La historia de la leyenda, inmortalizada en piedra, se
recrea cada mes de septiembre.
En la región Centro, en la subregión de Beira
interior, perteneciente al distrito de Guarda y al municipio de Almeida, se
encuentra Castelo Mendo, una de las doce localidades que componen la “Red de
Aldeas Históricas”, junto a Almeida, Belmonte, Castelo Novo, Castelo Rodrigo,
Idanha-a-Velha, Linhares da Beira, Marialva, Monsanto, Piódao, Sortelha y
Trancoso.
Castelo Mendo, la aldea portuguesa dónde pervive la historia y la leyenda.
Situada en la denominada “raya” hispano-lusa, ubicada a 721 metros de altitud, coronando un cerro granítico rodeado por el valle que forma el río Côa, la freguesía tiene una extensión de 21,72 kilómetros cuadrados y su censo poblacional apenas supera el centenar de habitantes.
Castelo Mendo, la aldea portuguesa dónde pervive la historia y la leyenda.
Situada en la denominada “raya” hispano-lusa, ubicada a 721 metros de altitud, coronando un cerro granítico rodeado por el valle que forma el río Côa, la freguesía tiene una extensión de 21,72 kilómetros cuadrados y su censo poblacional apenas supera el centenar de habitantes.
Datada históricamente desde la Edad del Bronce,
ocupada por los romanos –con restos de la época en su perímetro urbano-, fue
durante la Reconquista cristiana y la Edad Media cuando vivió sus años de mayor
esplendor, al ser un lugar estratégico por sus excelentes características
defensivas en la nueva frontera lusa frente al reino de Castilla y León.
El histórico pueblo con doble muralla para
proteger su territorio cuenta con una
leyenda, que al igual que su espacio fortificado resiste el paso del tiempo, la
de Mendo y Menda.
Leyenda cuya historia no está documentada, ni existe certeza histórica de ella, dando solamente fe de la misma las pétreas figuras incrustada una, y dibujada otra, de un hombre y una mujer en dos casas ubicadas una frente a otra, aunque a diferente altura.
Leyenda cuya historia no está documentada, ni existe certeza histórica de ella, dando solamente fe de la misma las pétreas figuras incrustada una, y dibujada otra, de un hombre y una mujer en dos casas ubicadas una frente a otra, aunque a diferente altura.
En la fachada de la casa de estilo manierista,
fechada en el siglo XVI, construida sobre la muralla de la ciudadela que acoge
en la actualidad la oficina de turismo y el “Museo del Tiempo y de los
Sentidos” y que previamente fue Ayuntamiento, Tribunal y cárcel, se encuentra
la gárgola de piedra incrustada en la pared con la imagen que recuerda a la de
un hombre, la de Mendo.
Enfrente de la misma, en una construcción mucho
más modesta, sobre una piedra de cantería se encuentra un dibujo muy
deteriorado con la imagen de lo que se sería una mujer, la Menda.
Piedras que inmortalizan popularmente un amor
prohibido, sobre la que hay algunas tesis o suposiciones, aunque en realidad
nada se sabe de estas dos figuras ni de su historia.
La más extendida es que era sólo
una gran pasión vivida por dos seres, destinados para siempre a contemplarse a
distancia. Otra es que Mendo fuera de una clase y posición social superior y se
enamorara de alguien de una categoría social inferior. Y otra en la misma
tesis, la relación con Mendo Mendes, gobernador de la fortaleza, a quien el
pueblo le debe el nombre, cuya sepultura aún está en píe en la alcazaba del
castillo, con la inscripción: “Aquí yace
Miguel Augusto Mendonça Corte Real, hidalgo de la Casa Real y Comendador de las
órdenes de San Benito de Aviz y de Nuestra Señora de la Concepción (...)”
Sin historia, y con la paradoja de que en una
aldea que es historia viva del país luso, que dormita en tiempos pretéritos, es el amor
prohibido el que quedó para siempre grabado en sus piedras, los pocos
habitantes que en él aún residen mantienen viva la leyenda.
Castelo Mendo, a mediados de cada mes de
septiembre desde el año 2015, celebra unas Fiestas, que resalta su historia, su
alma y el sus gentes transmitido de generaciones en generaciones, fomentando
con múltiples actividades sus tradiciones, mitos y leyendas.
Con Mendo y Menda y su amor pétreo, Portugal
cuenta con su propia leyenda de amor prohibido que para nada tiene que envidiar
a los de los italianos Romeo y Julieta, inmortalizados en su Verona natal.
MÁS INFORMACIÓN. Pinchar en enlaces.
PORTUGAL. ALDEAS HISTÓRICAS.
PORTUGAL. OTROS.
“El
amor tiene razones, que la razón no entenderá jamás”. Anónimo
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