lunes, 1 de junio de 2015

Llámpara Natura 2015 de la Cofradía Buena Mesa de la Mar.

Galardón, en su XXI edición, entregado el 29 de mayo de 2015, en el restaurante el Balneario de Salinas.


Fieles a sus Estatutos y con el ejemplar funcionamiento que rige la Cofradía de la Buena Mesa de la Mar, el 29 de mayo de 2015, la Mesa Mayor de la misma con su presidente a la cabeza nos convoca a cofrades, autoridades, colaboradores y allegados a una nueva entrega de uno de sus tres galardones anuales, en este caso de la Llámpara Natural. El puerto de Avilés,  con motivo de su centenario, fue el galardonado en la XXI edición, correspondiente al año 2015.
Galardón, que según sus Estatutos, es su “Más alta distinción que se otorga a las personas o entidades que hayan destacado en su labor en pro de la mar, sus gentes, su entorno, su cultura y su ecología” y que junto con los “Cucharones del buen guiso marinero” y el “Apareyu de la buena xente”, componen el triángulo mágico con los que se reconoce labor y trabajo de personalidades e instituciones que destacan en su labor en pro del mar, de sus gentes y de su cocina. Galardón que se ha realizado en XXI ediciones, con un total de 39 galardonados.
Siguiendo el protocolo establecido en ediciones anteriores, la entrega estuvo compuesta de tres partes. La primera la recepción de los representantes de la entidad galardonada, encabezados por Santiago Rodríguez Vega -presidente de la Autoridad Portuaria- en la sede social de la Cofradía, sita en la Colonia en Salinas. La segunda la visita de toda la comitiva al Museo de Anclas Philippe Cousteau, ubicado en la Peñona, en el lateral occidental de la playa de Salinas,  y que sobrevive gracias al esfuerzo y trabajo de los cofrades que luchan en solitario para su supervivencia  ante la desidia de un Patronato que no se llega a constituir por la falta de interés e involucración del Ayuntamiento de Castrillón, y con el colofón de la comida de hermandad y entrega del galardón.






Comida de hermandad que como es habitual tuvo lugar en el restaurante el Balneario, de Salinas, su segunda sede oficiosa. En su terraza, a píe de la playa y el mar Cantábrico, tuvo lugar la recepción y fue servida la “arribada”, aperitivo de la singladura por la cocina marinera que se realizaría a continuación; momento para el intercambio de saludos e impresiones entre los asistentes.









Concluía la misma se pasó al comedor, dónde se fue tomando sitio –en esta ocasión sin protocolo de ubicación- y escuchar el himno de la Cofradía, con música y letra del cantautor candasín Manolo Santarúa, antes de la ingesta del excelente menú con el que celebración tras celebración nos deleita la familia Loya.








A la conclusión de la comida marinera, y con el servicio del café de popa y los licores dio comienzo el acto oficial de la entrega, ejerciendo una edición más magníficamente José Antonio Villabrille, miembro de la Mesa Mayor, como maestro de ceremonias.









El cofrade secretario Polo fue el primero en ser requerido. Él fue el encargado de leer el acta de la reunión celebrada el 24 de febrero de 2015, que recoge el acuerdo por unanimidad de la concesión al Puerto de Avilés como galardonado en su XXI edición, en “en razón a los méritos acreditados durante sus cien años de existencia, especialmente en los últimos, por su trabajo en pro del mar y de sus gentes, su innovación, crecimiento y apertura de la ría a los ciudadanos, con obras importantes como la zona del Niemeyer y la margen derecha, el paseo de la ría y el Náutico y la limpieza y adecuación del entorno”.










Seguidamente fue llamado Román Antonio Álvarez González, concejal del área de Cultura del Ayuntamiento de Avilés, que sería el encargado de glosar la figura de la entidad galardonada y de sus cien años de historia.
Román, en su calidad de licenciado en Geografía e Historia, hizo una completa disertación de la historia del puerto desde sus inicios hasta la actualidad, remontándose a los tiempos prehistóricos y romanos, destacando que el territorio avilesino se conformó en torno a la ría, que fue la que marco sus desarrollos de infraestructuras.
Territorio cuya primera documentación data de la Edad Media del año 1085 con el documento fundacional de Alfonso VI, y cuyo puerto fue siempre el eje sobre el que se vertebró. Pionero y referente en el mar Cantábrico, tuvo la concesión de la corona de Castilla de descarga de sal y salida de otras mercancías, como la lana con destino a Europa. De la pujanza económica que de él emanó en el siglo XIV, perviven construcciones antiguas y capillas funerarias; de los siglos XVII-III quedan los diferentes palacios de la villa; 1921 queda como referencia del derribo de la muralla que separaba ría y villa y el despegue industrial con la creación de las primeras empresas en su entorno, época también marcada con los tránsitos transoceánicos, especialmente con Cuba.
En 1915 se crea la Junta de Obras del puerto, y la década de los cuarenta con la creación de empresas como Ensidesa, Cristalería y Endesa, el puerto y Avilés pasan por el período de mayor bonanza, pasando su población de 20.000 a 100.000 habitantes. La crisis industrial de las dos últimas décadas del siglo XX, unido a la alta contaminación de la ría, trae consigo una importante reconversión con unas políticas regenerativas,  que incide de forma beneficiosa en la ciudad, que ha sufrido una transformación gracias a las mismas.










A la conclusión de la lectura de la más que detallada glosa, el magistrado y cofrade vicepresidente y notario de la Cofradía -José Antonio Soto-Jove-  y Santiago Rodríguez Vega, fueron  requeridos para realizar el correspondiente juramento.









Una vez realizado el juramento, el presidente de la autoridad portuaria recibió de su homónimo en la Cofradía -Vicente Quintanilla-  el diploma e insignia que le reconoce como Llámpara Natural 2015, en su XXIX edición.










Realizado juramento y recibido el galardón, a Santiago se le cedió la palabra. Dedicó el galardón a las más de 950 personas que han trabajado en el puerto en sus 100 años de historia, y agradeció la presencia en la sala del director del puerto de Avilés y de dos de las jefes de división; valoró que el movimiento del mismo sea el 1 % del total nacional; resaltó que es un puerto de prestación de servicios, que es el de la comarca –Avilés, Castrillón y Gozón- y que por ello se siente apreciados en el entorno, así que no se ponen límites de ningún tipo; destacó la apuesta de realización de mejoras y evitar la contaminación, así como la importante inversión en una nueva fábrica de hielo.
Su intervención concluyó tendiendo una mano al municipio de Castrillón, valorando que el galardón lo entreguen desde el concejo, abogando por mejorar unas relaciones que históricamente han sido incomodas; restó importancia a las críticas recibidas pr el trazado de la ronda norte; apostó por solucionar el problema de la arena en la playa de Salinas, no siendo el dragado del puerto la causante de su pérdida, al haber muchas circunstancias que inciden en el problema y destacó las mejoras realizadas y que se pueden hacer en el Espartal, lugar idóneo para la realización de actividades deportivas.










Vicente Quintanilla, como presidente anfitrión, cerró el acto oficial  y a la conclusión de su intervención convocó la Llámpara Natural 2016. Agradeció la aceptación que del galardón, así como la presencia de todos los invitados. Recordó y mencionó a los últimos galardonados para ensalzar la figura del premiado. Resaltó la implicación de la autoridad portuaria en la calidad medioambiental, retrocediendo para ello en el tiempo y recordando su mocedad en el que practicaba piragüismo en la ría y acudía a la playa de San Balandrán, con el riesgo que uno asumía si se caía al agua en un caso y bañarse en el otro, comparando ambas con la situación en que se encuentran hoy en día. Incidió en el papel integrador que hace en la ciudad y concluyó reseñando su apuesta por la innovación, por su preocupación por el entorno y por la creación de un espacio socio-cultural.










Perfecta organización;  nuevo éxito en la elección del galardonado, premiando a una de las referencias de la comarca en su cien aniversario; estupenda comida y buena camaradería, han sido una edición más las velas que han guiado una nueva singladura de esta querida Cofradía.










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“El presente es lo principal del futuro”. Antonie Augustin Cournot (1801-77) matemático y economista francés. 

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