sábado, 11 de abril de 2015

Serra da Estrela, la magia portuguesa.

Ubicada en el noreste del país, es todo un compendio de naturaleza, historia y patrimonio.
Artículo publicado en el nº 12, de la revista profesional de la Federación Española de Tintorerías y Lavanderías.

La portuguesa Serra da Estrela es un lugar inusual que aglutina en su territorio toda la magia portuguesa. Naturaleza, historia, patrimonio artístico, etnografía, paisaje y paisanaje, costumbres y gastronomía, son singularidades que la hacen única y la convierten en una referencia para el visitante y turista que busca y valora la esencia, lo genuino y la autenticidad de una tierra que vela por su pasado como garantía de su presente y futuro.
Su territorio está incluido en la región de la Beira interior, bajo jurisdicción de los distritos de Guarda -en su mayoría- y de Castelo Branco, Coimbra y Viseu, y vertebrado entre parte de los municipios de Almeida, Belmonte, Celorico da Beira, Covilha, Fornos de Algodres, Gouveia, Guarda, Mantengas, Oliveira do Hospital, Penamacor, Pinhel, Sabugal, Seia y Trancoso.
Es la sierra más occidental del sistema Central; cuenta con la mayor altura del Portugal continental -el pico Torre de 1993 metros-; es la primera y mayor zona protegida del país con ciento una mil hectáreas que forman desde 1976 el Parque Natural que toma su nombre; en ella se ubica la única estación de esquí de la República; allí nacen los importantes ríos Alva, Mondego y Zêzere y en su paisaje alpino formado por granitos y pizarras abundan los vestigios de glaciación con notables valles glaciares.
Todo en la Serra es una explosión de naturaleza y singularidad, gozando el Parque Natural de la calificación de Reserva Biogenética, por su aislamiento geográfico y su riqueza y diversidad de especies, tanto de fauna y de especies de animales domésticos autóctonos como de flora.
Lugares de peculiar y gran belleza paisajista, como los de Cabeço de Santo Estevao y da Velha; lagunas como las de Comprida, Escura, Seca y Redonda; el valle glaciar del valle del Zêzere; los Càntaros, llamativos afloramientos rocosos; las fuentes termales de Manteigas; las peñas Douradas y sus curiosas formas fruto de la erosión; sus múltiples playas fluviales, o las colindantes sierras y reservas de Marofa y Malcata, son parte de la majestuosa naturaleza serrana.
Pero si sublime es su naturaleza no es menos su historia, patrimonio y tradiciones. Romanos, alanos, vándalos, suevos, visigodos y musulmanes invadieron sucesivamente Portugal, siendo la Serra el reducto nacional que históricamente más tardo en ser conquistado.
Territorio de agreste orografía, de su importante pasado histórico quedan muchas manifestaciones de diferentes períodos. Del Paleolítico, el parque arqueológico del valle del Côa, en Pinhel, que goza de la declaración de Patrimonio Mundial de la Humanidad por la importancia de los restos conservados al aire libre. Del Neolítico, los vestigios megalíticos de ceremonias religiosas y funerarias, como los existentes en los municipios de Fornos de Algodres y Oliveira do Hospital, prueban la creencia en la eternidad de sus gentes. Gouveia, Penamacor, Oliveira y Sabugal son territorios marcados por la presencia romana, con restos visibles que lo certifican y Seia y Manteigas fueron territorio y refugio del mítico Viriato y las tribus de los Herminios y Lusitanos que hicieron frente a la invasión romana.
Por su ubicación geográfica, gran parte del territorio serrano es una larga línea fronteriza cubierta de localidades con pertrechados castillos y fortalezas medievales estratégicamente ubicadas, que configuran un territorio testigo mudo de las turbulentas relaciones con los reinos moros, primero, y con el de Castilla y León después.
Una visita a los castillos de Castelo Mendo, Celorico da Beira, Linhares, Pinhel, Sabugal -el único con una torre de cinco esquinas-, Sortelha o el de Trancoso con sus quince torres, así como a los restos de torres de homenaje, murallas y fortificaciones de diferentes localidades, nos traslada a tiempos pretéritos de defensa y consolidación del actual territorio portugués.




Castillo y pelourinho de Sabugal.




Si los castillos y sus entornos guardan las historias de las contiendas medievales, la fronteriza y fortificada Almeida ha sido testigo de casi todas las invasiones que Portugal ha sufrido a lo largo de su historia, de cercos históricos, rendiciones y victorias. Es la ópera prima de la arquitectura militar portuguesa, toda una obra maestra de la ingeniería militar de los siglos XVII y XVIII. Frontera con España, que la cedió en 1297 por el tratado de Alcañices, sorprende por su peculiar y complejo recinto defensivo, con un foso de 12 metros de ancho, un perímetro de 2,5 kilómetros y forma de estrella de 12 puntas, con seis baluartes y seis revellines.




Murallas de Almeida.




La arquitectura religiosa cuenta con destaca presencia en la Serra. En Guarda, municipio, diócesis y distrito, conocida como la ciudad de las cinco F -farta, fría, fuerte, fiel y fermosa-, destaca la Se Catedral del siglo XIV con su aspecto iglesia-fortaleza de las construcciones portuguesas de ese período, junto a la que se encuentra la escultura de Don Sancho I que le concedió el fuero en 1199; así como el convento de San Francisco, el palacio Episcopal y las iglesias barrocas de la Misericordia y San Vicente.



Catedral de Guarda y la escultura de Sancho I, a la izquierda.





En Oliveira do Hospital lo hace la iglesia mayor de Santa Cruz, elevada sobre un templo románico-gótico del siglo XII que alberga la capilla funeraria de los Ferreiros, monumento nacional y referencia de este arte en Portugal, así como la coqueta capilla de Santa Ana, del siglo XVIII.




Capilla de los Ferreiros.




La iglesia de Santa María, de raíz románica en Manteigas; las de la matriz y de la Misericordia, en Fornos de Algodres; la iglesia de Santiago con el panteón de los Cabrais, en Belmonte; la iglesia matriz del siglo XII y la capilla del monte Calvario en Gouveia o la iglesia de la Misericordia y su pórtico gótico del siglo XVI de Pinhel, son otras muestras de las magníficas construcciones que reflejan el calado religioso del pueblo portugués.
Destacable es su oferta cultural y museística. Almeida rinde culto a su historia y tradición con su museo Militar, ubicado en su recinto amurallado. Belmonte, la villa natal de Pedro Álvarez Cabral -el descubridor de Brasil- y dónde habita la única comunidad de origen judaico que sobrevive en toda Europa, ubicada allí desde los tiempos de los Reyes Católicos, alberga el museo Judío que muestra elementos que datan desde el siglo XV hasta la actualidad. Celorico da Beira exalta con su museo del Agricultor y del Queso, la base económica serrana. Gouveia cuenta con el de Arte Moderno Abel Manta, basado en obras del pintor que le da nombre y correligionarios suyos. Oliveira do Hospital, muestra en el museo Antonio Simoes Saraiva, en Bobadela, singulares obras de diferente tipo transmisoras de su historia y costumbres. El museo municipal de Sabugal, acoge una colección arqueológica que abarca desde la prehistoria hasta la época moderna y Seia cuenta con el centro de interpretación del Parque de la Serra y el museo nacional del Pan, en el que se preservan y se exhiben las más antiguas y artísticas tradiciones del pan portugués.





Museo del Pan, en Seia.




En 1991 el gobierno puso en marcha el proyecto de turismo cultural “Aldeas históricas de Portugal” con el fin de proteger y dinamizar núcleos medievales con peculiar idiosincrasia, que tienen como nexo de unión rasgos arquitectónicos y urbanos genuinos, caracterizados por un exuberante relieve histórico, cultural y patrimonial. Proyecto integrado por doce localidades, de las que siete se encuentran en territorio serrano, ellas son: Almeida, Belmonte, Castelo Mendo, Linhares da Beira, Piaodo, Sortelha y Trancoso.
Pequeñas villas de granito y pizarra, islas en un mar de paisajes puros y preservados, encaramadas en sierras defendidas por imponentes castillos, torres altaneras, altas murallas, baterías de cañones u ocultas en profundos valle, mimetizadas en entornos naturales rocosos de las que parecen formar parte. Conservan historias de conquistas y tradiciones antiguas y la autenticidad del pueblo portugués y el orgullo de una historia de 900 años, dónde el visitante quedará deslumbrado por sus paisajes y su rico patrimonio de casas nobiliarias, palacios, blasones feudales y escudos reales.





Vista general de Sortelha.





Su economía esta basada principalmente en el sector primario, constituyendo desde tiempos inmemoriales la ganadería y la agricultura el modus vivendi de sus habitantes y la mayor riqueza de la región, que celebra importantes ferias y mercados en todo su territorio. La industria manufactura -textil, latonería, cestería, alfarería, granitos y pizarras- se ha implantado y consolidado en diferentes municipios, así como un incipiente sector turístico, que pone en valor los múltiples recursos de los que disponen.




Feria en Oliveira do Hospital.





La diversidad cultural y paisajista sirve de sustento a los riquísimos sabores y aromas que se pueden degustar, los productos agroalimentarios locales junto con la tradicional gastronomía serrana es todo un disfrute al que nadie debe quedar ajeno. Contundentes carnes -sobre todo de oveja-, peculiares embutidos, variadas sopas, tersos pescados de ríos transparentes, florales mieles, genuinos panes, amplia gama de frutas, rica repostería con influencia conventual, excelentes quesos de oveja y en menor medida de cabra y sorprendentes vinos, configuran un abanico gastronómico de primera línea.
Especial mención merece el queso Serra da Estrela, en sus variantes de requesón, amantecado y viejo, elaborado con leche cruda de oveja de la raza autóctona Bordaleira Serra da Estrela mediante la adicción de cuajo vegetal de la flor del cardo. El censo de explotaciones ganaderas es de cerca de 3,500 y más de 300 queserías cuya producción superan las 150 toneladas de queso, siendo exaltado durante los meses de febrero y marzo en diferentes ferias en la región. Desde 1989 cuenta con Denominación de Origen Protegida Europea, año en la que se creo la Cofradía Queijo Serra da Estrela que lo defiende y promociona con sede en Oliveria do Hospital y en 2012 fue elegido por votación de los telespectadores de la televisión pública como una de las “Siete maravillas gastronómicas de Portugal”,




Quesos de la Serra en una feria.


OBSERVACIONES.
Artículo elaborado para la Federación Española de Tintorerías y Lavanderías, publicado en su número 12, correspondiente al período enero-marzo 2015.
El mismo se complementa con las recetas de un menú tradicional serrano.








MÁS INFORMACIÓN.
Gastronomía típica. Menú y recetas de la Serra da Estrela.
Artículos Dendecagüelu.



"El que está acostumbrado a viajar, sabe que siempre es necesario partir algún día". Paulo Coelho (1947 -) periodista, novelista y dramaturgo brasileño.








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