Discurre entre Tornin y la Hoya de San Vicente, con un recorrido total de 5,45 kilómetros –ida y vuelta- por el lateral del río perteneciente a Cangas de Onís.
El río Dobra, llamado Dubrán por los celtas cuyo significado es agua, atraviesa una gran parte del macizo occidental de los Picos de Europa siendo uno de los más verticales del Principado. Y que divide los municipios mencionados en su recorrido de aproximadamente 23 kilómetros desde el puerto de Dobres, perteneciente a la provincia de León y al concejo de Posada de Valdeón a 1600 metros de altitud, hasta que entrega sus aguas al río Sella a la altura de la carretera N-625 que comunica Arriondas, en el Principado, con Mansilla de las Mulas, en León, en las proximidades del pueblo de Tornín.
“La Senda del río Dobra” es un recorrido señalizado que parte de la N-625, a la altura del puente que salva el río a escasos 5 metros de que entregue sus aguas al padre Sella, en la localidad de Tornin, en Cangas de Onis.
Senda del río Dobra, de Tornín a la Hoya de San Vicente.
Poza natural que forma el río en su curso medio
bajo, de unas dimensiones aproximadas de 25 metros cuadrados de ancho y otros
tantos de largo, con una profundidad que llega a los cinco metros.
Enmarcada en un lugar idílico, rodeada de bosque
de ejemplares autóctonos como robles y hayas, unido a su espectacular color
verde esmeralda de unas aguas prácticamente vírgenes, la han convertido en un
ícono turístico de la zona, siendo el lugar de baño elegido por muchos en el
estío.
La vuelta se realiza por el mismo itinerario, siendo
la distancia recorrida total de 5,45 kilómetros, con un
desnivel de ascenso y descenso de 230 metros.
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INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA. Pinchar en enlaces.
Puente Vieyu sobre el río Dobra.
Río Dobra, el río del macizo occidental de los Picos de Europa
Senda del Arcediano, desde Soto de Sajambre a Amieva.
Senda del Arcediano, desde Soto de Sajambre a Amieva. Vídeo de la ruta.
Senda del río Dobra, de Tornín a la Hoya de San Vicente.
“Muchas
fortunas como los ríos, tienen una fuente pura, pero se hacen fangosas a medida
que se hacen grandes”. Jean Antoine Petit-Senn (1792-1870) poeta francés.
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