viernes, 16 de septiembre de 2022

El Vendedor de Pescado, de José Antonio García Prieto, escultura en Oviedo.

Obra de José Antonio García Prieto, luce en la plaza de Trascorrales, delante del edificio de la antigua plaza del Pescado.

Oviedo, tercera capital del reino de Asturias, y por tanto en su momento de España, ostenta la capitalidad del Principado de Asturias, estando ubicado en su centro neurálgico. Vertebrado en 30 parroquias, su extensión es de 186,15 kilómetros cuadrados, se encuentra a una altitud de 227 metros sobre el nivel del mar, resguardado por el monte Naranco al norte, y la sierra del Aramo al sur, y su censo poblacional es de 220.406 habitantes –censo de 2020-.

Ciudad repleta de magia, la vieja dama del norte renueva cada día su encanto. Si algo la define es el exquisito cuidado de todos sus rincones. Visitarla y recorrerla es una aventura apasionante, la alta peatonalización de sus calles –tanto del centro como de barrios- permite al visitante el disfrute de parques, edificios, plazas, esculturas, fuentes y rincones, y todo ello enmarcado en una máxima limpieza que le ha valido para ser galardonada en diferentes ocasiones como la ciudad más limpia de España.




Moderna y vital, sus doce siglos de historia le permiten atesorar un patrimonio artístico como pocas. Sus íconos monumentos del arte prerrománico, declarados Patrimonio de la Humanidad, se complementan con múltiples edificios civiles y religiosos, componiendo un paisaje urbano al que complementan monumentos conmemorativos y esculturas.

Paisaje que se ha visto incrementado notablemente en las dos últimas décadas, debido al auge de esculturas que proliferan por todos sus rincones. Más de ciento cincuenta esculturas y monumentos, muchas en tamaño natural a píe de calle,  la convierten en un museo abierto e interactivo las veinticuatro horas, símbolos inmortales y representativos de la ciudad, susceptibles de ser tocadas, abrazadas y fotografiadas.

Oviedo. Esculturas, monumentos y sitios de interés.

Una de esas esculturas es la que lleva el nombre de “EL VENDEDOR DE PESCADO”, que luce en la plaza de Trascorrales, a la izquierda de la entrada principal del actual edificio polivalente, y otrora plaza del Pescado, desde octubre de 1996. 




Obra del artista José Antonio García Prieto, conocido como “Llonguera”, por el pueblo de Mieres donde nació el 3 de mayo de 1950, que la donó al Ayuntamiento de Oviedo. Y que también es autor de la obra “A la Toná”, situada en el barrio ovetense de Teatinos en la rotonda de la calle Ángel Cañedo con Sabino Fernández Campo.




Realizada inicialmente en madera y luego pasada a bronce, con unas medidas de 080x0,90x0,50 cmts, que luce sobre un pedestal de mármol. Evoca a los típicos vendedores que debieron situarse en las lonjas y plazas de mercados como la que albergó el edificio de Trascorrales, donde se ubica. Reproduce a un hombre en cuclillas fumando, que tiene a su derecha una caja de forma rectangular con diferentes pescados.




Que luce sobre un pedestal de mármol en el que está incrustada la placa con su nombre, autor y fecha colocación. 




MÁS INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA. Pinchar en enlaces.

Un Principado para descubrir.

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Esculturas en la plaza Trascorrales.

La Lechera, de Manolo Linares.

La Pescadora, de Sebastián Miranda.

 

 

“Sólo el que manda con amor es servido con fidelidad”. Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645) escritor español.

 

 

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