Acto realizado
el 28 de abril de 2017 en Salinas.
Salinas ha
acogido el 28 de abril de 2017, una edición más del acto de entrega de la
“Llámpara Natural 2017”, la vigésimo tercera, del distintivo que otorga la
Cofradía de la Buena Mesa del Mar, que cuenta con una dilata historia iniciada
en 1986, en el que han sido reconocidos con el mismo 43 personalidades,
colectivos y entidades.
El galardón, de
acuerdo con el artículo 49, apartado A) de los Estatutos de la Cofradía, “Es la más alta distinción que se otorga a
las personas o entidades que hayan destacado en su labor en pro de la mar, sus
gentes, su entorno, su cultura y su ecología”.
Siguiendo el
protocolo establecido en ediciones anteriores, la entrega estuvo compuesta de
tres partes. La primera, en la sede social de la Cofradía, sita en la Colonia,
en Salinas, donde los miembros de la Mesa Mayor recibieron a los presidentes de
las entidades galardonadas: la ADEAC – Asociación de Educación Ambiental y
Consumidores- y la Asociación de Amigos de Cudillero, su firma en el libro de
honor y la rueda de prensa previa al acto oficial.
De izquierda a derecha: José Antonio Villabrille, Juan Luis Álvarez (Amigos Cudillero), Vicente Quintanilla, José Ramón Sánchez (Adeac), Ovidio Antuña y Tito Gómez.
En el caso de
ADEAC, la entidad que otorga las banderas azules a playas y puertos, se han
valorado sus 34 años de existencia contribuyendo a la transmisión de los
valores y a la creación de actitudes y comportamientos cívico-ambientales
solidarios a nivel nacional e internacional”.
En el de la
Asociación pixueta, se ha reconocido el veinticinco aniversario de su creación,
en la que han desarrollado el fomento y la promoción de la mar, sus productos y
sus gentes.
La segunda parte
fue la visita de la comitiva al Museo de Anclas Philippe Cousteau, fundado y
cuya gestión corre a cargo de la Cofradía, sito en la Peñona, en el extremo
occidental de la playa de la localidad.
Y la tercera con
la realización, en el cercano restaurante Real Balneario, de la comida marinera
y el acto oficial de entrega de los galardones. Comida que comenzó como es
habitual con la “Arribada” que se realiza en la terraza sobre el arenal
castrillonense, aperitivo de bienvenida mientras iban llegando las autoridades,
cofrades e invitados.
Ya con todos los
asistentes ubicados en los sitios asignados, la comida continuó con el
embarque, la singladura y el atraque, una vez escuchado el himno de la Cofradía
compuesto por el cantautor candasín Manolo Santarúa.
Concluida la
misma, comenzó el acto oficial, ejerciendo de maestro de ceremonias el cofrade Alberto
Infanzón.
Que primeramente
dio paso al secretario, Tomás Badiola, quién dio lectura al acta de la reunión
de la Mesa Mayor celebrada el 1 de febrero de 2017, en la que se acordó la
concesión de los galardones.
Carlos Guardado,
buen conocedor de ADEAC, fue el encargado de glosar a la misma. Afirmó que la
Cofradía nunca se equivoca en la concesión de sus galardones; destacó la
creación de la Asociación en 1982, con presencia en 42 países; detalló sus
programas de campus verdes en Universidades y las banderas azules, que cumplen
30 años de existencia; mencionó los antecedentes asturianos de su presidente,
José Ramón Sánchez; recordó el entrañable acto vivido en el año 2007 con motivo
de la entrega de la bandera azul al museo de Anclas; resaltó que fue la
Cofradía quién propuso a la Asociación la creación de los “senderos banderas
azules” y concluyó proponiendo un evento gastronómico en torno a las llámparas.
Seguidamente se
cedió la palabra a José Ramón Sánchez Moro, presidente de ADEAC, quién en su
intervención sacó a relucir su faceta de docente. Agradeció el galardón;
retrocedió a los años 1970, con el comienzo del movimiento a nivel mundial, y
1980 con la celebración en Canarias del congreso que fue el antecedente de la
creación de la Asociación; recalcó que uno de los objetivos del turismo es
conocer los valores intrínsecos de cada cultura; resaltó el trabajo que se
desarrolla y el objetivo de las banderas azules en sus 30 años de existencias
en busca de un turismo sostenible; hizo ver que antes no se reciclaba porque no
era necesario, al aprovecharse todo y destaco el potencial del concejo de
Castrillón.
El cofrade
notario, José Antonio Soto Jove, tomó el juramento a José Ramón de aceptación
del galardón. Entregándole seguidamente el presidente anfitrión, Vicente
Quintanilla, los atributos del galardón: la boina de cofrade, la medalla del
museo de Anclas y la placa acreditativa.
El segundo de
los galardonados, fue glosado por María Josefa Sanz, cronista oficial de
Avilés. Mencionó la creación de la Asociación en junio de 1992 y resaltó su
buen hacer a través de sus actividades, detallando parte de las mismas como la
fiesta literaria del mar, los cuadernos de la mar, la medalla de oro de
Cudillero, la amuravela de oro, la publicación de su revista “Baluarte”, la
creación del coro Peña Roballera y la recuperación de bienes culturales en el
concejo, como la capilla del humilladero y el Cristo de Piñera.
Juan Luis
Álvarez, presidente de la Asociación de Amigos de Cudillero, intervino
mostrando su satisfacción por recibir el prestigioso galardón y su entrañable
valor; siendo además el primer premio que otorgan a la Asociación en sus bodas
de plata; destacó que el mismo ata más fuerte el nudo marinero que une a ambas
entidades, que ya son como hermanas; concluyendo con la lectura de la
dedicación que había plasmado en el libro de honor de la Cofradía.
Repitiendo el
notario y el presidente anfitrión el protocolo realizado momentos antes.
El acto entró en
su fase final con la intervención del presidente anfitrión, Vicente
Quintanilla, quién agradeció la presencia de todos, felicitó y destacó la labor
de las Asociaciones en quienes recayeron los galardones de la nueva edición de
la Llámpara Natural, que se vienen a sumar a la larga lista que ya forman parte
de la historia de la Cofradía.
Poniendo el
colofón al acto, el Coro Peña Robelliza de la Asociación de Amigos de
Cudillero, quien interpretó varias canciones en señal de agradecimiento por el
galardón recibido.
“El valor del reconocimiento por el trabajo realizado
es infinitamente superior al valor material del mismo”. Rafael Hernampérez,
experto en coaching español.
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