dendecaguelu: Travesía de San Martín a Santa Eulalia de Oscos.

Recorrido por ambos concejos, con ascenso al pico Marón y visitas a mina Carmina y Ferreira. Descripción, fotos e información técnica.

La comarca de los Oscos se encuentra en el occidente del Principado de Asturias, estando compuesta por los concejos de San Martín de Oscos (Sanmartín), Santa Eulalia de Oscos (Santalla) y Villanueva de Oscos. Su extensión es de 186,66 kilómetros cuadrados y su población es de 1119 habitantes –censo de 2019-.

Concejos que a su vez están integrados en la Mancomunidad Oscos-Eo y en la “Reserva de la Biosfera del río Eo, Oscos y Tierras de Burón”.

La ruta propuesta parte de la capital de San Martín y concluye en la de Santa Eulalia, localidades ambos con igual nombre que de los concejos más pequeños de los tres que comparten apellido, pero que aglutinan más población.

San Martín se ubica a 697 metros y desde él parte el pequeño recorrido señalizado y homologado por la FEMPA como PR-AS-280 “Ruta del monte Marón y Ascuita”, que se va a seguir en la primera parte de la ruta.

Su inicio se realiza desde su centro neurálgico, la plaza de las Infantas, que acoge el monolito descubierto por sus Majestades los Reyes de España, Felipe VI y doña Leticia el 22 de octubre de 2016, con motivo de la concesión del “Premio Pueblo Ejemplar de Asturias 2016” a la Comarca de los Oscos.

San Martín de Oscos. Concejo, parroquia y localidad.

A su derecha se encuentra la casona de los Guzmanes, construida entre los años 1756 y 1770, catalogada como Monumento Histórico Artístico, rehabilitada como Ayuntamiento desde 1990.

Al final de la plaza se encuentra la porticada iglesia parroquial, que bajo la advocación de San Martín, fue levantada entre los años 1826 y 1828. De planta de cruz y una sola nave con capillas laterales, cuenta con tres retablos neoclásicos de cuerpo único, recorrido por grandes columnas.

A continuación de la misma se encuentra la casa Curón, que cuenta con uno de los hórreos más característicos de la comarca de los Oscos, al ser uno de los pocos ejemplares existentes en la misma de cubierta mixta. Su base es de pizarra, en la que se superpone una cubierta vegetal de manojos de paja de centeno entrelazados.

Sobrepasada la casa, por un puente se salva el cauce del estrecho río San Martín –también llamado Candal- tributario del Agüeria, y este a su vez del Navia. Siendo el río más importante del concejo el Ahio.

Por carretera, superando el leve desnivel, se pasa por la parte alta de la capital osqueña, una de cuyas casas cuenta con un hórreo similar al de la casa Curón.

Metros más arriba, acaba la pista, con una construcción ubicada en una Y. La ruta continúa por el camino de carro que asciende por la derecha, desechando el que baja por la izquierda, como indica la señalización existente.

Entre praderías y bajo bosque el camino vuelve a tener una bifurcación a unos 300 metros de la anterior. En este caso hay que continuar por el de la izquierda, de mayor traza que el de la derecha.

Como vuelve a suceder en la parte más alta, ya en una zona boscosa de abedules y robles, no muy tomada. En este caso, también toca continuar por la izquierda.

Llaneando por este tramo de bosque, a través de la ancha pista, hay que continuar de frente. Desechando una nueva desviación, que forma ángulo recto, ensanchándose el camino, estando en su inicio un cartel informático para los micólogos con información sobre las setas en los Oscos y en el monte Marón.

Metros más adelante, a la izquierda del camino, se forma una pequeña laguna en períodos de lluvia.

Estando prácticamente a continuación de la misma, la cima del modesto pico Marón, que con sus 897 metros es el vigía de Samartín –como lo llaman los osqueños- . Que no el más alto del concejo que es el de la Vaga, con 1081, sito en el cordal de mismo nombre.

Pico Marón, trayecto ida y vuelta desde San Martín de Oscos.

El pico cuenta con índice geodésico e indicador del mismo. Y es una buena atalaya para disfrutar de las vistas de Samartín, de buena parte de su concejo y en la lejanía de los territorios de sus limítrofes Santalla, Illano, Grandes de Salime, Pesoz y Fonsagrada.

Cumbre que dista 2,600 kilómetros del punto de salida, con un desnivel de ascenso de 198 metros que se ha realizado en un tiempo de 40 minutos,

Realizada la cumbre toca retroceder hasta el cruce con el cartel con información micológica, y continuar por el ancho camino, obviando por el que se había venido desde Sanmartín.

La ruta, que tiene como próximo objetivo la mina Carmina, discurre prácticamente en llano, entre bosques de pinos y praderías a través de diferentes pistas de tierra, con bifurcaciones en Y, por lo que hay que tener muy en cuenta las señalizaciones existentes.

En la primera de ellas hay que continuar por el de la derecha, que va un poco en descenso. Tramo que ya no discurre por el PR-AS-280.

En la segunda, es por la de la izquierda, perfectamente señalizada. Ubicada a 785 metros de altitud, que dista poco más de un kilómetro desde el pico, en ella comienza un pronunciado descenso, entre altos pinos.

Y que va dando diferentes giros en su descenso, permitiendo algunos de ellos el acceso a estratégicos miradores, que permiten una excelsa vista de un parte del amplio territorio osqueño, con sus bosques de pino, retama y brezo, sus suelos pizarrosos, sus praderías y sus diseminadas aldeas.

En descenso cada vez más pronunciado, a través de bosques en cómodos zig zags, con el objetivo perfectamente señalizado, la pista va perdiendo su condición y convirtiéndose en camino cuando finaliza la parte boscosa, en la parte alta del valle.

Camino que va pegado a la ladera de la montaña hasta alcanzar el escampado, situado a mitad de la ladera, dónde se encuentra la bocamina y las instalaciones exteriores complementarias de mina Carmina.

Ubicada a 620 metros de altitud, dista cuatro kilómetros de Sanmartín, y desde el inicio de la ruta el tiempo invertido fue de 1 hora y 55 minutos neto.
Mina Carmina. San Martín de Oscos.

El concejo de Sanmartín y toda la comarca, siendo eminentemente ganadero y agrícola, cuenta con un pasado minero importante, que fue durante décadas su sustento económico, llegando a tener en la década de los años cincuenta del siglo pasado más de dos mil habitantes.

Varias fueron las minas, en algunos casos “chamizos”, desde las que se extrajeron mineral de plomo y hierro, incluso oro en la época romana. Las más importantes fueron Arruñada, Excomulgada, Pena Teixeira y Carmina.

La historia moderna de Carmina, que se encuentra en el límite de los concejos de Sanmartín y Santalla, se remonta al año 1950, cuando un grupo de cinco empresarios encabezados por Julio Alonso Rato, decidieron reiniciar la explotación de este yacimiento, que ya había sido explotado desde mediados del siglo XIX, y que había cesado su actividad en el año 1925.

La mina estuvo en actividad hasta 1962, llegando a contar con 26 obreros, de la que se extraía Blenda (sulfuro de Zinc) y Galena (sulfuro de plomo). Minerales con bastante pureza, que una vez tratados a base de machaqueo, molienda y decantación en bandeja flotante, eran evacuado por medio de un cable hasta las cercanas localidades de Villarín de Transmonte y de Ferreira, desde dónde se transportaban a la planta de fundición o al puerto de Ribadeo con camiones.

En el año 2007, por iniciativa municipal, se desarrollo un plan para dinamizar turísticamente el concejo y la comarca consistente en recuperar estas minas para su visita. En el caso de Carmina, se acondicionaron y señalizaron sus accesos, y se iluminaron parte de sus galerías. Iluminación que a fecha de marzo 2019 no funciona, aunque si está abierta siendo posible su visita, por lo que es recomendable llevar linterna.

Una vez visitada la mina, parte de sus galerías y lo que queda su infraestructura, la ruta continua por el sendero que salvando un seco arroyo a través de un pequeño puente de madera, pasa de una escollera a otra y da acceso a un nuevo monte.

Sendero que está marcado como PR-AS-202 “Ruta de mina as Talladas”, y que va recuperando la altura perdida de bajada a la mina, y volviendo la vista atrás permite la visión de la complicada situación de la mina y las escolleras que se fueron formando por su actividad industrial.

Llegado al punto más alto, conocido como el Cantu a 695 metros de altitud, comienza el descenso hasta el pueblo de Ferreira, visible en la lejanía.

El Cantu, ya en territorio de Santalla, es un cruce de caminos en forma de T. A la izquierda sale el que va primeramente a Villarín de Trasmonte y continúa hasta Sanmartín, y a la izquierda hacia as Talladas primero y Ferreira y Santalla después, todo ello en bajada.

El sendero, que surca el bosque de pinos, retamas y brezos, con tramos de consistentes muros de losetas, concluye en la aldea de Talladas.

Situada a 470 metros de altitud, es una de las cuatro aldeas deshabitadas del concejo, a la que se llega en un tiempo de 55 minutos desde la mina, de la que dista 1,200 kilómetros.

As Talladas. aldea en Santa Eulalia de Oscos.

De seguir el mencionado PR-AS-202, con salida y llegada a Santalla, habría que hacerlo desde aquí.

Sin embargo la ruta continúa por la pista de cemento se llega hasta el río Agüeria, que nace aguas arriba en territorio lucense de Fonsagrada y que recorre 47 kilómetros en su recorrido por los tres concejos de los Oscos y de Pesoz, antes de entregar sus aguas al Navia en la localidad de Doiras, perteneciente al de Boal.

A su vera se ha habilitado un área recreativa, con su zona de baños y pesca, y que alberga una empresa de alquiler de canoas, lo que permite practicar este deporte en el remanso que allí forma el río.

Un puente permite superar el mismo, estando antes la señalización del PR-AS-153, “Ruta a Cova”, que sale y acaba allí. Ruta circular que pasa por el lugar de A Cova, con un recorrido de 14,50 kilómetros.

El área que toma el nombre del pueblo al que pertenece, Ferreira, que domina desde unos metros arriba toda la vega, al que se accede por carretera.

Aunque es posible no visitarlo, hacerlo merece la pena. Ubicado a 460 metros es todo un remanso de tranquilidad, a pesar del abandono paulatino que ha sufrido en las últimas décadas, mantiene sus casas en bastante buen estado, rico patrimonio etnográfico rural de piedra y pizarra, como el resto de los que conforman la comarca.
Ferreira, pueblo y área recreativa, en Santa Eulalia de Oscos.

Sin embargo este es uno de los mejores conservados, contando con parras centenarias en prácticamente todo él.

En su parte del sur, visible desde él, en un meandro que forma el río se encuentra la central hidroeléctrica, construida en la década de los cincuenta del siglo pasado, que abastecía al concejo y gran parte de su entorno. Y que se intento recuperar sin éxito hace unos años.

La ruta continúa por la carretera que lo comunica con Santalla, del que dista 4 kilómetros.

Debiendo desviarse en la primera desviación a la derecha que se encuentra.

Terminando la carretera metros abajo en una casería, perteneciente ya al pueblo de As Barreiras.

Al que se accede por un estrecho sendero de buena traza, que atraviesa un bosque, en apenas 5 minutos.

En cuya parte más alto, a píe del camino, se encuentra su moderna capilla de la Resurrección.

As Barreiras es otro de los pueblos o aldeas abandonados del concejo, que no cuenta con comunicación rodada.

As Barreiras, aldea en Santa Eulalia de Oscos.

Ubicado a 420 metros, dividido en dos barrios, con diferentes casas y cuadras en diferentes niveles, separados por el río Agüeria, al que entrega aquí sus aguas el río Vilanova.

La aldea está aún en bastante buen estado de conservación, sus sólidas construcciones de trabajada piedra y pizarra, con amplios muros y ventanas con marcos de piedra han resistido bien el paso del tiempo, aunque algunas ya están medio caídas. De hecho el pueblo gozo de fama por los trabajos de cantería que en él se hacían, que incluyen caras grabadas en algunas de sus casas.

El pueblo tuvo su importancia económica en la comarca, ya que en ella se encuentra el viejo mazo hidráulico del siglo XVIII utilizado para trabajar el hierro. Joya etnográfica que estuvo en funcionamiento hacia mitad del siglo XX y que fue objeto de algún taller de trabajo organizado por el Ayuntamiento para su recuperación.

Destacable es su sólido puente de un solo arco, tipo romano, protegido con dos muros en sus laterales, que se conserva en perfecto estado, y sin estar apenas tomado por la vegetación, que hay que cruzar.

A continuación de las últimas casas se encuentra el bosque Vale, con diferentes senderos y caminos. A Barreiras llega el recorrido marcado por el PR-AS-202 desde As Talladas, desechado.

El más directo lleva a la carretera que da acceso a Ferreirela de Arriba. Estando seguidamente la desviación que indica a Ferreirela de Abajo y Santalla, siguiendo el PR-AS-202, que también se desecha.

Pueblo sito a 518 metros de altitud, de las que sólo dos de sus viviendas están habitadas por cuatro vecinos. Al igual que pasa en el situado metros más arriba, Brañabella, en la que sólo queda habitada la vivienda de Luis (en la fotografía) y Josefa.

Metros más adelante, hay que abandonar la carretera, para seguir por un marcado camino.

Que concluye a la entrada de Santalla, sito a 587 metros. Pueblo, parroquia y capital del concejo al que da nombre –Santa Eulalia de Oscos-. Cuya extensión es de 47,12 kilómetros y su población censada en el año 2019 de 450 habitantes, lo que le sitúa en los puestos 61 y 72 respectivamente entre los 78 concejos en que está vertebrado el Principado de Asturias.

Donde también concluye la ruta, diseñada por Felipe Mota para el Grupo de Montaña Vetusta de Oviedo, realizada el 24 de marzo de 2019, en el que se recorre una distancia de 12,400 kilómetros, con un desnivel de ascenso de 441 metros y 611 de descenso, en un tiempo neto de 4 horas y 8 minutos.