viernes, 8 de mayo de 2015

Comida de confraternidad en la sede de la Cofradía de la Anchoa de Cantabria.

Celebrada el 1 de mayo de 2015 con motivo del XIX Gran Cabildo, entre la Cofradía anfitriona, el Círculo Gastronómico de los Quesos Asturianos y las Cofradías de Amigos del Quesu Gamoneu y del Vino de la Rioja.



La fecha de celebración del Gran Cabildo de la Cofradía de la Anchoa de Cantabria, desde hace once años siempre está marcada como preferencial en mi particular calendario festivo gastronómico. En Santoña el visitante siempre es bien recibido, la hospitalidad es una máxima de sus vecinos y uno allí se encuentra como en su propia casa, circunstancia que el que suscribe puede dar buena fe.
La Cofradía cuenta desde hace unos seis años con una sede cedida por el Gobierno de Cantabria, muy cerca de la zona portuaria y prácticamente anexa a la plaza de toros de la localidad, en el denominado “Tintero” al ser en dicho local dónde antiguamente los pescadores locales tintaban sus redes.









Sede en la que además de guardar la infraestructura necesaria para poder llevar a cabo muchas de sus actividades, es usada como lugar de reunión y de comidas entre cofrades y sus invitados, y en la que la que guardan con gran recelo piezas de un pasado reciente en el sector pesquero santoñes.





Nombres de los barcos que rulaban en la antigua rula de Santoña.





Con motivo de la celebración de su XIX Gran Cabildo, y siguiendo la pauta marcada en la edición anterior, el viernes 1 de mayo de 2015, tuvo lugar una comida de hermandad entre algunos de los representantes de las Cofradías que acudimos al mismo con anticipación, y que hemos podido disfrutar de la misma gracias a la gentileza de la Cofradía anfitriona, a los que no se puede aplicar célebre frase que ilustra el presente y que figura al final del mismo.
Si en la edición anterior – la primera que se hizo de estas características- la comida verso sobre la gastronomía asturiana, con la elaboración de una fabada asturiana por Fernando Alonso, distribuidor de fabes y embutidos asturianos, complementada con los quesos Cabrales y Gamoneu, llevados para la ocasión por José María García, de la Cofradía de Amigos de les Fabes de Villaviciosa, en esta edición la protagonista fue la gastronomía riojana. Roberto Latorre, cofrade la Cofradía del Vino de la Rioja, y de la Asociación Gastronómica el Porroncillo, de Logroño, presente en la edición anterior fue el encargado de confeccionar un típico menú riojano.









 Menú del que hemos disfrutado representantes del Círculo Gastronómico de los Quesos Asturianos y de la Cofradía de Amigos del Quesu Gamoneu, además del mencionado Roberto y cofrades anfitriones.









Las ineludibles y siempre esperadas Anchoas del Cantábrico en aceite de oliva, en esta ocasión de la marca El Faro del Pescador; las alegrías riojanas, siempre alegres haciendo honor a su nombre; las cebolletas en cama de sal; pimientos del piquillo caramelizados y guindillas verdes, fueron el aperitivo elegido.











De segundo un contundente plato -especialmente valorado por los riojanos cuando salen de su tierra- “Caparrones con sus sacramentos”, exquisita alubia que por las tierras santoñesas llaman “Caricos”, derivado parece ser del francés haricots y de la presencia francesa en la localidad, y que cocinada junto con los productos derivados del cerdo alcanza toques sublime.










Plato este de especial agrado para el que suscribe, que lo degusta todos los años en el “Festival de la caparronada” que elabora el Centro Riojano de Asturias, y al que acudo de forma regular por gentileza de su junta directiva, como le comentaba al amigo Roberto. La conjunción de la fina alubia, el contundente embutido y la sapiencia del cocinero hace de este plato un buque insignia de la gastronomía riojana.
“Manitas guisadas” fue el segundo y último plato,  totalmente novedoso y que nunca habíamos degustado algunos de los presentes, no por su elaboración sino por su contenido, al no ser de cerdo como las que se consumen habitualmente en el norte de España, sino de cordero. Elaboradas al estilo tradicional –como se elaboran las de cerdo- su finura y sabor no dejo a nadie indiferente.








.

Menú que fue armonizado por diferentes tipos de vinos –riojanos, asturianos y valencianos- que los amigos santoñeses tienen en su pequeña bodega y al que un buen café puso estupendo colofón.
El VIII Concurso de pinchos con anchoa, del que cuatro de los comensales formábamos parte de su Jurado unas horas más tarde, nos esperaba y debía de imperar la prudencia, lo que no resto un ápice para el disfrute del exquisito menú elaborado con todo el cariño y su mucha sapiencia por el amigo Roberto.




Con Roberto, César y Benjamín, que junto con Juan José García, formamos el Jurado del Concurso.




MÁS INFORMACIÓN. Pinchar en enlaces.




“El que recibe a sus amigos y no presta ningún cuidado personal a la comida que ha sido preparada, no merece tener amigos”. Anthelme Brillat-Savarin (1755-1826) jurista francés, elaborador del primer tratado de gastronomía.


No hay comentarios:

Publicar un comentario