sábado, 3 de diciembre de 2016

Aquí empieza todo: el Cosmos del Beato de Liébana. Exposición en la torre del Infantado, en Potes.

La torre del Infantado, de Potes, recoge una exposición permanente sobre el Beato de Liébana.


Potes es un pequeño municipio perteneciente a la Comunidad de Cantabria, cuya extensión es de 7,64 kilómetros cuadrados y cuenta con una población de  1415 –censo de 2015-. Ubicado a 298 metros de altitud, forma parte de la comarca de la Liébana de la que es capital, contando con una privilegiada ubicación, a apenas 3 kilómetros del Monasterio de Santo Toribio de Liébana, uno de los centros espirituales de la cristiandad y es puerta de los Picos de Europa en Cantabria.
La obra más representativa y sobresaliente de la arquitectura civil es la Torre del Infantado, ubicada en el centro de la localidad, solar de Diego Hurtado de Mendoza, marqués de Santillana y primer duque del Infantado desde 1475.
Bastión de la Villa y de toda la Comarca de Liébana, es éste un edificio medieval de mampostería, a excepción de esquinales y vanos, compuesto por cuatro cuerpos y una azotea, con cornisa de modillones que sostenía una barbacana corrida, que a su vez estaba rematada por almenas.






Conserva cuatro pequeñas torres cúbicas almenadas en cada esquina; su superficie es  de 1800 metros cuadrados, distribuidos en 6 plantas cuyas estancias se disponen entorno a un patio central, teniendo su acceso por medio de una larga escalinata, a través de una puerta con arco apuntado señorial.







Cumplió funciones estratégico-militares y fue el principal testigo de las luchas por la Liébana; en los últimos siglos fue destinada a cárcel y posteriormente a Ayuntamiento de la villa y tras una reforma, fue inaugurada de nuevo el 19 de marzo de 2011, acogiendo desde dicha fecha una exposición permanente bajo el título: “Aquí empieza todo: el Cosmos de Beato de Liébana”. Repartida por cuatro plantas, al ser la baja la de recepción e información de visitantes y la sexta, la del almenado de la Torre, desde la que divisa excepcionales vistas sobre la villa de Potes, los ríos Deva y Quiviesa, el monte de la Viorna, las ermitas que anuncian el monasterio de Santo Toribio y los Picos de Europa.









Exposición en la que se hace una descripción muy detallada de la vista y obra del abad lebaniego, primer escritor cántabro, su contexto histórico y en especial su códice “Comentarios del Apocalipsis”. Destacó también Beato por la fijación del mito del apóstol Santiago como patrono de un naciente reino en proceso de Reconquista cristiana, combatiendo al Islam desde el corazón de las montañas cantábricas. La otra faceta que le otorgará protagonismo internacional en vida, su activo combate contra el adopcionismo que reconocía a Cristo como hijo adoptivo, no legítimo de Dios, movilizándose junto al Alcuino de York y Carlomagno, como defensores de la iglesia contra los herejes.
Todos estos temas destacan en la exposición. Serán los beatos o copias de los Comentarios al Apocalipsis escritos por él, el hilo conductor y el recurso para confeccionar todos los contenidos del discurso expositivo. Cada planta va ofreciendo una estética diferente tomada de los distintos códices presentados por estilos: los más antiguos, de estilo mozárabe, sirven para iluminar las plantas más bajas, y los generados en tiempos del románico y del primer gótico, ilustran las superiores.
En la primera planta, recoge el período anterior al Beato, con el Apocalipsis, el libro de los siete sellos, el mapamundi de los beatos y los números y su simbología. 





El Apocalipsis, cuyos comentarios escribió el Beato de Liébana, es el libro de la revelación que trata del  fin del mundo, lo que ha hecho que se asocie con la idea de la destrucción y la devastación, que recederá al reino del Señor tras derrotar al Anticristo. Los siete sellos, son las fases que marcan esa aniquilación final.






El nacimiento del cristianismo, los primeros emperadores, las persecuciones, herejías y cismas, invasiones bárbaras, eremitas y numerología, son algunos de los temas revisados en forma de tótems de formato interactivo diversificado, que enmarcan una instalación cósmica, que muestra la evolución de los primeros siglos del cristianismo hasta la época del Beato, a través de la mano de la simbología apocalíptica de los cuatro jinetes y el fin de los tiempos.
Los cuatro jinetes representados son:
1.- El jinete de la Predicción, que monta sobre el caballo blanco.






2.- El jinete de la Guerra, que monta sobre el caballo rojo.





3.- El jinete del Hambre, que monta sobre el caballo negro, y





4.- El jinete de la Muertes, que monta sobre el caballo pálido.






Allí se encuentra una hemicúpula en la que las visiones celestiales proyectadas procedentes de los distintos beatos, presiden un mapamundi de luz, con el visitante que puede jugar el visitante para descubrir las ideas del mundo en los primeros siglos de la Edad Media.
La fe cristiana nace en el seno del judaísmo dentro de un imperio pagano; las predicciones de Cristo guardan relación con las creencias de los esenios –uno de las cuatro corrientes del judaísmo- y no son ajenas a los cultos mistéricos orientales que hablan de dioses muertos y resucitados. Como judío, Cristo es monoteísta y defiende la creencia en un dios único a diferencia del politeísmo pagano.






El material expositivo de la tercera planta, lleva como título “Aquí empezó todo”, con descripción del Scriptorium y el Beato y los albores de la Reconquista. Planta dividida en dos salas, con proyecciones audiovisuales.
En la primera se observa la imagen del Beato en sus coordenadas históricas y en su faceta intelectual y de combate contra la herejía, así comos sus contactos con la corte de Carlomagno.






En la segunda proyección, bajo el nombre de Scriptorium, se observa la ambientación escenográfica de un espacio monástico para la copia de códices, en el que una producción infográfica ofrece la contemplación de su proceso creativo.
Durante la Edad Media los monasterios se convirtieron en guardianes de la cultura, filtrada por las creencias religiosas. Los monjes apenas eran los únicos en saber leer y escribir, donde eran centurias de copia más que de creación literaria, permitiendo la salvación de obras de la Antigüedad y la reproducción de códices.







La cuarta planta, bajo el título del “Beato de Liébana y sus beatos”, se divide en el apartado de “la colección más grande del mundo, los facsímiles” y “las siete trompetas y las siete copas”.
Aquí se evoca la riqueza del patrimonio bibliográfico de los beatos. Cada códice es una manifestación artística y joya de altísimo valor. Diecisiete contenedores expositivos albergan otras tantas réplicas de beatos, acompañadas de paneles interactivos sobre las Siete Trompetas y los Siete Sellos. Acompañado de un monitor, de realidad aumentada,  que permite profundizar en los temas y el tratamiento artístico de las miniaturas de los diferentes beatos.
Los contenedores con las réplicas de los diecisiete beatos expuestas son los de: Emialense, San Miguel de Escalada I, San Miguel de Escalada II, Tábara, Valcavado, El Escorial, Gerona, Seo Urgell, San Millán, San Isidoro de León, Burgo de Osma, Santo Domingo de Silos, Navarra, Turín y Berlín.








Las siete trompetas anuncian con su sonido la ira de Dios en forma de catástrofe que se desatarán sobre la humanidad antes de la última resurrección.






Sobre las siete copas dice que se abrió en el cielo el Templo y salieron siete ángeles, que llevaban las siete plagas vestidos de lino. Luego se le entregaron siete copas de oro llenas del furor de Dios, no pudiendo entrar en el Templo nadie hasta que se consumaran las siete plagas de los siete ángeles. Cada ángel al derramar su copa provocó una de las plagas:
** 1º plaga: la enfermedad, una úlcera maligna.
** 2º plaga: el mar se convirtió en sangre.
** 3º plaga: los ríos y los manantiales se convirtieron en sangre.
** 4º plaga: el fuego abrasador.
** 5º plaga: la tierra, reino de la bestia, sumida en niebla.
** 6º plaga: la sequía de las aguas.
** 7º plaga: el pedrisco.






Encontrándose también la réplica del pergamino de Scroll Maker y del fragmento de Silos.








La quinta planta, alberga el material expositivo sobre la teología, con el título: “El bien y el mal”, subdividido en los apartados: Babilonia en llamas; el infierno y los condenados; el río de la vida; el juicio final; la Jerusalen celestial y el alfa y el omega. 











Instalaciones dónde la ilustración adquiere dimensiones corpóreas tridimensionales con efectos dinámicos de luz que flanquean un disco terrestre en volumen.








También hay réplicas murales de los iconos del mal;  y los nombres del anticristo, que mata a los testigos; de la sinagoga, en la que la congregación es reunión obligada como si de animales se tratara y la Asamblea Universal de la iglesia católica.






Exposición, que es posible realizar a través de audio-guía, que desgrana los aspectos históricos, teológicos, artísticos, culturales e iconográficos de un patrimonio de naturaleza religiosa y doctrinal, abordado desde la perspectiva científica del conocimiento histórico.








MÁS INFORMACIÓN. Pinchar en enlaces.




“Las posibilidades de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante”. Paulo Coelho (1947 -) periodista, novelista y dramaturgo brasileño


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