En la vertiente oriental de la sierra del Aramo. Con un total de 9,200 kms, con un desnivel de ascenso y descenso de 639 metros y un tiempo de 4 horas y 12 minutos.
Llamo está situado a 540 metros de altitud, perteneciente a la parroquia y concejo de Riosa, de cuya capital –La Vega- dista 6 kilómetros con la que se comunica a través de la carretera RI-6, en la ladera de la sierra del Aramo, a orillas del río homónimo, también llamado Riosa.
Llamo, el pueblo independiente del concejo de Riosa.
La aldea compuesta por cerca de una treintena de viviendas en las que habitan de forma continua apenas seis vecinos, es el lugar de partida para realizar la ruta por la vertiente oriental de la sierra del Aramo, con el pico Villuriz como referencia, hasta el yacimiento prehistórico del Texeo, sito en el denominado “campa les mines”.
De su plaza, con el lavadero y fuente, se va en dirección a las casas más bajas para enlazar con la pista que, salvando el rio Riosa, se encamina valle arriba salvando los cien metros de desnivel hasta el poblado minero de Rioseco, distante 1,200 kilómetros.
Este no fue un pueblo al uso, ya que fue construido
entre los años 1892 y 1904 como base de la empresa The Aramo Cooper Mines Ltd
para explotar el cobre y el cobalto extraído del yacimiento prehistórico del
Texeo. Que lo dotó de unas características desconocidas en una gran parte del
Principado, con construcciones diferenciales impensables en aquella época, todo
un símbolo de modernidad.
Conjunto industrial de más de mil metros
cuadrados, compuesto por un total de cinco edificios: las casas del ingeniero, de
servicios comunes –oficinas, economato, cantina- y tres donde se ubicaban las
viviendas de los trabajadores, en las que llegaron a trabajar 150 obreros, de
los que 30 eran mujeres.
El poblado tuvo vida hasta la década de
los años sesenta del siglo pasado, cuando Metastur, S.L. que gestiono la
empresa entre 1947 y 1960 cerró la explotación minera. Tras años de abandono,
en el año 2009 el Ayuntamiento de Riosa adquirió el recinto del poblado y
varias fincas que lo rodean en base a la gran importancia del conjunto
arqueológico, comenzando al año siguiente los trabajos de reparación de los
edificios para un posible destino de apartamentos turísticos y los trabajos de
descontaminación de los terrenos. Estando en la actualidad, año 2023, parcialmente
rehabilitados alguno de sus edificaciones e infraestructuras.
Poblado de Rioseco, el aventajado de Riosa.
De las instalaciones productivas hay
restos visibles de la planta de fundición de cobre con su llamativa chimenea de
20 metros de ladrillo macizo rojo; la planta de tratamiento del mineral delante
de la misma y las plantas de isodromía.
En el año 2015 sobre la plataforma de la
tolva que recogía el mineral se construyó el “Mirador de Rioseco”, que luce
altivo en vuelo sobre el poblado, con sus casi catorce mil kilos de acero
estructural.
Y en su parte trasera el área recreativa habilitada
en la explanada del túnel del transversal de la casa Candanal, construido en la
década de los años cincuenta, con una longitud de 900 metros a nivel de la cota
de 705 metros, para eliminar el sistema de bajada a través de cables aéreos,
aunque en realidad nunca entró en funcionamiento.
Desde ella parte el camino carretero, en
gran parte aun con piedra, construido a finales del siglo diecinueve para
llegar hasta el yacimiento. Que asciende por el medio de un denso bosque,
salvando casi cuatrocientos metros de desnivel a través de cincuenta y dos
vueltas y contra vueltas, hasta alcanzar el valle de Texeo.
Área recreativa del poblado de Rioseco.
El fuerte desnivel es compensado con las excelsas
vistas que del sur del concejo y del vecino Lena se divisan, con el Cordal como
referencia, y al este con el macizo de la Magdalena.
Desde allí se continua en ascenso más
suavizado, pasando y encontrando restos de bocaminas, galerías, ruinas de
antiguas instalaciones, cableado, etc. Primeramente por el yacimiento del
Arrebolleu, después por el transversal de la caja Candanal y la campa de Texeo,
con el transformador eléctrico y la fuente la Espinera.
Hasta llegar finalmente al Campa les
Mines, en la base del pico Villariz, donde se encuentra la impresionante y
llamativa explotación, situado a una altitud de 1179 metros, distante 4,600
kilómetros de Llamo, que se tardan en recorren dos horas y veintidós minutos.
Yacimiento
prehistórico del neolítico, conocido como de las minas del Texeo, de cobre y
cobalto consideradas de las más antiguas no sólo del Principado sino también de
Europa. En cuyo interior se han recuperado restos de un total de 42 esqueletos
en cuclillas con el martillo y maza de trabajo al lado, que tienen una
antigüedad de más de 4500 años de antigüedad según la prueba del Carbono 14 a
la que fueron sometidos. Restos, que según estudios recientes, no son fruto de
accidentes de trabajo, sino que se utilizaban galerías ya explotadas como
lugares de enterramiento.
Yacimiento prehistórico de las minas del Texeo.
Minas
cuyo redescubrimiento se le otorga en 1888 al entonces director de las minas de
mercurio de la Soterraña, en Muñón (Lena), el ingeniero belga Alejandro Van
Straalen, y que estuvieron en funcionamiento desde el año el año 1892 hasta el
1960 que ceso la actividad.
En
el Campa de les Mines se encuentran diferentes zonas diferentes de entradas a
la explotación. El primero, más importante e impactante es el conocido como
Socavón, en el que se divisan los espectaculares arcos abiertos que se
mantienen sin derrumbarse apoyadas en pilares estratégicamente situados.
Espacios
donde son visibles las curiosas combinaciones de colores que forman las vetas
del mineral de cobre, compuesta por malaquita y azurita.
A
la izquierda del socavón es visible el no menos espectacular pozo vertical con
más de 30 metros de longitud.
Y
a escasos metros del mismo, nuevas entradas a unas galerías, algunas tomadas
por la vegetación, que en la época moderna se utilizaron martillos perforadores
para extraer el minero, para cuyo funcionamiento se habilitaron tuberías para
transportar el aire y extraer el agua.
Para la vuelta hay que realizar el camino
inverso, para llegar primero al poblado de Rioseco y continuar hasta el destino
final en Llamo, disfrutando ya más tranquilamente de las estupendas vistas, en
una ruta que conjuga como pocas naturaleza, paisaje, historia y patrimonio
industrial histórico.
Pudiendo realizar una desviación al llegar al área recreativa y girar a la derecha, tomando la pista concluida en el año 1904 que unía el poblado con el alto del Cordal en la carretera AS-231 en el concejo de Pola.
Y pasar por la fuente la Cuña la Forca, lugar donde se realizaron las obras de ingeniería pertinentes para canalizar y abastecer de agua al poblado de Rioseco.
Fuente la Cuña la Forca, en el poblado de Rioseco.
Cuyo recorrido total es de 9,200
kilómetros, con un desnivel acumulado de ascenso y descenso de 639 metros,
realizados en un tiempo neto de cuatro horas y doce minutos.
OBSERVACIONES. Lugares de paso y tiempos netos de realización.
Llamo. 540
mts. 00,00 00,00
Poblado de Rioseco. 640 mts. 00,22 00,22.
Valle del Texeo 01,30 01.52
Campa del Texeo. 00,12 01,04
Campa les Mines. 1179 mts. 00,18 02,22
Poblado Rioseo. 640 mts 01,30 03.52
Llamo. 540
mts 00,20 04,12
VÍDEO DE LA RUTA:
Ruta desde Llamo al yacimiento prehistórico de las minas del Texeo, en Riosa (youtube.com)
MÁS
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA. Pinchar en enlaces
Otra información de la ruta.
Área recreativa del poblado de Rioseco.
Fuente
la Cuña la Forca, en el poblado de Rioseco.
Llamo,
el pueblo independiente del concejo de Riosa.
Poblado
de Rioseco, el aventajado de Riosa.
Vídeo de la ruta desde Llamo al yacimiento prehistórico de las minas del Texeo.
Yacimiento prehistórico de las minas del
Texeo.
“La
naturaleza es la mejor muestra de la verdad”. Ambrosio de Milán (340-397)
teólogo y obispo católico italiano.
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