martes, 5 de febrero de 2019

Grupo de Catas Las Alondras. Reunión ordinaria 06-2018. Organizador Iñaqui Canga


Celebrada el 25 de enero de 2019 en casa Iñaqui Blanco.


El Grupo de Catas Las Alondras puso el colofón a su ciclo de catas del año 2018, aunque fuera del año natural, con la organizada por Iñaqui Blanco en su casa el viernes, 25 de enero de 2019, con la asistencia del total de los catadores y contertulios.




En su línea habitual, los Blanco Ballestero, agasajaron con un aperitivo –casi cena- a los catadores. Dónde los ineludibles “los huevos al estilo Marchica” –en honor a los momentos vividos en el mítico y ya desaparecido bar ovetense-, fueron acompañados con galletitas con foie y mermeladas, tomatitos rellenos de queso y bonito con anchoas y boletus salteados con verduritas. 






Que fueron acompañados por el vino Lalume 2016, acogido a la DOP Ribeiro.


  


Repuestas las fuerzas pasamos a la mesa dónde se celebró la cata primero y posteriormente la cena. Cata que fue un auténtico recorrido por la geografía española, completada con el del aperitivo y el servido con los postres de la cena.
Cata con propuestas diferentes, de consumo nada habitual, que generaron expectativas y comentarios diferentes, tanto por las variedades –tres monovarietales y un coupage- con las que fueron elaboradas, como por sus añadas –de dos diferentes- y zonas de producción –cuatro-.





Se empezó por Arcos de la Frontera, Cádiz, dónde la bodega Huerta de Albalá apuesta desde hace años por hacer un vino de calidad en una zona que hasta la fecha no figura como de las más idóneas. Bodega que el anfitrión visito este verano y trajo para la cata la elaboración monovarietal de Syrah, comercializada como Taberner, de la añada 2014, acogida a Vinos de Cádiz. Que obtuvo una puntuación media de 3,66 puntos sobre un máximo de 5.



  


La segunda propuesta fue de una bodega a la que el Grupo tiene un cariño especial, no en vano la visito en los inicios del mismo, y el anfitrión volvió a visitar recientemente con motivo de un viaje organizado por la misma para la vendimia del 2018. En Toro, se encuentra la bodega Fariña, S.L., dónde Manolo y sus hijos, sacan el mejor provecho de la varietal Tinta de Toro, bajo el amparo de la DOP Toro, con la que fue elaborado el vino de la añada 2014 que conmemora el 75 aniversario de la bodega, y que comercializan como Farina 75 Aniversario. Su puntuación media de los 6 catadores, fue de 3,21 puntos.


  


Las dos últimas propuestas eran de la añada 2009. De Navarra, el elegido fue el que la bodega Monastir elabora en Iguzquiza, acogido a la DOP Navarra, con las variedades Tempranillo y Cabernet Sauvignon, comercializado como Monastir SV Benedictine, cuya puntuación media fue de 3,50 puntos.


   


Concluyendo en la Ribera del Duero, dónde su DOP acoge el vino que Bodegas Valdubón, S.L. realizada íntegramente con la varietal Tempranillo (Tinta Fino) comercializada bajo el nombre de Honoris de Valdubón, que fue el más valorado de la velada con una media de 3,99 puntos.


  


Concluida la cata y realizada la suma de las puntuaciones, se comenzó con la degustación de la suculenta y abundante cena que había preparado María José, que no es consciente de que los catadores ya van hacia una edad peligrosa para hacer excesos.




La primera elaboración degustada, fue una “Ensalada de camarones”, confeccionada bajo los cánones de cómo se elabora en la costa gaditana, dónde el matrimonio disfruta de sus vacaciones estivales.




Otra sabrosa ensalada, fue la segunda propuesta, en este caso la denominada por el que suscribe, “Ensalada Majo caribeña”, cuyos ingredientes eran lechuga, merluza, guacamole, mango, langostinos y salsa de mango.




A la que dieron continuación, como no podía ser de otra forma, los “tacos mejicanos”, guiño a la cocina mejicana que siempre están presentes en la cena anual. Combinados al gusto de cada cual, en base a las tortillas de maíz, bien de carne picada de ternera o de trozos de pollo, con guarniciones de tomate, lechuga, salsas picantes y queso rallado.




  

  
                     


Concluyendo con otro clásico de la casa, la “tarta de almendra”, acompañada en esta ocasión con “sorbete de limón”.




Platos acompañados por los sobrantes de los vinos catados, añadiendo el anfitrión en el postre el Pedro Ximénez San Emilio, elaborado en la DOP Jerez.


 


Cena a la que dio continuidad la sobremesa, acompañada por las preferencia digestiva elegidas por cada comensal, con alguna de las bebidas clásicas de la década de los años setenta del siglo pasado,  en la que se repaso los temas de actualidad a nivel general, y particular del Grupo, como es habitual desde la creación del Grupo, y que puso el colofón a un nuevo ciclo de catas anual del ya veterano colectivo.





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“La astucia puede tener vestidos, pero a la verdad le gusta ir desnuda”. Thomas Fuller (1608-61) religioso e historiador inglés.

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