Vice-Alemirante, autoridades civiles,
autoridades militares, presidente de la Cofradía Buena Mesa de la Mar,
cofrades, señoras y señores.
Es para mí un honor, que la “Cofradía
Buena Mesa de la Mar” (a la cual me honro pertenecer), haya tenido la
deferencia de que sea yo, por mi condición de marino y perteneciente a la
Asociación Española de Capitanes de Yate para la Reserva, quien glose y presente
a la Institución galardonada este año con la “Llámpara Natural”, máxima
distinción que la Cofradía concede anualmente a aquellas personas o
instituciones que destaquen por su vinculación a la Mar.
Dicha Institución con merecimiento
máximo, corresponde este año a la Armada Española.
Sería prolijo y nos ocuparía horas,
disertar sobre nuestra Armada, habría, hay que remontarse a las Coronas de
Castilla y Aragón.
Siendo una de las más antiguas del
mundo.
Por una parte la unión de Aragón y
Cataluña, hizo de este Reino una potencia marítima que dominaba el Mediterráneo
occidental y estaba formada por naves principalmente catalanas, que utilizaban
como buque de combate de la Galera, y por otra, durante el reinado de Fernando
III, se inicia la expansión castellana por el Atlántico, con la expedición a
las Canarias. Este impulso marítimo castellano tras Fernando III, se
prolongaría con Alfonso X “El Sabio”. Esta marina castellana atlántica, utiliza
buques “mancos”, es decir sin remos, solo propulsión eólica.
Pero la historia moderna de la marina
española comienza en las postrimerías del siglo XV con el reinado de los Reyes
Católicos.
Con la conquista de Granada y el
descubrimiento de Ámerica, la nueva nación española, tiene los factores
necesarios para ser una potencia naval.
No era una Armada centralizada, no existía
tal y como la entendemos hoy, al igual que los demás países europeos, salvo
Venecia.
No empieza a formar parte como tal,
hasta la llegada de los Borbones.
Lo que existía eran flotas militares,
que cuando era necesario se reunían, requeridas por el Rey para cumplir una
determinada misión, como por ejemplo, la guerra al corso.
En el Cantábrico adquieren notoriedad
este tipo de acciones y son notorias las llevadas a cabo por un gran marino
(tristemente olvidado) del cual celebramos hace tres meses el 500 aniversario
de su nacimiento, con presencia de la Armada para dicha celebración, y
representada por el Patrullero de Altura “Centinela” y la Fragata “Cristóbal
Colón”; me estoy refiriendo a Pedro Menéndez de Avilés, a quien desde este
atril, recordamos y homenajeamos por su contribución a la cartografía, al
diseño de buques y a la creación del modelo de “Flota de Indias” –también conocida
como “La Española” o “Flota del tesoro español”- que era en si misma el
monopolio comercial español con Ámerica, un tesoro documental que custodia el
Archivo General de Simancas.
Esta, nuestra Armada fue la primera en
reglamentar el funcionamiento de un buque de guerra.
La que hizo posible el descubrimiento de
Ámerica.
La creadora del convoy naval Flota de
Indias, antes aludida.
La primera en circunnavegar la tierra
con la expedición Magallanes-Elcano.
La creadora de la primera ruta comercial
a escala mundial: Cádiz-Manila. La Flota de Indias en el Atlántico y el Galeón
Manila en el Pacífico.
La primera en utilizar la Infantería de
Marina.
La primera en utilizar fragatas a
finales del siglo XVI, durante la guerra de los “Ochenta años”.
La creadora y primera en utilizar la
lancha cañonera.
La primera en dar la vuelta al mundo con
el navío blindado “Fragata Numancia”.
La primera en disponer de un destructor,
buque de guerra diseñado por el marino asturiano de Serantes, Fernando
Villaamil Fernández-Cueto, muerto heroicamente en la batalla naval de Santiago
de Cuba.
La primera en disponer de un submarino,
invento del murciano de Cartagena Isaac Peral y Caballero, a quién su país aún
le debe un merecido reconocimiento.
La primera en efectuar un desembarco
anfibio, hecho ocurrido en 1925 en Alhucemas. Cabe señalar, como anécdota, que
los oficiales encargados de planificar el desembarco de Normandía, que supuso
el principio del fin de la Segunda Guerra Mundial, estudiaron con detenimiento
la estrategia empleada por la Armada española dos décadas antes.
Y también la primera Armada en utilizar
aviones de despegue vertical en un portaaeronaves, práctica extendida a otras
Armadas como la italiana, británica y estadounidense.
A lo largo de su historia, la admirable
Armada Española, navegó por todos los mares conocidos y dejó su impronta por
hechos y heroicidades en lugares tan dispares y lejanos como: Túnez, Argel, San
Juan de Úlua, Lepanto, Blaye, Rande, Cartagena de Indias, Cabo San Vicente,
Cabo Santa María, Trafalgar, Abtao, Callao, Cárdenas, Santiago de Chile,
Cavlte, la aludida Alhucemas y Cabo de Palos.
La Armada Española, es hoy día una de
las más importantes del mundo y una de las nueve únicas Fuerzas Navales del
Planeta, capaces de proyectar un nivel importante de fuerza en su propio
hemisferio.
Sus buques son de avanzada tecnología y
diseño español, exportables a otras marinas del mundo, como el buque de
proyección estratégica “Juan Carlos I”, las modernas fragatas F-100 clase “Álvaro
de Bazán”, pronto superadas por la F-110 y el moderno submarino clase S-80
plus, cuya característica fundamental es su sistema de propulsión anaerobia de
alta tecnología (AIP –sus siglas en inglés- propulsión de aire independiente),
lo hacen estar a un nivel muy superior a los de su clase de otras marinas y muy
cercano a los de propulsión nuclear.
La Flota se complementa con las fragatas
F-80, clase Santa Maria; buques de asalto anfibios clase Galicia; lanchas de
desembarco; buques de aprovisionamiento de combate clase Patiño, buques
contraminas clase Segura; patrulleros clase Meteoro, Descubierta, Serviola,
Anaga y Toralla; patrulleros oceánicos clase Chilrreu; guardacostas;
transportes ligeros; buques de salvamento y rescate clase Amatista; buques
hidrográficos clase Malaspina y Castor; buques de investigaciones
oceanográficas clase Hespérides y clase Circos; remolcadores de altura; buques
de guerra electrónica clase Darss; buques escuela Juan Sebastián Elcano e
Intermares; veleros escuela y lanchas de instrucción clase Guardiamarina.
A todo esto, hay que añadir las
aeronaves embarcadas, aviones tipo Harrier (de despegue vertical) y Cessna; y
helicópteros topo Sikorsky, Augusta y Hughes.
Sus bases se encuentran en las ciudades de
Rota (Cádiz), El Ferrol (La Coruña), San Fernando (Cádiz), Cartagena (Murcia) y
Las Palmas de Gran Canaria.
A día de hoy, nuestra Armada está
presente en el mundo repartida en diversas misiones de tipo humanitario, de
seguridad marítima e investigación.
En el norte de Europa con la fragata “Almirante
Juran de Borbón”, junto con otras fragatas y buques de marinas aliadas.
En la fuerza naval de la Unión Europea
en el Mediterráneo, con el buque de acción marina (BAM) Rayo.
En el Plan de Diplomacia de la Defensa
en el continente africano, con el patrullero Serviola,
En la operación Atalanta, en aguas de
Somalia, con la fragata Navarra,
De embajadores por el mundo, con el
buque escuela Juan Sebastián Elcano, en viajes de instrucción integral de
alumnos guardiamarinas.
Y de apoyo a las bases antárticas
españolas, con el buque Herpérides.
Este, es grandes rasgos, un simple
bosquejo de lo mucho y bien de la grandeza que atesora nuestra Armada,
Y para finalizar, quisiera recordar que
no me he olvidado de los ilustres marinos que a lo largo de la historia,
hicieron a éste país llamado España, una nación grande y respetada.
Sería una osadía por mi parte dejar por
olvido, a sólo uno de ellos, por tanto sirva éste recuerdo para todos ellos.
Por esto, y por todo lo bueno que queda
en el tintero por razones que todos ustedes entenderán de espacio y de tiempo,
es por lo que con todo merecimiento, la Cofradía Buena Mesa de la Mar, otorga a
la Armada Española la “Llámpara Natural”.
OBSERVACIONES:
La glosa realizada por Bernardo Rodríguez, se realiza por gentileza y permiso de su autor.
ás importantes del mundo y una de las
nueve únicas Fuerzas Navales del Planeta, capaces de proyectar un nivel
importante de fuerza en su propio hemisferio”. Bernardo Rodríguez Cánovas,
glosador de los méritos de la Armada Española para su nombramiento.
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