Ubicada en el idílico valle de
Paredes, es uno de los mejores ejemplos de arquitectura religiosa realizada por
donaciones de lugareños.
Paredes es una de las quince
parroquias en que está vertebrado el concejo de Valdés, en el occidente del
Principado de Asturias. Situada a una altitud de 155 metros, en el extremo sur
del municipio de cuya capital dista 25 kilómetros, limita con el concejo de
Tineo, cuenta con una extensión de 43,86 kilómetros cuadrados y una población
que apenas supera el centenar de habitantes.
Su iglesia parroquial, bajo la
advocación de San Pedro, sita en la localidad de mismo nombre, de origen
románico con sucesivas ampliaciones, está datada en el siglo XVIII.
Templo en cruz latina y planta
única, cuenta con un pórtico lateral en su fachada sur, con acceso directo a la
sacristía, y torre de planta cuadrada separada de la principal, que sirve de
acceso al templo, añadida en el año 1906, en obra realizada estando de párroco
Nicasio Méndez.
Torre de tres arcos de medio
punto en su base y coronada, también en cuadrado, con un campanario de dos
campanas de bronce y cuatro ventanas, rematado por un tejado piramidal de
pizarra de cuatro aguas, que sustituyó a la antigua espadaña. Elemento que
difiere del inicialmente diseñado, que salía desde el coro, en el interior de
la iglesia, cuyo presupuesto ascendió a 55.000 pesetas.
Las campanas fueron sustituidas
en 1992, al estar rajadas las anteriores fruto de la contienda civil del 36.
Realizadas en una fundición de Santander, con un peso de 110 y 80 kilos
respectivamente, su coste fue de 400.000 pesetas sufragadas con la venta de
madera propiedad de la parroquia y la donación de realizada por las hermanas
Tarsila y Anita, familia Alonso Anciola, del establecimiento Casa Obispo,
ubicado a escasos metros del templo.
Familia que también costeo la adquisición
del reloj que luce en el frontal de la torre, y que se ubicó para tapar un
agujero existente en la misma.
Los últimos arreglos realizados
en la iglesia, son también del año 1992. En el año 2001 se procedió a su
pintura, donada por Pinturas Luarca; y en el año 2014 se colocaron las vitrinas
actuales, costeadas con la recaudación de 7.920 euros donados por los vecinos,
cuyas aportaciones figuran en la trasera de la puerta principal.
Obras todas ellas
coordinadas por la Asociación de Vecinos del Valle de Paredes, cuya labor ha
sido reconocida con el premio “Pueblo ejemplar de Asturias 2001”, por la
entonces Fundación Príncipe de Asturias.
En su interior alberga tres
capillas, con un retablo central. A la derecha e izquierda del mismo, cuenta
con las capillas abovedadas de San Antonio y de la Purísima Concepción, datadas
en 1749, ubicándose en el medio del templo la capilla de los Meras, con el fin
de acoger el panteón familiar.
Esta última fue construida en 1782
por Joaquín de Meras Queipo Solis, heredero del ducado de Paredes y que dejo su
cargo de Prior en la Real Colegiata de Santa María del Puerto, para asentarse
en Paredes y administrar sus propiedades. Y que hasta finales del siglo XX,
estaba protegida por una verja de barrotes de madera tallados.
La fundación de la capilla está
grabada en la piedra en el arco de entrada. Se creó como panteón familiar para acoger los
restos de los cuatro hermanos Meras y Queipo Solis, y la mujer de uno de ellos,
María Isabel, propietaria del palacio de Meras, sito en Tineo.
Su retablo barroco está presidido
por la Virgen de los Dolores, aunque la figura de la misma ya no exista, siendo
la estructura actual de palos con la vestimenta de la misma.
El altar de madera, tiene dos
inscripciones, una en cada lateral cuyo texto comienza por el de la izquierda y
acaba en el de la derecha.
** Inscripción izquierda:
A la honra y gloria de Dios y su de su Santa Madre Dolorosa se dedicó
esta capilla con sus imágenes retablos dorados , todo lo que es ella con
privilegio de altar de alma perpetúa todo a espensas devoción e influjo de
** Inscripción derecha.
Del señor don Joachin de Meras Queipo Solis dignidad i prior de la Real
Colegiata de Santa María del Puerto, en la bahía de Cádiz, tiene hecho renuncia
de toda acción a favor de Cofradía BECS (¿Benedicto? ¿vecinos?) sin ninguna
reserva a su casa. Año de 1786.
Las sepulturas están orientadas
hacia la Dolorosa,y son muy estrechas, por lo que se entiende que los cuerpos
fueron enterrados sin ningún tipo de protección. Parece ser que en la iglesia,
siempre hubo una caja del mismo color que el altar, que fue quemada por orden
del sacerdote Ignacio Gayo, también a finales del siglo XX, cuando se retiraron
los barrotes, y que podría ser la utilizada para el transporte de los cuerpos, tanto para esa capilla como para el resto del templo.
Ubicada en territorio vaqueiro,
la iglesia como todas en dónde habitaban vaqueiros, contaba con una viga que no
permitía el paso de los mismos más allá del límite marcado. Viga, retirada a
mediados del siglo XX, que iba de lado a lado con un paso central y que tenía
unas medida de ancho de un metro y unos tres metros de largo por cada lado.
A continuación de la capilla de
los Meras, se encuentra la figura de la Virgen del Carmen.
Justo enfrente, paralelo a la
Virgen, se encuentra la figura de un Cristo románico, trabajado
espectácularmente, en el que destacan la forma de los pies.
Su ubicación
inicial fue el altar mayor, escoltado por dos piezas prerrománicas: San Juan y
la Magdalena, él con las manos en posición de oración y ella con la mano en la
cara. Figuras, que parece ser en la actualidad se encuentran en el cercano
palacio de Paredes, propiedad de Cristina Montenegro.
El altar mayor es posterior a la
inicial iglesia románica, se hizo a continuación del muro dónde acababa la
iglesia.
El anterior estaba decorado con pinturas muy rusticas, de ellas queda
una muestra en la parte superior de la iglesia, en lo que queda del muro y que
se ve en la subida al campanario.
También queda una pequeña muestra, un
rosetón, en la vieja sacristía, actualmente utilizado como trastero, en la
capilla de Joaquín Merás.
El altar se hizo por una
donación, en la parte derecha inferior está el texto que confirma el mismo: “Se hizo y dono a expensas de Joaquín Merás
i Queipo i Solis, primogénito de la casa i Prior de la Real Colegiata de Santa
María del Puerto, en la bahía de Cádiz, en 1785”.
Está presidido por la pieza
románica del siglo XVII de San Pedro.
A su derecha, la Virgen del Rosario, y a
su izquierda San Antonio, ambas piezas modernas realizadas en escayola.
También
en este material están realizados el Niño Jesús de Praga y el Sagrado Corazón,
ubicados en los exteriores, de menor tamaño que los anteriores.
En la parte
superior están las románicas de Santa Lucia y San Isidro Labrador.
Posiblemente el elemento de mayor
valor de todo el conjunto sea el “Cristo articulado”, oculto en un
compartimento del altar mayor, en su parte derecha, debajo de la figura de San
Antonio.
Datado en el siglo XVII, hasta
principios de este siglo solamente se sacaba el Viernes Santo, haciéndose crucifixión
y descolgado en el interior del templo, nunca se sacaba al exterior.
El templo, en la zona delantera
del altar, acoge varias sepulturas, se entiende de los más pudientes o
relacionados con la iglesia, ubicándose el antiguo cementerio alrededor de la
iglesia, estando el nuevo –llamado el Retiro- a escasos cien metros de la
iglesia.
Entre las sepulturas está documentada la de una persona de la pudiente
familia de los Carcabones, que hicieron fortuna con negocios en Madrid, que
pago once onzas de oro, por enterrarse con el privilegio de los curas.
A la derecha del altar mayor, se
encuentra la capilla de San Antonio, que da acceso a la actual sacristía.
Presidida en su momento por una pieza románica, que al igual que las de San
Juan y la Magdalena, la ubican en el palacio de Paredes.
Siendo la actual más
pequeña, datada en el siglo XVII, lo que motivo la colocación de un pedestal
para poder ubicarse en la hornacina.
Antes de la misma se encuentra la
antigua pila bautismal, protegida por una tapa de madera.
A la izquierda la de la Purísima Concepción, al igual que la anterior construida en el año 1749.
El resto de elementos decorativos
del templo son modestos, y constan de cuadros de litografías del Via Crucis, a
lo largo de ambas paredes laterales.
La iglesia de San Pedro de
Paredes, es sin duda uno de los mejores ejemplos de arquitectura religiosa
debida a la devoción del pueblo, que con las donaciones realizadas en función
de sus posibilidades, ha permitido primeramente levantar un templo de
considerables dimensiones y contenidos de gran valor y posteriormente mantener –aunque
no en su totalidad- un rico patrimonio religioso, intrínsecamente ligado al
pueblo llano.
OBSERVACIONES.
Gran parte de la información, y
sobre todo los detalles, fue suministrada por Manuel Sola, que tiene su
vivienda colindante con la iglesia, antaño comercio de todo tipo, dónde están depositadas las llaves de la misma.
MÁS INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA. Pinchar en enlaces.
“Sueña como si fueras a vivir eternamente, vive como si fueras a morir
mañana”. Anónimo.
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Bonito reportaje, simplemente aclarar que las vidrieras de la Iglesia ni fue idea de la Asociación de Vecinos, ni recaudaron el dinero necesario dicha asociación, ni coordinaron las obras. Es decir en las vidrieras de la Iglesia la Asociación no participó
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