lunes, 4 de mayo de 2015

Grupo de Catas Las Alondras, reunión nº 03-2015. Organizador Luis Barneo.

Celebrada el 30 de abril de 2015, en casa del catador Luis Barneo.

Luis es según el orden establecido por orden del número de las viviendas, el que suele abrir la temporada de catas de cada año. Sin embargo, este año de 2015, por diferentes avatares ha pasado a organizar la tercera de nuestras catas anuales.
Y así el jueves, día 30 de abril, acudimos los siete miembros restantes del Grupo a su llamada para celebrar primeramente la cata y disfrutar posteriormente de su hospitalidad con la ineludible cena que realizamos a la conclusión de la anterior.










La velada que organiza Luis y los vinos a catar, son sin duda, las menos previsibles de las ocho que realizamos anualmente. Siempre procura sorprendernos, su selección de vinos siguen parámetros objetivos que sirvan para comparar calidades y en muchas ocasiones precios, siempre rompe moldes y tabús en las catas y un año más lo ha vuelto a conseguir.









Su apuesta este año han sido por vinos franceses y por un argentino. Uno, el popular Beaujolais que inunda Paris y otras localidades francesas a finales de cada noviembre; otro, el de la segunda marca de vinos mejor valorada del mundo según Wine Intelligence; el último francés , uno de la mítica Burdeos y el argentino un monovarietal de la uva a Malbec, altamente valorada por ciertos enólogos.
Los vinos catados, con sus puntuaciones, han sido:
1.- Beauchard Pere & Fils Nouveau 2014, acogido a la Apellation Beaujolais Controlêe, cuya puntuación media fue de 2,41 puntos sobre 5.
2.- Séptima Malbec 2013, elaborado en Mendoza (Argentina) por Codorníu, que obtuvo una media de 3.34 puntos.
3.- J.P. Chenet Cabernet-Syrah 2012, acogido a la IGP Pays d´Oc, que fue valorado con un 2,72 puntos de media, y
4.- Chateau Terre de L´Orme 2011, elaborado bajo la protección Apelattion Bordeaux Controlêe, cuya puntuación media fue de 2,62 puntos.










Vinos muy diferentes entre sí, tanto en calidades como organolépticamente, en una cata muy compleja de enmarcar tanto en varietales como en zonas, de elaboraciones no muy habituales para los catadores. El único familiar era el Beaujolais, que no solía faltar en las catas de vinos jóvenes vinificados mediante maceración carbónica que hacíamos cada noviembre, pero de esa ya hace una década larga.
Una vez descubiertos los vinos, una sensación muy familiar tuvimos los catadores, o no acertamos con las elaboraciones extranjeras a catar, o nuestros gustos van por otros derroteros, lo cierto es que en las catas raramente salen bien valorados, y en muchas ocasiones entendemos que el marketing –como en el caso del J.P. Chenet- supera el contenido que contiene la botella. Una vez más sus puntuaciones medias no pasaron de ser dignas, con el suspenso del Beaujolais y la nota positiva del Malbec, cuya puntuación fue sustancial mayor que los franceses.
Seguro que el resultado obtenido por los vinos no sorprendieron al bueno de Luis, que para la cena nos tenia preparado un mágnum de Señorío de Nava, una clásica elaboración de Ribera del Duero, de las que no suelen fallar.








Cena equilibrada, como también es habitual en la casa de los Barneo-Caragol, que fue del agrado de todos nosotros. Una peculiar sopa de pescado con diminutos círculos de pasta, que fue toda una novedad, al menos para el que suscribe, fue el primer plato.











De segundo un estofado de ternera con patatas, tan contundente como sabroso.









Un bizcocho de chocolate, tipo Brownie, acompañado por el habitual –y que no falte- helado de fresa casero.










Como siempre la sobremesa dio mucho de sí, a pesar de ser un día laborable, y en la que no faltó una muy agradable copa de alto nivel. Excelente cognac (1866), muy buen ron (Havana Club 7 años), magnifica tequila (Don Julián 1942) y una peculiar ginebra aromatizada con naranja para tomar sola (Gold 999.9), compusieron el abanico ofertado por nuestro anfitrión y que puso colofón a una nueva experiencia corporativa.








MÁS INFORMACIÓN. Pinchar en enlaces.
Fichas de cata:



“El tiempo que pasa uno riéndose, es tiempo que pasa con los dioses”. Proverbio japonés.








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