viernes, 16 de diciembre de 2016

Museo del Chocolate en Astorga (León).

Museo específico que presenta y conserva la historia del chocolate en la ciudad, y que alberga la segunda mejor colección de Europa.


La bimilenaria ciudad de Astorga, se encuentra al oeste de la provincia de León, ubicada en el tránsito entre el páramo leonés y los montes de León, ejerciendo de núcleo vertebrador de las comarcas de la Cepeda, Ribera del Órbigo y la Maragatería, de la que es su capital y resguardada por el monte del Teleno, la montaña sagrada de los romanos.
Nacida como campamento militar romano de la Legio X Gemina a finales del siglo I a.C.,  la Austurica Augusta cuenta con una población algo superior a los once mil habitantes, dista 48 kilómetros de León, y por su historia y su importante patrimonio histórico y artístico es lugar de referencia y emblemático de la provincia leonesa, de la que es uno de sus bastiones turísticos.
El origen del chocolate en España se encuentra en 1520, cuando el conquistador Hernán Cortés, lo trajo de tierras americanas dónde era alimento habitual en las culturas aztecas y mayas.
El origen que une a la ciudad de Astorga con el mismo se remonta al siglo XVI, cuando se acordó el casamiento de la hija de Hernán Cortés, María Cortés de Zúñiga, con Álvaro Pérez Osorio, heredero del marquesado de Astorga. Se cree que una cuantiosa parte de la dote que aportó Hernán Cortés fue cacao, por su alto valor nutritivo y comercial.






A partir de esa fecha el monopolio español sobre el cacao propició la aparición de obradores y fábricas en nuestro país desde donde la afición al chocolate se extendió al resto de Europa.







Bien por ser los arrieros maragatos los que dominasen el transporte de mercancías en el noroeste del país, lo que facilitaba el suministro de materia prima y el posterior traslado del producto final para su venta; bien por el clima frío y seco, ideal para el enfriamiento rápido del chocolate; o por ser la Diócesis astorgana extensa y densamente poblada, la industria en torno al mismo siempre ha estado muy asentada en la capital de la maragatería.







La primera noticia documentada que hace referencia al chocolate data de 1661, y en 1752 aparecen censadas en la ciudad ocho fabricantes. Industria que se fue asentando y creciendo a lo largo de los siglos, especialmente a principios del siglo pasado, llegando a estar censadas 49 fábricas de chocolate en 1914, número máximo en la historia.
La decadencia del sector comenzó en la década de los cincuenta, disminuyendo paulatinamente las empresas asentadas hasta la actualidad –año 2016- en la que solamente ocho continúan con la actividad.







A pesar de su innegable importancia para el pasado y el presente de la comarca la industria del chocolate y su influencia en la historia y la vida de la ciudad permanecían en el olvido hasta que fueron rescatadas por la voluntad, el esfuerzo y la ilusión de un astorgano,  José Luis López García. Él fue el que abrió al público el “Museo del chocolate de Astorga” en 1993, predecesor del actual Museo.






En la calle José María Goy, en un local de su propiedad ubicó el mismo, aprovechando la colección particular de objetos ligados a la fabricación del chocolate, recopilados a lo largo de una buena parte de su vida, con el objetivo, entre otros, de rescatar una parte del pasado de Astorga, así como de servir de estímulos para los fabricantes existentes en aquellos años.
Ante el crecimiento de visitas, y la importancia que fue tomando el proyecto, el Ayuntamiento que siempre había apoyado el mismo, se involucra de forma definitiva adquiriendo la colección por el precio de 300.000 euros, pasando el mismo a ser de titularidad municipal en enero de 2005.







El casco urbano de Astorga cuenta con diferentes palacetes y casas señoriales de finales del siglo XIX y principios del XX, muestran la bonanza económica de la ciudad en aquellos años. Uno de ellos es el existente en la avenida de la Estación, construido entre 1911 y 1912 por encargo del empresario chocolatero astorgano Magín Rubio, con diseño del arquitecto Eduardo Sánchez Eznarriaga, profesional de gran prestigio en su época y uno de los grandes protagonistas del denominado estilo Alfonso XIII madrileño.







El complejo está constituido por un edificio residencial y una nave almacén, ambas obedeciendo a un proyecto unitario, ya que poseen elementos compositivos comunes. Posteriormente fue adquirido por el empresario Paulino Alonso, y en 1990 pasó a ser propiedad municipal, siendo rehabilitado y destinado en sus inicios a Escuela Taller. En el año 2010, se proyectó su acondicionamiento bajo la dirección del arquitecto Juan Múgica, para acoger la nueva sede del Museo del Chocolate, siguiendo los parámetros marcados por Domingo Aira, director museístico del mismo.







Abriendo sus puertas como tal el 14 de febrero de 2015, sumando a su función museológica, un símbolo de la arquitectura industrial astorgana, cuyos contenidos, zonas públicas y privadas, se encuentran distribuidas en dos plantas, con cuatro salas cada una de ellas.








PLANTA BAJA
1,- Entrada al museo. Recepción.
Espacio que recrea una antigua tienda de chocolate con un estilismo actualizado y armónico con el resto del conjunto. En él se exponen dos reproducciones de los planos originales en alzado del edificio que lo alberga, y  se encuentra la tienda y el área de degustación de los chocolates artesanos de los fabricantes de la ciudad y su comarca, y que supone el colofón del recorrido en la visita.








2.- Sala I: Cámara de las maravillas.
Denominada así por estar inspirada en las “Cámaras de Maravillas o Gabinetes de Curiosidades” surgidos el S.XVI y XVII, que fueron los lugares en los que nobles y burgueses de Europa atesoraban y mostraban una multitud de objetos extraños, insólitos y raros, de cualquier naturaleza, traídos de sus viajes de exploración. Coleccionismo  ecléctico, caótico pero estaba establecido para ser expuesto. Las Cámaras de Maravillas desaparecieron en los s. XVIII y XIX, y son los antecedentes del concepto de museo actual.
En ella se exponen una amplitud de curiosas piezas relacionadas con la publicidad del chocolate.
Desde esta pequeña estancia, se accede al resto de las salas de la planta baja cuyo recorrido expositivo sigue el sentido de las agujas del reloj, de izquierda a derecha.











3.- Sala II: El cacao y los orígenes del chocolate.
Espacio que presenta de una manera interactiva y lúdica al principal ingrediente del chocolate: el cacao.
Sus orígenes y valores históricos, su cultivo, los países productores y consumidores de cacao, las especias más características con las que se asocia y las curiosidades del chocolate.













4.- Sala III. Elaboración del chocolate.
Dedicada a las dos formas de elaboración del chocolate en Astorga.
En la zona izquierda, se muestran piezas y utensilios relacionados con la elaboración del chocolate a “brazo”, realizado de manera manual.
Mientras que en la de la derecha, se exponen las primeras máquinas para su elaboración, de principios del siglo XX, con las que se elaboraba el chocolate “a la piedra”, así como una colección de catálogos de maquinaría y documentos administrativos relacionados con su fabricación.
Todas las piezas expuestas en el centro de la sala de manera exenta convergen en el fondo de la misma con el moldeado, momento en la que el chocolate adquiere su forma final.









5.- Sala IV. Sala de usos múltiples.
En ella se proyecta un audiovisual sobre cómo se elabora el chocolate de forma artesanal: “a brazo” y con la maquinaria.
Este espacio también está destinado a sala de exposiciones temporales, talleres y actividades.







PLANTA PRIMERA
La visita continúa en la primera planta, a la cual se accede por unas escaleras situadas en el hall central.
Esta antesala recuerda al fundador del Museo del Chocolate, José Luis López.
En este mismo espacio, y uniendo las plantas del edificio en altura por el hueco de la escalera, se expone una escultura del dios “Quetzacoalt”, realizada para este espacio por  Antonio Morales.
En la planta se continúa el recorrido visitando las diferentes salas en sentido de derecha a izquierda.






1.- Sala I. El consumo de chocolate.
Acoge diferentes objetos relacionados con la preparación y el consumo del chocolate popular, en caliente, conocido como familiar o a la taza. Así como piezas relativas a su estilo originario como es el mexicano.
La sala se ambienta con una colección de calendarios y carteles publicitarios.









2.- Sala II. La publicidad.
Los diferentes medios de publicidad fueron uno de los aspectos más artísticos y emblemáticos del chocolate.
En la sala se muestran variados objetos publicitarios con los que las marcas de chocolate obsequiaban a sus clientes.










3.- Sala III. Familias de chocolateros.
Espacio destinado a conocer a las familias de chocolateros más reseñables de Astorga, que fueron distribuidores de la Casa Real de Madrid y reconocidos en exposiciones nacionales e internacionales, como muestran los diplomas que en esta sala se exponen.
Situado en esta sala, un interactivo recoge la información proporcionada por las envolturas de chocolate que se conservan en este museo. A través de este recurso informatizado, se podrán localizar a chocolateros de todos los puntos de España.









4.- Sala IV. La imprenta y la litografía.
La última sala de esta planta está dedicada al sistema de reproducción impresa basada en la litografía.
Se exponen piedras litográficas y planchas de zinc, así como sus correspondientes impresiones.
Con este sistema, las imprentas de Astorga realizaban sus trabajos, tanto para los fabricantes de chocolates como para otros oficios.
De las seis imprentas que hubo en Astorga a principios del siglo XX, la que más dedicó su labor al sector del chocolate fue la Imprenta Sierra, de la cual proceden las piezas expuestas en esta sala y que cuenta con un espacio de exposición propio, acompañado por un interactivo que reúne información, procedente de los fondos del museo, sobre los trabajos que realizaba la familia Sierra.











La visita termina descendiendo a la planta baja, accediendo de nuevo a la tienda, en la que para finalizar el recorrido se puede hacer una cata-degustación de chocolates de Astorga y su entorno. La salida se realiza por este mismo espacio inicial del museo.






El Museo permite un viaje al mundo del chocolate, a través de las más de trescientas piezas expuestas de entre las casi once mil que componen los fondos museísticos, albergando la mejor colección de España y la segunda de Europa, solo por detrás de la del museo de Colonia en Alemania.
Proyecto interesante y singular. Aúna historia, tradición y actividad económica, divulgando la cultura del cacao y su historia ligada a Astorga, permitiendo conocer su industria, procesos de trabajo y sus resultados. Y que permite promocionar los productos del cacao, del chocolate y sus derivados, a la vez que promover intercambios entre estudiosos e investigadores, abriendo un camino de investigación y documentación del chocolate.





Infraestructura museística que el Ayuntamiento complementa con la celebración en la ciudad del SICA, Salón internacional del chocolate de Astorga, con el objetivo de difundir la cultura del chocolate en el norte de España así como poner en contacto las nuevas ideas de manufacturación a través de los innovadores gastronómicos en la cocina actual.



MÁS INFORMACIÓN. Pinchar en enlaces.


“Nada revive el pasado con tanta fuerza, como un olor a la que una vez se asoció”. Vladimir Nabokov (1899-1977) escritor ruso, nacionalizado estadounidense.




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