viernes, 19 de mayo de 2017

Hinojosa de Duero. Iglesia de San Pedro Apóstol

Iglesia parroquial, cuya construcción data del siglo XVI.


Hinojosa de Duero, es un municipio y localidad enclavado en el extremo occidental de la provincia de Salamanca, separado de Portugal por la frontera natural que forma el río Duero. Integrado en la comarca de  El Abadengo y en el Parque Natural de los Arribes del Duero, ocupa una extensión de 92,60 kilómetros cuadrados y su población apenas supera los setecientos habitantes.
Sus primeros pobladores han sido los vetones, pueblo celta de tradición ganadera, asentados posiblemente por en su enclave natural, en el declive de una colina en ángulo producido por la confluencia de los ríos Águeda y Duero, situada a 601 metros sobre el nivel del mar, y marcado por un microclima específico, que permitía el desarrollo de una amplia actividad ganadera, sustento económico principal del municipio.

http://www.dendecaguelu.com/2017/05/hinojosa-de-duero-puerta-de-entrada-los.html

La iglesia parroquial, bajo la advocación de San Pedro Apóstol, se encuentra en el centro del pueblo.






Su construcción data del siglo XVI, edificada en sillería de granito, de estilo gótico, con planta de cruz latina rectangular -40 metros de largo por 14 de algo- y cabecera cubierta con bóveda de crucería estrellada con combados.






En sus inicios se construyó su parte central, con una sola nave. A mediados del siglo XVII la iglesia se derrumba a raíz de unas obras acometidas. Acometiéndose las obras de construcción a finales del mismo siglo, incrementando su tamaño, aunque no sé llego a concluir por falta de recursos, estando aún visible en su exterior, en la parte izquierda, el muro de mampostería sin concluir.







De dicha época es el Crucero, construido en cantería con bóvedas de ladrillo. En la reforma acometida a mediados del siglo XX, entre otras obras de rehabilitación, sus arcos quedaron a la vista, hasta entonces recubiertos, y se construyeron otros nuevos.




A principios del siglo XIX, en 1803, se realiza una nueva ampliación, añadiendo a la parte de entrada tres arcos, el baptisterio, la subida al coro, el campanario y las portadas renacentistas de cantería de las sacristías.






A mediados del siglo XX, el párroco tuvo una iniciativa que tuvo una buena acogida, decidiendo la construcción de un edificio anexo a la puerta principal para dar cabida a una cooperativa de mujeres, que desarrollaron en el mismo su trabajo, ayudando a la fijación de una población que comenzaba a emigrar del campo.





Su torre del campanario, situada al lado del crucero, está construida en piedra de sillería con escaleras de madera, y cuenta con cinco campanas.








La entrada al templo es de cantería, con sus arcos y contrafuertes confeccionados en piedra de sillería.







El municipio cuenta con un patrimonio arqueológico muy importante de piezas pétreas, procedente del enclave romano denominado Cabeza de San Pedro, distante 7 kilómetros de la localidad, datada a inicios de la edad moderna –siglos II y III d.C-  manifestado en estelas funerarias y laudas sepulcrales. Enclave que contó con un alto número de piezas, se estima en más de 600 las existentes, en la actualidad en poder municipal, otros museos –arqueológico de Salamanca- y particulares.






Una pequeña parte de las que ha podido hacerse cargo el municipio, se encuentran en la parte de entrada al templo expuestas, mientras que otras lo están en el centro interpretativo del Duero, sito en la localidad.

Hinojosa de Duero. Centro Interpretativo del Duero.





En el altar, su retablo mayor, del siglo XVII, era el ubicado en el convento de los Franciscanos de Sobradillo, actualmente en ruinas, y fue colocado en la ampliación de 1803.






De estilo barroco, presidido por San Pedro Apóstol, fue obra del escultor Pedro Conde, realizado en 1689. Flanqueado por tres tallas. La de la Inmaculada a la derecha, también del siglo XVII; la de San Antonio a la izquierda, y la de María Auxiliadora en la parte superior.






Retablo flanqueado a la derecha por otro, también de estilo barroco del siglo XVII, con la imagen de Nuestra Señora del Rosario, coronado con un lienzo de Santa Teresa.







Y por la izquierda, por otro en estilo churrigueresco, con la talla de San Juan, del siglo XVIII, coronado con un lienzo de la Inmaculada.








Un tercer retablo, de columnas salomónicas, acoge la talla de San Miguel, barroca del siglo XVII, así como la talla de Santa Bárbara y de Santa Lucia, de los siglos XVII y XVI respectivamente.






Destacables también son las tallas de Santa Lucia, datada en el siglo XVI, realizada en cuarzo policromado, procedente de la desaparecida ermita de Santa Lucia, en las cercanías de la Rivera de Froya.





Y la de la Dolorosa, del siglo XVII, antigua Virgen del Villar, procedente de la ermita de Nuestra Señora del Villar. Talla que es procesionada en los pasos de Semana Santa.







Al igual que lo es la del Nazareno, que se encuentra ubicada junto a la pila bautismal.







Como también se procesiona, la cruz de plata, datada en la segunda mitad del siglo XVI, labrada en los talleres de Ciudad Rodrigo, y considerada una de las obras maestras del renacimiento salmantino.
Destacable es también el conocido como Cristo del Aire, que cuenta con la leyenda de que un día que fue movido se produjo en la localidad una gran ventolera, y que luce en el lateral izquierdo del templo.






Otras tallas y figuras que se encuentran en el templo son las de María Magdalena, San Buenaventura, San Crispín, San Juan, San Pedro y San Sebastián, datadas entre los siglos XVII y XVIII.







MÁS INFORMACIÓN. Pinchar en enlaces.




“Yo le canto a Hinojosa, que me ha visto nacer, cantó a la Cabecina y a San Pedro también, y también cuando estoy alegre a la Rivera del Froya y hasta el pozo Durón”.  Estrofa de la canción a Hinojosa.

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