Ubicada en la plaza Dolores Medio, en el barrio de la Argañosa, es obra de Félix Alonso Arenas.
Oviedo, tercera capital del reino de Asturias, y por tanto en su momento de España, ostenta la capitalidad del Principado de Asturias, estando ubicado en su centro neurálgico. Vertebrado en 30 parroquias, su extensión es de 186,15 kilómetros cuadrados, se encuentra a una altitud de 227 metros sobre el nivel del mar, resguardado por el monte Naranco al norte, y la sierra del Aramo al sur, y su censo poblacional es de 220.406 habitantes –censo de 2020-.
Ciudad repleta de magia, la vieja dama del Norte
renueva cada día su encanto. Si algo la define es el exquisito cuidado de todos
sus rincones. Visitarla y recorrerla es una aventura apasionante, la alta
peatonalización de sus calles –tanto del centro como de barrios- permite al
visitante el disfrute de parques, edificios, plazas, esculturas, fuentes y
rincones. Y todo ello enmarcado en una máxima limpieza que le ha valido para
ser galardonada en diferentes ocasiones como la ciudad más limpia de España.
Moderna y vital, sus doce siglos de historia le
permiten atesorar un patrimonio artístico como pocas. Sus íconos monumentos del
arte prerrománico, declarados Patrimonio de la Humanidad, junto con múltiples edificios civiles y
religiosos, componen un paisaje urbano único, al que complementan monumentos
conmemorativos y esculturas.
Paisaje que se ha visto incrementado
notablemente en las dos últimas décadas, debido al auge de esculturas que
proliferan por todos sus rincones. Más de ciento cincuenta esculturas y
monumentos, muchas en tamaño natural a píe de calle, la convierten en un museo abierto e
interactivo las veinticuatro horas, símbolos inmortales y representativos de la
ciudad, susceptibles de ser tocadas, abrazadas y fotografiadas.
Una de ellas es la denominada ASTURCÓN, obra del
escultor y pintor Félix Alonso Arenas, que luce desde el 16 de marzo de 2003,
en la plaza dedicada a la escritora ovetense Dolores Medio Estrada (1911-96),
que le da nombre.
Plaza construida sobre dos plataformas que dan cobertura a los aparcamientos municipales denominados Argañosa I y Argañosa II, en la calle Francisco Bances Candamo, en el barrio de la Argañosa. Moderno equipamiento, que preside el busto de la insigne maestra, escritora y hija predilecta de la ciudad en su parte superior, que alberga zonas de esparcimiento, juego y escuela infantil.
Y que es un auténtico balcón sobre el cercano parque
del Oeste, los estadios de fútbol Carlos Tartiere y Hermanos Llano, el Monte
Naranco, la sierra del Aramo y el valle en que está asentada la localidad de
San Claudio.
Realizada en bronce, de color negro, colocada sobre un pedestal, con dos bases rectangulares, representa a tamaño natural, al mítico caballo astur, uno de los caballos ponis más antiguos y puros del mundo, al trote con su crin al viento.
Que forma parte de la amplia familia que se conservan en la franja del litoral oceánico que va de Portugal a Escocia, el denominado Arco Atlántico, y que comprende España, Francia, Inglaterra, Gales e Irlanda, países en el que hay ocho caballos de características similares: Garrano, Pottok, Dartmoor, Exmoor, Gales, Connemara, Shetland y Highland.
Su figura ya aparece en el arte
rupestre del Paleolítico Superior asturiano, en concreto en la cueva de Tito
Bustillo, en Ribadesella, y en la de la Peña de Candamo, datando los primeros
testimonios escritos de los historiadores romanos, en torno al año
Raza que en la década de los
setenta del siglo pasado estaba en alarmante riesgo de extinción, que fue
evitada por el impagable trabajo realizado por ACAS (Asociación Conservadora
del Asturcón del Sueve) creada en 1979 por 24 ganaderos de la sierra del Sueve,
donde vivían los últimos ejemplares del emblemático caballo autóctono, con el
objetivo de conservar su raza genética. Asociación que, a su vez, desde el año
1981 organiza la Fiesta del Asturcón, en la majada de Espineres dónde se
reunieron por primera vez, cada tercer sábado de agosto.
Caballo bien conocido por el
artista, nacido en
una de las bases de la sierra del Sueve, en la localidad de Villamayor (Piloña)
el 6 de agosto de 1931, que cuenta con otras obras en la ciudad como la
escultura “Maternidad”, los bustos de “Alfonso Iglesias” y “Paulino Vicente” y el
monumento a “San Francisco de Asis” en el parque de San Francisco, y el
monumento a “Aída de la Fuente” en el parque de San Pedro de los Arcos.
La Maternidad. Escultura en el parque San Francisco.
Paulino Vicente Rodríguez. Busto en el parque San Francisco.
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INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA. Pinchar en enlaces.
Oviedo. Esculturas, monumentos y sitios de
interés.
La Maternidad. Escultura en el parque San
Francisco.
Paulino Vicente Rodríguez. Busto en el parque
San Francisco.
“Gloria falsamente alcanzada poco permanece”. Mateo Alemán (1547-1614)
escritor español.
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