicado en sus escuelas.
El acto oficial contó con la presencia del presidente de la Asociación vecinal, Manuel Fernández Gamoneda (Manolito), del alcalde de Valdés –José Modesto Vallejo- y de Carlos Cuesta, presidente de la ASPET (Asociación Asturiana de Periodistas y Escritores de Turismo) que fue el encargado de dar el pregón de esta edición. Manolito aprovechó la presencia del nuevo regidor para pronunciar un discurso especialmente reivindicativo en el que se quejó del olvido de lo que él llamo “la casa grande” hacia el Valle, obteniendo del regidor la promesa de trabajar para todo el concejo por igual, sin olvidarse de Paredes, finalizando el acto con el espléndido pregón de Carlos –que transcribo al final íntegro gracias a su gentileza- y dar el pistoletazo de salida del Descenso.




Manuel Fdez, José Vallejo y Carlos Cuesta respectivamente.




Para participar en el mismo hay que inscribirse previamente, siendo las únicas condiciones que se sepa nadar y tener más de 15 años. En el momento de la inscripción te entregan un saco para recoger la basura que se vaya encontrando en la bajada y a la llegada entregan una medalla conmemorativa. Se puede bajar en todo artilugio que se considere y la organización tiene contratada un servicio de alquiler de canoas para quien lo desee con la entidad Kalyaventura de Serandinas (Boal) que dirige el incombustible emprendedor y gran amante de la naturaleza Kaly.
Aunque no soy practicante asiduo del deporte del piragüismo, si lo suelo practicar al menos una vez al año, así que como bien dije a José Manuel en su momento “no solo te prometo ir al Descenso, sino que voy a bajar el río” siendo uno de los 278 participantes que lo hemos hecho. Estela por molestias en un brazo no se animó a bajarlo, así que Alfonso y yo en “puros” individuales y Pepe y María José en una K2 nos lanzamos al agua junto al resto de participantes, entre los que destacaba la embarcación “Bribón de Paredes” –carro de vacas adaptado al río- que es la veterana del Descenso, fallando solamente en la edición del año pasado.





Alfonso preparando las piraguas para el Descenso.




Como bien dice el refrán: “una cosa es lo que el hombre propone y otra lo que Dios dispone” y así a la primera de cambio el buenazo de Pepe a unos metros de la salida, al ver que la embarcación no era todo lo segura que él pensaba, se lanzo a tierra y pies para que te quiero, con anterioridad en otras visitas que había realizado había navegado conmigo por el Sella y el Navia, pero esta vez tiro la toalla bien pronto. Eso motivo que hubiese que improvisar y modificar la K2 para bajar yo con María José que se mantuvo (y con razón) en su idea de bajarlo.
Las piraguas que llevo Alfonso son de kayak de mar y bastante diferentes a las canoas a las que estoy acostumbrado, por lo que entre el retraso importante en la adaptación de la piragua, el ir en la parte delantera (tampoco estoy acostumbrado) y el poco agua que llevaba el río, el Descenso en una buena parte del río, se convirtió en un pequeño suplicio y hemos llegado fuera de control. Y eso gracias a la paciencia infinita del bueno de Alfonso, todo un consumado especialista en este deporte. Eso sí, nadie nos quitó de poder disfrutar del paradisiaco espectáculo de este río y su naturaleza, su cauce es para no olvidar. Recogimos toda la basura que hemos podido y nos emplazamos para el año que viene dar la talla de verdad.





Pepe abandona a las primeras de cambio.





Los cinco kilómetros del trayecto son sencillamente espectaculares, de una virginidad total, con una naturaleza expresada en su máxima potencia que se queda grabada en la retina del que lo disfruta. Lo qué si advierto es que una vez en el río y pasadas las dos primeras curvas “bajas sí o sí” ya que no se va a encontrar sitio alguno dónde tirar la toalla, el río se olvida de la carretera y de sus accesos y tranquilamente lleva sus aguas a entregarlas al bravo Cantábrico. Como único pero animar a la organización a que ponga un pequeño retén que vaya al final de todos los participantes por si puede suceder algún imprevisto; con Kaly de colaborador llegar a un acuerdo con él y que alguno de sus muchachos haga esta función no será difícil de conseguir.
Una vez acabado el recorrido en el puente de Baulanga en San Pedro, dónde nos esperaban impacientes, fue el momento de disfrutar de la otra parte de la fiesta, en la que no falta la gaita, el tambor, los grupos folclóricos, la comida tradicional y resto de actividades en el prau de la fiesta. Allí nos esperaban ya de sobremesa los miembros de la Asociación para agasajarnos con una estupenda comida tradicional de la zona, y que en buena medida me recordó a la disfrutada días atrás en la braña de Aristébano con motivo del Festival Vaqueiro, dónde la empanada, el chosco, el lacón cocido, la tortilla y el arroz con leche nos permitieron reponer las energías gastadas anteriormente.
Hubo tiempo para ver un poco la exhibición que se organiza para la tarde, en esta ocasión varios pilotos de kars hicieron las delicias de todos con su arriesgada conducción. Es este uno de los puntos álgidos de la fiesta realizándose otros años exhibiciones de deporte tradicional, de caballos, de cetrería, de perros pastores, de bicicletas de montaña, etc. Imaginación, buen gusto y buenas gestiones para conseguir una fiesta diferente. A lo que ya no nos quedamos fue a la posterior romería que corre a cargo de una orquesta móvil de un vecino del lugar.










La sobremesa fue distendida y muy agradable, en el que la tertulia, las anécdotas y gracias se dieron la mano. Con gente como Carlos que acudió arropado por su esposa Magali y por sus compañeros de la ASPET -César Álvarez y José Antonio Coppen- y los activos miembros de la Asociación como Paloma Méndez, Isabel, José Manuel Alba y su esposa Angelina, José Avello y Manolito –aunque este no paro de trabajar- entre otros es imposible no disfrutar de su compañía.





Foto de familia en la sobremesa.





Muchas gracias a José Manuel por la invitación cursada, a todos los miembros de la Asociación por el trato que nos han dispensado y al bueno de Alfonso por permitirme abusar de su confianza. Mi más sincera enhorabuena a la organización animándoles a continuar el fantástico camino emprendido y a Carlos Cuesta por su pregón que convirtió en una auténtica oda al Valle y al que lea esta crónica animarle a que conozca y recorra el Valle y si puede disfrutar de este Descenso o de la excursión de les Foces, no se arrepentirá, créanme.


MÁS INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA. Pinchar en enlaces.
Un Principado para descubrir.
Centro de interpretación de les hoces del Esva.



VÍDEO DEL DESCENSO Y FIESTA.








PREGÓN DE CARLOS CUESTA:
“PAREDES, UN VALLE VALDESANO QUE INSPIRA SENSACIONES”.

Acercarse a estos viejos lugares del interior valdesano es vivir de cerca una sensación distinta, casi mágica, y ese momento visual empuja al resto de los sentidos en una perfecta opereta paisajística. Es una sencilla definición de un espacio gastado por la historia, pero fijado en el tiempo gracias a esa película de la vida que a base de secuencias, fundido en negro, planos cortos y generales nos ofrece una realidad presente y nítida llamada Paredes. Un paisaje emparedado entre el río, esos valles abruptos y singulares y la montaña cercana. Y ahí en ese territorio, desde época inmemorial, surgió la vida, una vida ganada a la naturaleza, a la compleja tierra, a sus frutos, a sus aguas límpidas y montaraces, a ese ESVA fluvial que marca el devenir de todo un enclave, a la misma iniciativa de sus pobladores que en sus vivencias cincelaron sus laderas para obtener futuro. Arrieros, buhoneros, vaqueiros, agricultores, ganaderos, pescadores de buenas truchas y salmones, artesanos de la madera, hidalgos, emprendedores, emigrantes… Toda una parroquia que sigue el dictado de su difícil y esplendoroso pasado… En ese hecho antropológico y vital está la marca de un espacio preñado de fuerza, sabiduría, amor por lo propio y esencial consigo mismo. La incomunicación del pasado ha creado un paisaje y un paisanaje con un ADN especial y cargado de sentimiento y verdad. Y eso se nota.
Y cuando hablamos de Valdés, siempre acudimos a la marina, a Luarca, a ese Cantábrico bravo y proceloso… sin darnos cuenta de que este concejo valdesano es mucho más que la rasa costera, que existe otro lugar en su mismo alfoz que sorprende al viajero por una serie de percepciones, emociones e imágenes que atraen y nos enganchan…
En 2001 esta zona fue Pueblo Ejemplar por la Fundación Príncipe de Asturias, una mención notable que le dio salud, vitalidad y un sitio en el mapa. Porque el valle de Paredes estaba oculto entre la niebla matinal, los angostos caminos, la feraz arboleda y en medio de esos valles imposibles que obstaculizaban su real conocimiento geográfico. Hoy, San Pedro de Paredes y toda su parroquia están ahí presentes para que el viajero, el turista accidental y el animado andarín se dejen caer por estos atrayentes entornos y busquen ese vellocino de oro envuelto en historia ilustrada como los testimonios del pasado en forma de Petroglifos o grabados sobre roca, el Dolmen de Restiello, el Menhir y la Estela del Guerrero en Ovienes, la parroquial de San Pedro, una iglesia que guarda en su interior estupendos retablos y una historia de enjundia del acontecer local, sin olvidar las Hoces del ESVA, los viejos caminos utilizados por los vaqueiros, las nobles y vivenciales brañas, los antañones oficios, la contundente gastronomía y especialmente la notable hospitalidad de sus gentes que en cualquier recodo de la senda o la carretera salen a tu paso para explicarte el sentimiento de un paisaje, sus modos de vida o la historia cercana. Y esa realidad es, sin duda alguna, hacer comunidad y formar pueblo…Todo esto lo saben muy bien los miembros de la Asociación de Vecinos que con entusiasmo y querencia por su terruño están haciendo verdaderos esfuerzos por mantener la esencia y las tradiciones de una parroquia que busca con todas sus fuerzas mantener su significado atávico y ganar el tren del progreso. Una manera muy adecuada de reinterpretar el Valle de Paredes y seguir siendo fieles con sus costumbres y su paisaje protegido.




“El ejemplo es una lección que todos los hombres pueden leer”. Morris West (1916-99) escritor australiano.

2 comentarios:

  1. Nada Javi, que no sirven excusas, que si Pepe, que si la canoa....que lo nuestro ya es participar, no competir....Un abrazo

    Toño

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  2. Hermosa historia de un lugar que se ve hermoso !! Me toca sentimientos porque mi apellido es Paredes. 😊

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