martes, 1 de octubre de 2013

Barayo y Frexulfe, los maravillas naturales del concejo de Navia.

La Reserva Natural de ambos,  forman dos conjuntos únicos en el concejo de Navia.


El concejo de Navia, ubicado en el noroccidente del Principado de Asturias, cuenta con una superficie de 62,58 kilómetros cuadrados y una longitud de costa de 14 kilómetros, su población es de 8.982 habitantes –censo de 2012- y limita al norte con el mar Cantábrico, al sur con el concejo de Villayón, al este con el Valdés y al oeste con el Coaña, encontrándose vertebrado en las parroquias de Andes, Anleo, Navia, Piñera, Polavieja, Puerto Vega, Villanueva y Villapedre, siendo su Navia su capital.
El concejo, englobado en el parque histórico del Navia, alberga en su franja costera la “Reserva Natural Parcial del río Barayo” y el “Monumento Natural de la playa de Frexulfe”.
El río Barayo, que nace en Busmargalí (Navia) y después de un recorrido cercano a los 10 kilómetros desemboca en el mar Cantábrico por el lado occidental de la playa de Barayo, después de unírsele su afluente el río Bidular, forma su límite natural oriental con el concejo de Valdés.




Desembocadura y punta de los Aguiones a la derecha.





Río que antes de desembocar en la playa de misma nombre, también conocida como Sabugo o d´Arnela –en su parte valdesana- dibuja bellos meandros sobre una amplía llanura fangosa tapizada de juncales, obligado por el conjunto de dunas de las postplaya, con marismas subhalófilas y un estuario de orillas cenagosas pobladas de cañaverales, carrizales y alisedas pantanosas,  formado todo ello junto con la playa un conjunto declarado “Reserva Natural Parcial” por el Principado de Asturias en 1995 (decreto 70/95)  por sus altos valores paisajísticos y medioambientales.
Conjunto con una extensión de 3,42 kilómetros cuadrados, cuyo ámbito geográfico objeto de protección comprende el tramo costero que va de la punta Romanellos a la de los Aguiones, incluyendo la playa, el estuario y el complejo de dunas, la playa, la rasa costera de la misma, los acantilados y los islotes de Pedroña y Romanellos.




Punta Romanellos, con su islote al fondo.




Tras el estuario el cauce discurre por la antigua marisma para realizar en su último tramo un brusco giro al oeste, obligado por los cordones dunares de la postplaya fijados por un importante conjunto de pinos, donde se conservan en buen estado las comunidades de dunas embrionarias y secundarias. Tras las dunas, el río forma meandros rodeados de juncales y cañaverales, a medida que se reduce la influencia salina del mar las márgenes del cauce se pueblan de las especies características de la ribera, alisos y sauces que forman un frondoso bosque en galería. La existencia de zonas cenagosas permite esta excelente representación de alisedas, occidentales y pantanosas, ricas en especies típicas de la clase Phragmitetea; extremadamente escasa en el Principado. Acantilados y pendientes de ladera completan este fascinante entorno, donde están, bien representados de forma excelente, los complejos de vegetación de acantilados típicos de la costa occidental asturiana.









La vegetación de playas y dunas se encuentra en excelente estado de conservación, con una buena representación de las comunidades de arribazón de la clase cakiletea maritimae. En los extremos de la ensenada existen complejos de vegetación de acantilados típica de la costa occidental asturiana, y en las laderas que cierran la desembocadura del río domina la serie de las carbayedas oligótrofas galaico-asturianas.
Los ejemplares más importantes de la fauna son la nutria, emblema de la reserva, que en ocasiones se puede contemplar recorriendo la playa -hecho exclusivo del occidente asturiano- y el ostrero euroasiatico, especies están incluidas en las categorías de «Interés especial» y «Sensibles a la alteración de su hábitat» dentro del Catálogo Regional de Especies de Vertebrados Amenazados, así como un buen número de ánades, garzas y cormoranes moñudos.









Poco antes de la desembocadura del río, en la vertiente naviega se encuentra un mirador, al que se accede por la carretera NV-2, que une las localidades del Bao y de Puerto de Vega, en las estribaciones del pueblo de Vigo, que es un lugar ideal para observar la belleza de este entorno único de la costa asturiana.








La playa de Frexulfe, pertenece a la parroquia de Piñera, al este de la localidad de mismo nombre de la que dista 4 kilómetros, cuyo ecosistema  declarado “Monumento Natural” en el año 2002 por el gobierno del Principado de Asturias. Formada por un largo arenal de unos 800 metros de longitud y 100 metros de anchura, delimitada por las puntas del Picón al oeste y la de Poyales al este, cuenta con escaso abrigo y orientada al norte, lo que la hace peligrosa para el baño.





En su margen oriental discurre y desemboca el río Frexulfe, también llamado Piñera, que nace en Polavieya (Navia) y allí entrega sus aguas después de recorrer 11 kilómetros y unírsele los ríos Monte y Villauril. La desembocadura del río aparece parcialmente obstruida por una barra arenosa que remasa hacia el interior las aguas fluviales, dando lugar a un encharcamiento de aguas salobre en torno al cual se desarrollas marismas subhalófilas, escasamente desarrolladas pero muy valoradas por las especies que albergan. Entre estas destacan praderas de escaso porte y junquillo salado (Eleocharis parvula), especie catalogada como en peligro de extinción y que solo se le conoce en este lugar en todo el litoral cantábrico, siendo la broza fina (Ruppia marítima) otra de las especies de sus marismas, catalogada como vulnerable y pobladora de charcas de cierta profundidad, así como los cañaverales de Scirpus Pungens, especie no protegida.







Desde su extremo oriental al occidental se encuentra un estrecho cordón de dunas que recorre la playa en toda su longitud, poblado de la flora característica de las dunas, entre las que destaca la gramínia barrón (Ammoniphila Arenaria), la lechetrezna de las playas (Euphorbia Peplis) y la algodonosa (Otanthus maritimus). Detrás del primer cordón se encontraban dunes grises, actualmente tomadas por pinos.
A su riqueza paisajística, vegetal y animal, hay que añadir un elemento más: la existencia de un elemento geomorfológico único y localizado en sus acantilados occidentales, un valle colgado sobre el acantilado, originado por la elevación de la plataforma continental.









Por ambos parajes discurre la “Senda costera naviega” desde el Bao a Navia, diseñada por el Grupo de Montaña Peña Furada de Navia en 1987, con una longitud de 18,810 kilómetros. Travesía que cada año organiza el último domingo de cada mes de junio, y que en cada edición reúne a más de 2000 participantes, siendo su récord –registrado en los récords Guinness, la edición de 1992 en la que participaron 4.552 personas.




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Un Principado para descubrir.




“A veces cuando llego a Asturias, creo que me aproximo a Macondo”. Enrique Barón (1944 -) economista, abogado y político madrileño.

5 comentarios:

  1. ¡Qué maravilla de costa tenemos y que desconocida!. Una preciosidad. Chema Fernández.

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  2. Muchas gracias por la información, me permito con modestia sugerir que donde dice "especies típicas de la clase Phagmitetea", se subsane con la denominación "especies típicas de la clase Phragmitetea". Gracias.

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    1. Muchas gracias por las aclaraciones y por enriquecer esta web. Ya está corregido. Saludos

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  3. igualmente, las especies "eleochorus párvula" podrían ser la "eleocharis párvula", la "amniphila arenaria" o barrón es la "ammophila arenaria"

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  4. Que maravilla. Yo naci en Navia y tengo familia lejana en Puerto de Vega y he pasado alli muchos veranos. Vaya recuerdos. Muchas gracias :-)

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