La capital bonaerense, es una de las grandes megalópolis mundiales.
Argentina con una superficie cercana a
los tres millones de kilómetros cuadrados es el cuarto país más extenso del
continente americano, el octavo del mundo y
el mayor de los hispanohablantes. De grandes dimensiones e impresionante
variedad de paisajes y parajes naturales de gran valor medioambiental, cuenta
con una población de más de cuarenta millones de habitantes, que conforma un
crisol cultural compuesto por
descendientes de italianos, españoles, franceses y judíos, dónde
conviven las raíces indígenas y el carácter hispano, con reflejo directo en su
rica y variada cultura. Organizado de modo republicano representativo y
federal, esta compuesto por veintitrés
provincias y una ciudad autónoma, Buenos Aires, capital y sede del
gobierno federal. Capital situada en la región centro-este del país, en la
margen sur del río de la Plata, en plena llanura pampeana, aglutina a tres
millones de personas viviendo en la ciudad y otros once millones en sus
alrededores.
Buenos Aires fue fundada definitivamente
en 1580, después de varios asentamientos infructuosos, sufriendo una total
conversión a finales del siglo XIX, siendo apenas visibles restos anteriores a
1870. Fecha en la que una epidemia de fiebre amarilla, diezmó la población y
motivó la búsqueda de nuevos asentamientos, unido ello a la llegada de una enorme inmigración, casi toda
ella europea –italiana principalmente-, el país se transformó y se levantaron
edificaciones que recuerdan a las grandes ciudades europeas, dándole su
carácter multicultural y cosmopolita.
Inmensa, desproporcionada, con más de
100 barrios y 150 líneas de autobuses, es un auténtico damero de calles, que
ocupa la decimaoctava posición en el ranking de megalópolis mundiales. Dividida
en varias ciudades, cada una responde a la arquitectura del momento y a los
diferentes estilos de vida de sus habitantes, que conforman el peculiar encanto
que la convierten en auténtico polo de atracción turístico.
Su Centro neurálgico y de negocios lo
componen Montserrat y Microcentro. Al Sur se encuentra los populares San Telmo
y La Boca, con su colorido con el que muchos la identifican. Al Norte, Retiro y
los espaciosos y comerciales Palermo y Belgrano, lugares de residencia de su
clase media-alta. Al Oeste, Congreso -su centro político- y el selectivo y
emblemático Recoleta, y al Este, Puerto Madero, el último y más moderno barrio
de la ciudad.
La
Plaza de Mayo, es su corazón simbólico.
El actual barrio de Monserrat fue el
lugar del primer asentamiento de la ciudad, y en él se encuentra la plaza de
Mayo, de obligada visita y excelente lugar de inicio para hacer un recorrido
por la urbe. Caja de resonancia de los acontecimientos políticos,
reivindicativos y deportivos del país, así como el centro político,
administrativo y religioso de la ciudad, constituye su corazón simbólico.
Su centro, rodeada de grandes palmeras, lo ocupa la “Pirámide de Mayo” –que le da el
nombre actual- coronada por una estatua de la Libertad, edificada en recuerdo
de la revolución del 25 de mayo de 1810, con la estatua del General Manuel
Belgrano, héroe de la misma levantada a su vera.
Al este se encuentra el palacio Presidencial -la popular Casa Rosada- conocida así por el color de su fachada, originalmente pintada con una mezcla de sangre de buey y cal, y el ministerio de Economía. Al oeste los notables edificios del Cabildo –centro de poder colonial desde 1764 a 1816-, de la Legislatura con su torre acampanada y el neoclásico palacio de Gobierno de la ciudad. Y en el lateral norte, el banco de la Nación y la Catedral Metropolitana, de estilo grecorromana en exterior y barroco en interior, construida entre los siglos XVI y XIX, consagrada en 1836 y que acoge el mausoleo de José de San Martín, el libertador del país, custodiado en todo momento por la guardia de honor de la República.
Al este se encuentra el palacio Presidencial -la popular Casa Rosada- conocida así por el color de su fachada, originalmente pintada con una mezcla de sangre de buey y cal, y el ministerio de Economía. Al oeste los notables edificios del Cabildo –centro de poder colonial desde 1764 a 1816-, de la Legislatura con su torre acampanada y el neoclásico palacio de Gobierno de la ciudad. Y en el lateral norte, el banco de la Nación y la Catedral Metropolitana, de estilo grecorromana en exterior y barroco en interior, construida entre los siglos XVI y XIX, consagrada en 1836 y que acoge el mausoleo de José de San Martín, el libertador del país, custodiado en todo momento por la guardia de honor de la República.
Desde la plaza, hacia el oeste, sale la
hermosa avenida de Mayo. Primer boulevard de la ciudad, construida en 1904 con
el objetivo de unir el palacio Presidencial y el Congreso de la Nación, y sus
respectivas plazas, recordando de manera simbólica que el poder no sólo reside
en los presidentes, sino también en el pueblo. Poblada de hoteles, cafés y
tiendas, con edificios de fachadas neoclásicas y de arte noveau, es lo más español de la ciudad.
Detrás de la Catedral, se extiende el
barrio de Microcentro, con enormes rascacielos y antiguos edificios de estilo
europeo, en el que se concentra la actividad empresarial de la urbe. Conocido
como la City debido a la gran influencia que han tenido los británicos sobre la
banca, allí tienen su sede empresas, bancos, corporaciones multinacionales,
instituciones gubernamentales y todo tipo de comercios. Calles estrechas,
angostas y semipeatonales, que
configuran un bullicioso conjunto que son un hervidero de gente durante el día
y que se quedan vacías por la noche.
Florida, una elegante y larga calle
peatonal, que comienza en la avenida de Mayo y termina en la plaza de San
Martín, en el distinguido barrio de
Retiro, se puede considerar la principal arteria de la zona. Es la más conocida
por los turistas, atestada durante el día de ejecutivos, comerciantes y
turistas, junto con músicos callejeros, mendigos y vendedores ambulantes, que
le confieren un toque de color y bullicio.
Paralela a Microcentro, y diseñada como
contraste al mismo, está la avenida 9 de Julio.
Es una de las calles más anchas del mundo, con sus 140 metros, en ella
se encuentra el Obelisco, uno de los símbolos por antonomasia de la ciudad, con
una altura de 67 metros y lugar dónde se izó por primera vez la bandera
nacional.
Cercano a él, se encuentra el majestuoso teatro Colón, de fachada renacentista y con capacidad para más de tres mil personas. La voluminosa estatua del libertador José de San Martín es otra de sus referencias.
Cercano a él, se encuentra el majestuoso teatro Colón, de fachada renacentista y con capacidad para más de tres mil personas. La voluminosa estatua del libertador José de San Martín es otra de sus referencias.
Cementerio
de Recoleta, auténtico museo al aire libre.
Al noroeste, a continuación de Retiro,
se halla el refinado, elegante y burgués barrio de Recoleta, formado por plazas
arboladas y notables edificios de marcada tendencia francesa, y dónde se
encuentran las estaciones de tren y autobús. El Museo Nacional de Bellas Artes,
la Biblioteca Nacional, el Centro Cultural, el Palacio Nacional de las Artes
-Palais de Glace- la plaza de Francia, la Basílica de Nuestra Señora del Pilar
y el cementerio de la Recoleta, son sus referencias.
Entre ellas, por su peculiaridad,
grandeza y contenido artístico, destaca la necrópolis, último lugar de descanso de numerosos
presidentes, héroes nacionales y familias adineradas. A la vera de la Basílica,
es un auténtico museo al aire libre de estatuas y esculturas modernas y
clásicas, que se ha convertido en una de las más importantes atracciones
turísticas. Data de 1800, diseñado con amplias avenidas arboladas y pequeños y
oscuros callejones, cuenta con más de 6500 tumbas y mausoleos, 70 de los cuales
han sido declarados monumentos históricos nacionales, en una combinación de
arquitectura ecléctica, que comprende desde palacios grecorromanos hasta
sencillos montones de piedras.
Al oeste de Recoleta, se encuentran los
elegantes y posiblemente los mejores barrios de la ciudad, el del Norte,
Palermo Chico y el Viejo o Soho y de Belgrano, desarrollados por la inmigración
del sur de la ciudad, que huía de la
epidemia de fiebre amarilla de finales del XIX.
Barrios de clase media-alta, con
espaciosos parques y una gran oferta comercial. Allí se sitúan diversos
jardines –el botánico, el japonés y el zoológico-; el parque 3 de Febrero o bosque de Palermo,
con el Rosedal; un hipódromo; un campo
de polo; excelentes museos de Artes – el
Latinoamericano, el de Plásticas, el Popular, el Decorativo, el Español- y
otros como el del Hombre, el Ciencias Naturales y el de Evita Perón; así como
el llamativo Planetario Galileo Galilei y el conflictivo aeroparque Jorge
Newbrey.
Pegado a Belgrano, está el barrio de
Chacarita, ocupado en su mayor parte por su cementerio, uno de los mayores del
mundo, creado cuando la fiebre amarilla asolo la ciudad.
La
colorida Boca es sinónimo de tango y fútbol.
En el Sur, La Boca es el barrio popular
más antiguo y pintoresco. Ubicado al lado del antiguo puerto de Santa María de
Buenos Aires, fue el que acogió a los inmigrantes que llegaban en inmensos
buques -en su gran mayoría italianos-
aquellos que le dieron el color que aún hoy conserva, su alegría y su
gastronomía, y que comenzó a languidecer cuando el grueso del tráfico portuario
se desplazo a los puertos Nuevo y Madero.
Las réplicas y algunos de los antiguos
conventillos, las primigenias casas multicolores, construidas en madera y
chapas acanaladas pintadas con dispares barnices marinos, conformaron su
arquitectura espontánea y la fisionomía de un barrio, que junto a sus espectáculos de tango, le dan el colorido que lo convierten en la
postal turística más vendida del país.
La calle Caminito, constituye otro
auténtico museo al aire libre y es el ícono turístico del barrio. Decorado de
colores brillantes y originales que recoge la tradición de los inmigrantes,
dónde se respira y baila el tango, con cantantes y bailarines que conviven con
artistas callejeros que pintan murales y cerámicas en el peculiar y autóctona
arte porteño del fileteado, de formas estilizadas y colores intensos. Antigua
vía de ferrocarril, debe su creación en 1959 al pintor Quinquela Martín, y toma
el nombre del Tango compuesto por Juan de Dios Filiberto. Pintor que también
fue el que animó a sus vecinos a seguir pintando sus casas de múltiples
colores, y cuya casa dónde vivió y tuvo
su estudio alberga en la actualidad el museo de Bellas Artes que lleva
su nombre.
Si el tango es omnipresente en los
porteños, no lo esta menos el fútbol, La Boca vio nacer a principios del siglo
pasado a los dos clubes más emblemáticos del país, el Club Atlético River Plate
y el Club Atlético Boca Juniors, en 1901 y 1905 respectivamente, eternos
rivales, aunque ya hace muchos años el primero se trasladas al barrio de
Belgrano. Los colores azules y amarillos del Boca invaden el barrio, en
especial el entorno de la Bombonera, estadio en el que vierten su pasión y
devoción sus fanáticos hinchas, y que alberga en su tribuna principal el “Museo
la Pasión Boquense”, dónde se encuentra documentada toda la historia del
equipo.
Sin embargo, un paseo por las calles
interiores muestra que, antes como ahora, quienes viven en La Boca son los más
desfavorecidos, con una habitabilidad que deja mucho que desear, y con el sucio
Riachuelo -a cuya entrada le debe el barrio su nombre- desprendiendo olores desagradables, en un
marco pretérito industrial deteriorado.
Del
San Telmo colonial, apenas queda su nombre.
Más al centro se encuentra San Telmo,
primer asentamiento de la ciudad en 1536 y lugar de residencia de oficiales y
trabajadores de la colonia española. Allí, aún se respira un ambiente histórico
especial, pero de su época colonial solo le queda el nombre y escasas
casonas –la Colonial, Rivadavia, Liberto
o la del Virrey Liniers-, demolidas prácticamente todas a principios del siglo
XX. De su rico pasado y costumbres, aún se conservan algunas de sus peculiares
“casas chorizo” -con apenas 8 metros de ancho y 40 de fondo-, las calles
adoquinadas, se siguen celebrando mercados diarios y semanales y cuenta con
numerosos locales comerciales, restaurantes y bares que testifican su pasado.
La alegre y bulliciosa plaza Dorrego, la
segunda más antigua de la ciudad, es su corazón y epicentro turístico. Punto de
encuentro de bonaerenses y viajeros, cuenta con casas de fachadas originales
que albergan en su mayoría comercios de antigüedades -símbolo comercial del
barrio- y bares y restaurantes; acoge un mercado semanal y es lugar de milongas
informales de tango al aire libre las
tardes de los domingos.
El Mercado de San Telmo, de 1897 con su
pretérita estructura de hierro; la iglesia San Pedro Telmo, la Basílica de
Nuestra Señora de Belén y la iglesias Sueca, Dinamarquesa y la Ortodoxa Rusa;
los museos de Arte Moderno, del Cine, del Títere, el penitenciario Antonio
Ballve, y el Histórico Nacional; el parque de Lezama o las casas Mínima –un
ejemplo de las chorizo- y la que ubicó el dibujante Quino como residencia de
Mafalda, la protagonista de la historieta popular, son otras de las referencias
del barrio.
Los habitantes de Buenos Aires, siempre
le dieron la espalda al río de la Plata, pero la recuperación del espacio del
antiguo puerto, que ceso su actividad en 1920, en la última década del siglo
pasado, y la reconversión urbanística que allí se ha llevado a cabo, han
convertido a Puerto Madero, en el más atractivo y moderno barrio, siendo
reconocido como tal en 1998 y con la peculiaridad de que todas sus calles
llevan nombre de mujer.
Criticado por los porteños por su
carácter elitista y exclusivista, ha permitido un nuevo desarrollo de la ciudad
gracias al boom inmobiliario, creciendo día a día. En él se han edificado
imponentes rascacielos de cristal, se ha convertido en un importante centro de
negocios y en lugar seguro para el disfrute del ocio y la vida de lujo,
disfrutado por famosos y ricos gracias a sus elegantes restaurantes y
discotecas de moda, así como en lugar de esparcimiento de muchos bonaerenses,
gracias a la Reserva Ecológica allí existente. Arquitectónicamente destaca el
puente de la Mujer, diseñado por el arquitecto español Santiago Calatrava y allí
han quedado enclavadas de forma definitiva la corbeta Uruguay y la fragata
Sarmiento, convertidas ambas en museos.
Ciudad
de bares y cafés, con reconocimiento a Bares Notables.
Desde la época colonial española se
fueron creando cafetines, bares y cafés, que con el correr de las épocas se
transformaron en símbolo de la cultura bonaerense, dónde vive la memoria
colectiva y sus sueños, siendo parte esencial de su paisaje urbano.
Tanto, que setenta y tres de ellos,
tienen el reconocimiento de la ciudad como “Bares Notables”, contando con
apoyos oficiales, y califica como tales a aquellos bares, billares o
confiterías relacionados con hechos o actividades culturales de significación,
y aquellos cuya antigüedad, diseño arquitectónico o relevancia local, le otorgan
un valor propio. Algunos de ellos, además, también han sido reconocidos como
“Patrimonio Cultural de la ciudad de Buenos Aires”.
Los cafés La Biela (1850), Tortoni
(1858), Las Violetas (1884), La Puerto Rico (1887), 36 Billares (1894) y el bar
Federal (1864) son los más longevos. La
degustación de un café, helado, cóctel o copa en cualquiera de ellos, son la
guinda complementaria perfecta de cualquier tipo de visita realizada.
Interior del café Tortoni.
El
tango, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Íntimamente ligado a bares y cafés, el
Tango no es argentino, es de Buenos Aires, aunque se cante y baile en todo el
país. Cuerpo y alma de una misma realidad, han evolucionado juntos y son parte
de su cultura popular.
Sus raíces se encuentran en los boliches
(bares) y prostíbulos a finales del siglo XIX, nacido de la confluencia de la
pobreza, de la amalgama y fusión del campo y la ciudad, hunde sus raíces de la
cultura africana de los esclavos, de los gauchos de la Pampa y los inmigrantes.
Declarado en el año 2009, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco,
cuenta con el teatro de la Ribera, en La
Boca, y la Academia Nacional y el Museo Nacional, en la avenida de Mayo, como
sus centros específicos.
La antigua tradición de practicar el
Tango en las calles, aún se mantiene por bailarines profesionales, en la
céntrica calle Florida y los barrios de La Boca y San Telmo, para disfrute de
bonaerenses y turistas. En cualquier lugar de la ciudad se organizan Milongas,
que reúnen a los amantes de este arte, extendido mundialmente. El Tango tradicional y el de fantasía o
espectáculo, sus complicados movimientos y posturas, tienen especial cabida en
los múltiples cafés y tanguerías existentes, con orquestas y bailarines,
espectáculos en vivo que suelen incluir cenas. El Querandí, el Tortoni, el bar
Sur y la confitería Ideal, son probablemente los famosos.
Espectáculo de tango en el Qurandí.
Los
aportes españoles e italianos, marcan su tendencia gastronómica.
La buena comida y la bebida, son una
auténtica pasión de los argentinos en general y de los bonaerenses en particular,
y son un fantástico complemento turístico, con oferta y consumo habitual en
puestos ambulantes. La variada gastronomía se caracteriza por los aportes
europeos, especialmente españoles e italianos, que enriquecieron la autóctona
criolla, y en menor medida la indígena, contando además con una variada oferta
de comida internacional.
El asado, una barbacoa al aire libre,
además de una deliciosa comida es un importante acto social. El consumo de
carnes de vacuno, en especial y de cordero y cerdo, es mayoritario. La cocina
italiana y las pastas se encuentran muy difundida, en especial las pizzas. El
pescado es menos popular, a pesar de su extenso litoral y sus importantes
bancos de diferentes especies. La cocina precolombina se manifiesta en las preparaciones
con base de maíz, siendo la múltiple oferta dulce especialmente valorada, con
muy variados tipos de pasteles y otros dulces.
Especial mención merece el Mate, del que
Argentina es su mayor productor y consumidor mundial. Una especie de té, que
debe su nombre tanto a la yerba utilizada, como a la infusión y al recipiente
en el que se consume, y que está de tal manera extendido que su consumo se
realiza en cualquier sitio y lugar, llamando la atención al ávido viajero que
no alcanza a comprender en muchas ocasiones, su altísimo consumo.
El tango escrito por Norberto Ángel de
Libano, dice “Buenos Aires, sus veredas,
sus calles y sus balcones, son las más bellas razones que a los porteños les
queda”. Grandiosidad, cultura – es la ciudad con más librerías del mundo-
peculiaridades, historia, hospitalidad, naturaleza, cultura, gastronomía y
ocio, las que añade el viajero y que la hacen un destino turístico de primer
orden con justo merecimiento.
OBSERVACIONES.
Artículo elaborado para la revista profesional nº 16, de la Federación Española de Tintorerías y Lavanderías, correspondiente al primer trimestre de 2016.
MÁS INFORMACIÓN. Pinchar enlace.
Artículos Dendecagüelu.
Viajes Dendecagüelu.
Boca Juniors, la pasión de la Boca.
Caminito, el ícono de la Boca.
Cementerio de Recoleta.
Gran café Tortoni.OBSERVACIONES.
Artículo elaborado para la revista profesional nº 16, de la Federación Española de Tintorerías y Lavanderías, correspondiente al primer trimestre de 2016.
MÁS INFORMACIÓN. Pinchar enlace.
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Boca Juniors, la pasión de la Boca.
Caminito, el ícono de la Boca.
Cementerio de Recoleta.
La Boca, el barrio del sur de Buenos Aires.
Recoleta, el barrio burgués de Buenos Aires.
“Las personas viajan a destinos distantes para observar, fascinadas, el tipo de gente que ignoran cuando están en casa”. Dagobert David Runes (1902-82) filósofo y escritor ucraniano
“Las personas viajan a destinos distantes para observar, fascinadas, el tipo de gente que ignoran cuando están en casa”. Dagobert David Runes (1902-82) filósofo y escritor ucraniano
Magnífico artículo
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