dendecaguelu: Hinojosa de Duero. Centro Interpretativo del Duero.

Ubicado en la localidad y municipio de mismo nombre, perteneciente a Salamanca.

Hinojosa de Duero, es un municipio y localidad, enclavado en el extremo occidental de la provincia de Salamanca, separado de Portugal por la frontera natural que forma el río Duero. Integrado en la comarca del Abadengo y en el Parque Natural de los Arribes del Duero, ocupa una extensión de 92,60 kilómetros cuadrados, en la confluencia de los ríos Águeda y Duero, a 601 metros de altitud y su población apenas supera los setecientos habitantes.

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La terrible despoblación a la que están sometidas las tierras del Duero limítrofes con Portugal, hace que sea necesaria la búsqueda de fórmulas novedosas e innovadoras de atraer turistas y visitantes a las mismas, que a su vez sean generadores de una cierta dinámica de riqueza e ilusión por crear nuevas infraestructuras y dar nuevos servicios. Es en este contexto cuando el Consistorio local decide la conversión del pueblo en “Pueblo Museo”, en el que el “Centro interpretativo del Duero”, es uno de sus principales pilares.

De acuerdo con el folleto que se entrega a los visitantes, el Centro, ubicado a la entrada del pueblo, tiene como objetivo publicitar y dar a conocer la historia del municipio, su paisaje y gentes desde una perspectiva distinta, atractiva y global.

El Centro, que abrió al público en el año 2002, con una posterior ampliación en el año 2009, cuenta con dos dependencias separadas entre sí por una calle. La principal, ubicada en las antiguas escuelas de la localidad y la auxiliar ubicada en un edificio situado enfrente a las mismas, y que también alberga la oficina de turismo.

El edificio principal se encuentra dividido en dos plantas, la inferior y la superior, y ambas cuentan con colecciones de propiedad municipal y de particulares lugareños que han donado y prestado las mismas.

En la primera parte, se encuentra “Sala histórica”, que alberga la exposición de una gran parte de las estelas que han sido recogidos por el Ayuntamiento, adscritas cronológicamente a los siglos I y II, procedentes del enclave romano de Cabeza de San Pedro, distante 7 kilómetros de la capital municipal. Sala, está, abierta en el año 2002.

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Un total de 16 estelas son expuestas en la misma, separadas entre sí, por una estructura de madera, con iluminación directa e indicación de nombre y características, que componen un conjunto patrimonio único y que merece de por sí un espacio expositivo propio, por su idiosincrasia y singularidad, aunque en la actualidad no sea así.

Junto a ellas en la misma sala, incomprensibles para el que suscribe, el protagonismo escenifico se lo lleva una bonita y completa maqueta de un tren, con todo tipo de detalles.

Y más incomprensible es la muestra de colecciones de llaveros, que ocupan diez vitrinas de madera.

Y otra de botellines en miniatura de bebidas alcohólicas, que ocupan otras cuatro vitrinas.

Y que junto con diversas fotografías de la localidad, el entorno y las infraestructuras creadas por la vía férrea que unía las localidad española Fuente de San Esteban con la portuguesa Barca d´Alva, en la línea Salamanca – Oporto, que estuvo en funcionamiento desde 1887 hasta 1985, y que en su paso por el municipio quedo marcado por la construcción de ingeniosos e innovadores puentes para salvar la orografía existente, como los existentes sobre el arroyo Morgado y el río Pingallo, ocupan por completo el espacio de una planta baja. Fotografías cedidas en su gran mayoría por Miguel Galante.

Las paredes de las escaleras que comunican la planta baja con la primera, están totalmente tomadas por fotografías de todo tipo, relacionadas con el municipio.

La primera planta, está dividida en dos espacios expositivos diferentes. El primero, denominado “Sala joven” compuesto por las donaciones realizadas por Panadería Buenos Aires, Tomás Ángel Centeno Seco, Silvia Centeno Seco y Juan Manuel Centeno Seco, según reza el cartel ubicado en su entrada.

Espacio, al igual que el de la planta baja, con otra gran maqueta de un tren ocupando la parte central del mismo.

Luciendo en las paredes laterales, diversos posters y discos sobre las paredes, y diversos elementos coleccionables de las últimas décadas del siglo pasado expuestos en muebles acristalados que contienen los mismos o sobre ellos. Colecciones de botellas de gaseosa, miniaturas de vehículos, motocicletas, trenes, molinillos de café, monedas, billetes, sacacorchos, tebeos, libros y similares.

Con un pequeño apartado para la electrónica y la música, con una pesa industrial de comercio, una máquina de escribir, audífonos, radios, tocadiscos, radio cassettes y cintas para los mimos, así como varios televisores de épocas recientes.

Sala expositiva, en la que cuesta ver la relación su contenido con el río Duero y la cultura y patrimonio del municipio, aunque es innegable la posible carga nostálgica para las generaciones de las décadas de los años 50 y 60 del siglo pasado.

El otro espacio expositivo de la planta, es la denominada “Sala etnográfica”, compuesta por las donaciones realizadas por Consuelo Del Molino Pata y Julio Rodríguez Pata.

Espacio que alberga un alto número de piezas utilizadas en unas labores agrícolas y ganaderas, que han sido históricamente el sustento económico del municipio y de la comarca, así como de otras de uso doméstico.

Piezas, muchas de ellas que superan el siglo de existencia, entre las que son visibles mobiliario utilizado en las casas, ánforas y otros recipientes, potas, sartenes, vajillas, fuentes de diversos materiales, y otros muchos útiles similares.

Diferentes sistemas de pesajes, lámparas o instrumentos musicales también se recogen en el mismo.

Útiles relacionados con la amplía actividad ganadera y utilizados en la elaboración de quesos, ocupan un espacio propio.

Un arado de principios del siglo pasado, múltiples herramientas de usos diversos utilizadas en el campo y útiles para la colocación en animales domésticos utilizados para el trabajo, complementan el conjunto museístico.

El edificio, que es encuentra enfrente del anterior, cruzando la calle, cuenta con dos espacios. El primero lo ocupa la recreación de un aula de una escuela rural de mediados del siglo pasado.

Mientras que el segundo, alberga una importante colección de mariposas disecadas. Colección cedida al municipio por el menor Óscar Galante Montero, bajo la tutoría de su padre José Antonio Galante Patiño, quien ha heredado de su abuelo la misma.

Que se expone desde 2010 a través de tres muebles de madera acristalados, especialmente acondicionados para recoger la misma, y que se completa con fotografías de mariposas pegadas por las paredes del habitáculo.