Pertenece a la parroquia de Sebarga y cuenta con un rico patrimonio etnográfico.
El concejo de Amieva se encuentra ubicado en el oriente del Principado de Asturias, limita con los asturianos Parres, Cangas de Onis y Ponga, al norte, este y oeste respectivamente y al sur con los leoneses de Posada de Valdeón y Oseja de Sajambre. Su superficie total es de 113,90 kilómetros cuadrados, con un censo poblacional en 2023 de 599 habitantes, estando vertebrado en cinco parroquias: Amieva, Argolibio, Mián, San Román y Sebarga.
Uno de los catorce núcleos poblaciones que componen está ultima, la de Nuestra Señora de Las Nieves, es Pen. Situado a una altitud de 350 metros, sobre una loma alargada en la ladera de peña Dulce (528 metros).
Dista 5 kilómetros
de Sames la capital municipal, al que se accede a través de la carretera loca
AM-1 que comunica Vega de Sebarga con Villaverde. Y su patrono es San Roque, al
que festejan el último fin de semana de agosto.
Bajo su advocación
se encuentra la capilla datada en el siglo XVI, que ha sufrido
diferentes reformas a lo largo de los años, siendo la más importante en la
primera década del siglo veinte, y que en la actualidad luce remozada por la
acción vecinal.
Situada en el barrio de
la Ermita, en la cruceta de las dos calles principales del pueblo, en un
altillo protegida por una barandilla de madera. Exteriormente su construcción
es en piedra vista, con puerta de acceso de madera adintelada enmarcada en un
arco sin revestimiento ni decoración, sobre el que está colocado su nombre en
una talla de madera, y coronado con una espadaña de una sola campana. Luciendo
en cada lateral dos ventanas de medio arco con revestimiento de ladrillo.
En su pequeño interior destaca el arco que protege el
altar, relacionado con la primigenia capilla. En él se conserva la imagen de
Santa Catalina de Alejandría con su corona de princesa un Cristo crucificado
colgante barroco, de cuya misma época es su Sagrario. Un Crucero y un cuadro
componen el resto del conjunto del altar.
La reproducción del Santo bajo cuya advocación está, es una talla que posee la iconografía característica del peregrino occitano canonizado en 1584, con el perro que lame las llagas y lleva un pan en su boca. Imagen situada a pie del altar al que procesionan como su patrono los lugareños el último domingo de agosto. Sin culto religioso habitual, su interior es utilizado por la asociación vecinal como guarda de su diferente mobiliario utilizado en fiestas y reuniones.
En el lado opuesto
de la capilla se encuentra la edificación más emblemática, la conocida como
Casa Peri. Datada en el siglo XVII, perteneciente a la casa solariega de
los Pérez, de notoria monumentalidad perteneciente a la arquitectura militar
medieval, con añadidos posteriores de estilo renacentista y barroco. En ella
destaca su primitiva torre, fortaleza defensiva de planta cuadrada y tejado a
cuatro vientos, que es su elemento central, a la que se unieron con
posterioridad dos cuerpos en sus fachadas oriental y septentrional, ambos de
cuerpo rectangular.
Casa Peri, la torre monumento militar medieval.
Torre de tosca traza, para nada esbelta, construida en
piedras de sillarejo irregulares de grandes dimensiones, con pocas aberturas de
vanos pequeños y cuadrados formados con dovelas molduradas sencillas. Además de
algunas aspilleras en la fachada Oeste, que no existen en la Sur, e invisibles
en la Este al tener adosado un cuerpo con ventanal y balcones de época
reciente.
En el exterior de la casa destaca la ancha escalera de
piedra adosada a la fachada norte, que hace de entrada, y da acceso al
corredor, donde se conserva parcialmente el artesanado de madera que se apoya
en columnas con zapatas talladas, que compone su decoración más interesante.
La edificación consta de
dos pisos, respondiendo a las características más habituales de las casonas
asturianas. La baja compuesta por un porche, una cocina, un dormitorio y el
establo. Y en la superior, la sala, las habitaciones y un corredor o balconada,
que en este caso, comunica con la entrada principal mediante la escalera, que
la dota de monumentalidad y distinción.
Su otra edificación civil reseñable es la casa del Fondón o la Pinta. Situada en el barrio de la Canellina, es una construcción rural de airosas proporciones de planta rectangular y dos alturas, de fachada alargada con hermoso corredor de madera tallada, en la que destaca en su exterior un reloj de sol.
Contando con otras edificaciones de arquitectura rural con llamativos corredores en perfecto estado de conservación.
Pen contó con escuela hasta los primeros
años del siglo veintiuno, rehabilitada con la ayuda vecinal y actualmente
reconvertido en centro social.
Amieva en general y Pen
en particular cuenta con un importante patrimonio etnográfico, entre los que
destacan sus hórreos y paneras, estando datados todos con una antigüedad mínima
de 100 años y un altísimo porcentaje de los mismos en el siglo XVIII. Siete de
ellos forman parte del IPCA (Inventario patrimonio cultural de Asturias) desde
2018 de los 57 protegidos, que incluyen una serie de hórreos y paneras en el
que existía riesgo inminente de pérdida o deterioro.
En Pen el censo existente
de hórreos y paneras es de quince. Entre ellos destaca la conocida como
“Panerona de Pen”, uno de los siete incluidos en el IPCA del concejo,
considerada como una de las más grandes del Principado de Asturias.
Situada en el barrio de la Canellina, forma parte del conjunto que forma la conocida “casa de Fondón o Pinta”, la mal denominada Panerona, que pertenece en la actualidad a tres familias, una con la mitad y otras las dos con una cuarta parte cada uno, con un estado de conservación bastante deficiente, es en realidad tres hórreos unidos con cureñes y chaplones, soportados por catorce pegollos, con acceso a través de dos escaleras, con unas medidas de 18 metros de largo y 8 metros de ancho. Aunque otras tesis apuntan a que en realidad es la unión de dos paneras.
En uno de sus lados, el
sur, cuenta con un corredor cerrado por barrotera sencilla, enmarcada por una
cenefa de ovas, características de las construcciones de los siglos XVII y
XVIII en el concejo. El lado norte no cuenta con corredor, sino con “tenobio” –listones
lisos- ni ningún otro elemento decorativo.
Aunque cuenta con acceso
rodado por carretera desde hace años, el camino que comunicaba el pueblo con
Precendi, donde se encuentra el consistorio municipal, es el denominado “Beyu” –garganta
profunda-, por el que discurre el arroyo el Regatu o río Pen, que desemboca en
el río Sella en Santillán. Y que históricamente fue utilizado para bajar el maíz
y cereales a moler al molino allí existente, el ganado para las ferias y para
realizar gestiones cotidianas.
Camino reconvertido en el
año 2010 en la ruta denominada “Bosque del Beyu Pen”, en la que el artista
gijonés Julián Bravo remodeló árboles y pintó piedras, convirtiéndolo en una
muestra de los seres de la mitología astur. Que partiendo desde Santillán llega
hasta Pen, por el barrio del Colladín, salvando 298 metros de desnivel y 3,500
kilómetros.
Pen es un pueblo para visitar, pasear y disfrutar del excelso mirador sobre parte de los Picos de Europa y de la cordillera cantábrica, a la vez que sumergirse en la historia medieval del Principado y disfrutar de su gran riqueza etnográfica, presente no sólo en sus muchos hórreos y paneras, sino también en otros muchos elementos por él diseminados.
MÁS INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA, Pinchar en enlaces.
Otra información de Pen
Casa Peri, la torre
monumento militar medieval.
Otra información del concejo de Amieva.
Dobra, el río del macizo
occidental de los Picos de Europa.
Pico Priniello y Porru
Cantu la Cueva. De Amieva a Puente Dobra.
Puente Vieyu sobre el río
Dobra.
Senda del Arcediano. De
Soto de Sajambre (León) a Amieva.
Senda del Arcediano. De
Soto de Sajambre (León) a Amieva. Vídeo de la ruta.
“Uno es lo que ha vivido y, si está impregnado de otras culturas y otros paisajes, es enormemente enriquecedor”. Carlos Hipólito (1957 - ) actor español.
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