viernes, 27 de noviembre de 2020

Riodeporcos, la aldea del sol en Ibias.

Ubicado en su extremo más occidental, a él solamente se tiene acceso por un puente colgante.

Ibias es un vasto concejo situado en el rincón más suroccidental del Principado de Asturias, que limita con la provincia de Lugo al norte y a occidente, con la de León al sur, y a oriente con los concejos asturianos de Allande, Cangas del Narcea y Degaña. Cuenta con una extensión de 333,30 kilómetros cuadrados y una población de 1251 según el censo poblacional de 2019, que lo sitúa en los puestos 6  y el 53 respectivamente de los 79 concejos en que está vertebrado el Principado.

Atravesado de este a oeste por el río Ibias, su área occidental está incluida en el Parque Natural de las Fuentes del Narcea y del Ibias, y en el bosque de Muniellos, Reserva Natural Integral y Reserva de la Biosfera. Dividido en once parroquias: Cecos, Marentes, Pelliceira, San Antolín, San Clemente, Santa Comba Os Coutos, Sena, Sisterna, Seroiro, Taladrid y Tormaleo, cuenta con setenta y ocho núcleos poblacionales, de los que a fecha 2010 siete estaban deshabitados. Bautizado, por algunos, como el  “Lejano oeste asturiano” su capital municipal, San Antolín, dista 142 kilómetros de Oviedo.




En el occidente, limitando con la provincia de Lugo se encuentra la parroquia de Sena. Bajo la advocación de San Agustín, y una extensión de 32,13 kilómetros, está integrada por los núcleos poblaciones de Barca, Castaosa, Riodeporcos, Santiso y Sena, así como los oficialmente deshabitados Bustelín, Penedela y Salvador.




Riodeporcos es una aldea que desde la construcción del embalse de Salime en el año 1956 no dispone de acceso por carretera. Distante 14 kilómetros de la capital municipal, su acceso desde ella se realiza a través de la carretera AS-210 hasta la localidad de Marentes, para internarse en tierras lucenses en dirección a Fonsagrada, cruzar el río Navia a través del puente de Boadil y abandonar la DP 19-10 cogiendo la desviación a la izquierda y después de recorrer unos dos kilómetros coger una pista sin asfaltar que sale a la izquierda  que lleva hasta el puente colgante que le da su acceso principal. 



Con la cabecera parroquial, Sena, de la que dista 5 kilómetros, la une una pista forestal no apta para todos los vehículos.




Situado al norte de la parroquia, se ubica a 283 metros de altitud, a píe del pico la Vara (604 m.), en la margen derecha del río Navia y a la izquierda del Bustelín, afluente del anterior y que le entrega sus aguas a la altura del pueblo.




Goza como el resto de su parroquia de una climatología privilegiada con más horas de sol de lo que es habitual en el Principado, lo que le ha concernido unas condiciones orográficas con importantes connotaciones diferenciales.





Su nombre derivada de su situación, entre los dos ríos, y por la abundancia por su entorno boscoso de “porcos”, como llaman en la zona a los jabalíes. En su entorno hay referencias y resto de trabajos mineros de la época romana y de otros más recientes de extracción de hierro.






Aislado y recóndito, con solamente dos casas habitadas de forma permanente y una población que no llega a la decena de habitantes fijos, destaca por el emparrado de sus casas y calles con vides centenarias de un tamaño espectacular previas a la filoxera.




Así como por ser de los pocos lugares en el Principado de Asturias dónde existen alcornoques, aquí denominados “sufreiras”, muy utilizados para hacer las colmenas de abajes, aquí denominados “trobos”, que se colocan en los abundantes “cortinos” de la zona.






Situado sobre una colina, sus humildes construcciones levantadas con materiales de su entorno, se encuentran dispersadas, comunicadas por calles con losas de piedra y vides.





Riodeporcos festeja a San Roque, cada 16 de agosto, santo bajo el que está la advocación de su capilla. Situada en la zona alta, encajada entre el terreno, protegida por una muria de losetas y con un gran emparado en su delantera, es de pequeñas dimensiones, rectangular, pintada exteriormente de blanco, con cubierta a tres aguas, techumbre de losetas de pizarra, con apenas medio metro de pórtico y cerrada con una barrotera de madera. Su precario y deteriorado retablo, solo conserva una imagen de San Esteban en bastante mal estado y un Cristo crucificado.





A pesar de su despoblamiento, en la localidad se encuentra uno de los alojamientos rurales del municipio, la casa rural “Chao de Castro”. Ubicada en su parte alta, una vez superada la capilla que queda a la izquierda, es todo un conjunto etnográfico compuesto de casa con escudo, dos paneras, cuadra y palomar, que en su momento perteneció a la familia Méndez del Busto.





Con otros pueblos del entorno también tiene comunicación mediante un sendero de montaña, señalizado por la FEMPA (Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo del Principado de Asturias) como PR-AS-27, que lo comunica por el desfiladero del río Bustelín con los abandonados pueblos de Bustelín y Penedela y que continua hasta Peneda y Busto. El PR circular, con inicio y llegada en la localidad.






MÁS INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA. Pinchar en enlaces.

Un Principado para descubrir.

Bustelín, la primer aldea en ser deshabitada en Ibias.

Busto, la aldea viva de Ibias, aunque oficialmente deshabitada.

Busto, capilla de San Ildefonso.

Casa típica Txileira. Muestra etnográfica. Sistierna.

 

 

“Asturias es una parte sustancial de España y llamarle “nacionalidad” es, además de una solemne majadería, rebajar la naturaleza del Principado. José Antonio Álvarez Gundín (1956 -) periodista y escritor español.

 

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