lunes, 16 de marzo de 2020

Mina Carmina. San Martín de Oscos.

Perteneciente al concejo de San Martín de Oscos, de ella se extrajo blenda y galena hasta el año 1962, es visible parcialmente.

El concejo de San Martín de Oscos se encuentra ubicado en el occidente del Principado de Asturias. Cuenta con una extensión de 66,56 kilómetros y una población censada en el año 2019 de 377 habitantes. Limita al norte con el concejo de Illano, al sur con Grandas de Salime, al este con Pesoz y al oeste con Santolaya y Villanueva de Oscos. Junto con sus vecinos de San Martín y Villanueva, está integrado en la Comarca de los Oscos y en la Mancomunidad de Oscos-Eo.
Mancomunidad compuesta por siete concejos, que junto con otros tantos  gallegos, su territorio ha sido declarado por la Unesco en el año 2007 “Reserva de la Biosfera del río Eo, Oscos y Tierras de Burón”.
Concejo y comarca eminente ganadero y agrícola, pero que cuenta también con un pasado minero, que fue durante décadas su sustento económico, llegando a tener el concejo en la década de los años cincuenta del siglo pasado más de 2.000 habitantes.




Varias fueron las minas, en algunos casos “chamizos”, desde las que se extrajeron del interior osqueño mineral de plomo y hierro, e incluso oro en la época romana. Las más importantes fueron Arruñada, Carmina, Excomulgada y Pena Teixeira.




Parte de las galerías de estas minas, han sido rehabilitadas y acondicionadas para su visita a finales del año 2007, con una finalidad muy distinta a las que cumplieron durante años desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX. Y que no es otra que reconvertirlas en motor turístico, con el objetivo de que los visitantes conozcan la historia de una actividad que fijo población en la comarca.




San Martín está dividido en cuatro parroquias, a la de San Martín pertenece el núcleo rural de Villarín de Trasmonte, a la que pertenece MINA CARMINA, que junto a la aldea de As Talladas, en el vecino concejo de Santolaya de Oscos, son sus puntos habitados más cercanos. De hecho entre ambos núcleos existía un teleférico para el transporte de materiales extraídos y los necesitados en el pozo.



Las obras realizadas para su aprovechamiento turístico han sido las de señalización de rutas para el acceso a la misma. Una a través de dos rutas circulares, que salen desde San Martín y de Santolaya, las capitales de ambos concejos, señaladas y homologadas como PR-AS-280 “Ruta del monte Marón y Ascuita” y el PR-AS-202 “Ruta de a mina as Talladas”.



La otra acción ha sido la iluminación parcial de sus galerías, para poder realizar la visita a las mismas. Pero esto, como otras tantas obras emprendidas en el Principado en esa década, ha dejado de funcionar por falta de mantenimiento, estando aún en bastante buen estado dicha instalación. Circunstancia, sin duda, sorprendente. Por ello para poder visitar su galería principal es necesario llevar una linterna o similar.




La historia moderna de esta mina se remonta al año 1950, cuando un grupo de cinco empresarios encabezados por Julio Alonso Rato, decidieron reiniciar la explotación de este yacimiento, que ya había sido explotado desde mediados del siglo XIX, y que había cesado su actividad en el año 1925.




Se retomó el laboreo ampliando las viejas galerías y construyendo un pequeño lavadero con molino, decantadores y bandejas de flotación a pie de mina. Por su difícil acceso, la dotación de los materiales necesarios y el material extraído sólo se podía realizar a través de arrastres sobre tableros de madera y con caballerías.




Los primeros kilogramos de mineral salieron a lomos de un único mulo capaz de dar cuatro viajes diarios desde la mina hasta la zona de carga que estaba donde hoy se inicia el sendero peatonal próximo a Villarín de Transmonte. En los primeros tiempos de la explotación, se arrancaba el mineral con piquetas o barras y se desmenuzaba con mazas, de una forma totalmente arcaica y rudimentaria.




A finales del año 1951 la llegada de electricidad por cable desde Ferreira, permitió la utilización de equipos de barrenar neumáticos, gracias a un compresor que aún permanece en la mina. Además, las nuevas instalaciones mejoraron la tecnología para el tratamiento del mineral y el transporte se comenzó a realizar por medio de un cable en los que los calderos subían el material hasta el punto de cargue.




Los minerales que se extraían eran principalmente la Blenda (sulfuro de Zinc) y la Galena (sulfuro de plomo). Tras un tratamiento a base de: machaqueo, molienda y decantación en bandeja flotante, el mineral con bastante pureza era evacuado por medio de un cable hasta una zona accesible, y de ahí se transportaba a la planta de fundición o al puerto de Ribadeo con camiones. Los trabajos mineros los desempeñaron 26 obreros, hasta que en 1962 cesó la explotación.




Las causas de su cierre fueron: el altísimo grado de toxicidad de la explotación, los problemas en la fundición del mineral para la obtención del plomo, la baja productividad de la mina, unas 80 toneladas por semana de trabajo y la perdida progresiva de interés por la utilización del plomo en la industria y la construcción.





Tras la caducidad y abandono de la concesión, fue nuevamente registrada por la sociedad Minero-Química Española, S.A. en 1971, recibiendo el nº 25236, aunque los trabajos no volvieron a retomarse jamás.





La explotación cuenta con 5 niveles en dirección a una serie de filones de esfalerita-galena. 




En su exterior, se observa una escombrera dividida en dos por un arroyo.





Más adelante en el lado derecho se observa el molino, la planta de machaqueo y la tolva donde se basculaban los vagones con la producción.




A mano izquierda están los restos de las cimentaciones que sostenían los equipos para el tratamiento de la Galena, las fosas decantadoras y restos del cable de calderos que servía para evacuar el mineral ya tratado. 





A mano derecha se encuentra el la construcción dónde se ubicaba la forja y la cuadra. 




Y  de frente puede el compresor, la entrada a la mina y a un nivel más bajo la caseta que alberga el antiguo transformador.




En su interior, al que se puede acceder al no estar cerrada la verja que hay en su entrada, es posible visitar su galería principal.





Y observar sus rampas de arrastre, compuestas, un cabrestante de tiro y vetas del mineral.





A mano derecha, se pueden visitar varias galerías de considerable altura a través de unos senderos. 






Uno de ellos concluye en un mirador, del que se disfruta excelentes vistas del entorno, con el sendero que conduce hasta as Talladas primeramente y posteriormente hasta Ferreira.





Y dónde está un ilustrativo tablero con parte de la descripción de la mina descrita en las líneas anteriores.





*** OBSERVACIONES:
La visita a la Mina, la realice el 24 de marzo de 2019.


MÁS INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA. Pinchar en enlaces.


“Los Oscos existen, cuentan con una enorme carga histórica, la comarca está salpicada de conjuntos megalíticos, túmulos, restos de minas romanas y castros, entre otros”. José Antonio Álvarez Castrillón (1966 - ) historiador asturiano y cronista oficial de la comarca de los Oscos.



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