Es el mercado de
abastos más antiguo de España, abierto desde 1562.
Medina del
Campo, situada en el suroeste de la provincia de Valladolid, de cuya capital dista 54 kilómetros, cuenta con una extensión de 159,60 kilómetros cuadrados y una población de 20679 habitantes. Situada a una altitud de 725 metros, cuenta con el título de "Villa" y es capital del
municipio de mismo nombre y cabecera de la mancomunidad Tierras de Medina. Ligada históricamente a la corona de Castilla, primero, y a la de España
después, ya que en ella vivió largas temporadas, dictó sus últimas voluntades y
falleció Isabel la Católica.
Referencia
internacional por sus Ferias Generales durante gran parte del siglo XV y todo
el siglo XVI, cuenta con un muy importante patrimonio arquitectónico civil y
religioso. Las Reales
Carnicerías, en la actual avenida Lope de Vega, forman parte del primero por
derecho propio, siendo uno de los edificios históricos más interesantes del
siglo XVI construido en España, teniendo la peculiaridad de conservar hasta la
actualidad la primitiva función para la que fue construido, el reparto y
abastecimiento de carnes, lo que le convierte en el mercado de abastos más
antiguo de todos los existentes en el territorio nacional.
Su construcción fue
autoriza en el año 1500 por los Reyes Católicos, pero sus obras no se iniciaron
hasta 1546, terminándose en 1562 bajo el reinado de Felipe II siendo
Corregidor Pedro de Vivero. Construido a orillas del río Zapardiel -lo que
facilitaba la evacuación de residuos- en base a ladrillos y
piedras en los portales, su diseño fue obra de Agustín Gallego y de Rodrigo Gil
de Hontañón, siendo financiada por el Ayuntamiento de la villa y los señores de
Medina.
Edificio de estilo renacentista, de planta rectangular y cubierta inclinada a cuatro aguas, se divide en tres naves
separadas por dos hileras de ocho columnas toscanas, que sostienen arquerías de
medio puntos sobre las que descansan muros horadados por vanos, que sirven de
sostén al muro de ladrillo, aligerado mediante una sucesión de huecos de arco
rebajado, realizados en ladrillo a sardinel, que servían de ventilación entre
las naves.
Exteriormente,
la composición de las fachadas guarda estrecha relación con la organización
interior de la planta, estando formadas por arquerías de ladrillo, sobre
pilares de sillería de piedra caliza, hoy cegados, recogiendo su cornisa -de
hiladas sucesivamente voladas- un juego a diente de perro, de clara influencia
mudéjar. Las tres
portadas de piedra, situadas dos de ellas en el centro de los hastiales, y una
tercera en la fachada suroeste, también en posición centrada, presentan una
composición análoga: arcos de entrada de medio punto flanqueados uno por
columnas, otro por medias columnas sobre ménsulas y el restante por pilares, en
cuyos lados lucen las armas de la villa y un frontón con el escudo real,
teniendo una de ellas una inscripción de la fecha de finalización de sus obras bajo el reinado de Felipe II.
Cronológicamente,
desde 1562 hasta 1921 en el mismo se desarrolló la función para el que fue
edificado, la de abastecimiento y reparto de carnes. De 1921 a 1931 albergó las
instalaciones de Telégrafos, siendo rehabilitado en 1935 y recuperada su
primitiva función, reconvirtiéndose en mercado de abastos, actividad que se
sigue realizando en la actualidad. En 1983 fue declarado “Bien de interés
cultural nacional” por el Ministerio de Cultura, habilitándose una partida
presupuestaria que permitió la renovación completa de su cubierta, realizándose
una nueva rehabilitación en el año 1994 con fondos municipales.
En la actualidad
en el mismo se compaginan las actividades comerciales como mercado de abastos,
con la organización de actividades complementarias, como exposiciones, charlas,
degustaciones o catas.
Una visita a sus
modestas instalaciones, que están abiertas de martes a sábado, permitirá al
visitante trasladarse a tiempos pretéritos, valorar un edificio histórico -cuyas
rehabilitaciones han respetado sin modificaciones su estructura original- que
muestra la importancia que esta villa vallisoletana tuvo en la Edad Media y realizar
compras en los puestos comerciales del mercado de abastos con más antigüedad de
todos los existentes en España.
MÁS INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA. Pinchar en enlaces.
“La historia testigo de los tiempos, luz de la verdad,
vida en la memoria, maestra de la vida, testigo de la antigüedad. Cicerón
(106-43 a.C.) escritor, orador y político romano.
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